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Origen Del Humanismo


Enviado por   •  30 de Enero de 2014  •  7.908 Palabras (32 Páginas)  •  491 Visitas

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Concepto

Movimiento intelectual desarrollado en Europa durante los siglos XIV y XV que, rompiendo las tradiciones escolásticas medievales y exaltando en su totalidad las cualidades propias de la naturaleza humana, pretendía descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida tomando como maestros a los clásicos griegos y latinos, cuyas obras exhumó y estudió con entusiasmo

El Humanismo crea una actitud que, sin discutir, en general, lo religioso, impone el reconocimiento de los derechos terrenales de los humanos; como consecuencia de esta nueva mentalidad, los humanistas hablan de la dignidad del hombre, independizan la filosofía de la teología y desean que la razón actúe en zonas antes reservadas a la fe revelada.

LOS ORÍGENES DEL HUMANISMO

Mas el primero en emplear la imagen del pigmeo sobre el hombro del gigante fue Juan de Salisbury (cf. parte II, § 23), en plena Edad Media, dando así un ejemplo de aquellas anticipaciones medievales de las posiciones humanísticas, a que nos referíamos antes. No en vano Juan anunciaba también la corriente empirista que tanta importancia tendría para el pensamiento moderno.

También en Dante Alighieri la idea de “renacer” tiene un significado religioso, moral y civil que no se aparta en lo más mínimo de los esquemas caros al Medievo.

Francesco Petrarca (1304-1374) se desprende ya netamente del mundo medieval. Signo de esta separación es el escrito De suis ipsius est multorum ignorantia que arremete contra la ciencia aristotélica en nombre de la antigua sapiencia romano-cristiana representada por Cicerón y San Agustín. Aquella ciencia es inútil para el hombre y su salvación, pues el hombre, más que indagar sobre las cosas eternas, tiene el deber de meditar sobre sí mismo, conforme a la exhortación agustiniana: noli foras ire. Es el contraste entre la exigencia del espíritu y de la salvación eterna, que quiere al hombre concentrado en sí mismo e indiferente a todo lo exterior, y el llamamiento del mundo, de la belleza, del amor, de la gloria.

Pero también Petrarca espera y anuncia el nacimiento de una nueva era. La edad áurea del mundo, es decir, a la edad de la paz y la justicia.

LOS HUMANISTAS ITALIANOS

El primer gran florecimiento del humanismo fue en Italia. Francisco Petraca, Dante Alighieri y Giovanni Boccacio fueron aquellos italianos, precursores del Humanismo. Estos hombres de letras se preocuparon por estudiar la cultura grecolatina y por recuperar la pureza del latín de los autores antiguos.

El florentino Leonardo Bruni se destacó en esta labor, mientras que el romano Lorenzo Valla fue el autor de "Las Elegancias".

Otros humanistas fueron León Bautista Alberti y Marsillo Ficino, quienes se ocuparon de temas filosóficos, religiosos y morales. Aunque el más conocido fue Nicolás Maquiavelo, autor de "El Príncipe", una especie de manual que les servía a los soberanos de la época para gobernar y conservar el poder.

Siguiendo a Petrarca, los humanistas convienen en admitir un acuerdo sustancial entre la sabiduría clásica y la sapiencia cristiana, entre la filosofía griega y las enseñanzas del Evangelio y los Padres de la Iglesia, sobre todo San Agustín.

Este acuerdo es uno de sus temas favoritos; pero al mismo tiempo insisten sin excepción en la libertad, la dignidad y el valor del hombre en cuanto tal.

Coluccio Salutati (1331-1406), canciller de la república de Florencia, en un tratado, De nobilitate legum et medicinae, afirma la superioridad de las leyes sobre la medicina y, en general, sobre las ciencias de la naturaleza porque aquéllas atañen a los hombres, mientras las segundas se refieren sólo a las cosas materiales. Y reconoce al hombre la libertad ante la providencia divina, así como el deber de ser activo en el mundo. Quien se pierde en la contemplación de Dios hasta el punto de no conmoverse con las desventuras del prójimo, de no dolerse por la muerte de sus consanguíneos, de no temblar por el destino de su patria, no es un hombre sino un tronco o una piedra.

Al defender los estudios literarios y la lectura de los clásicos contra el violento ataque de los conservadores, armados de razones religiosas, Salutati reivindica los derechos de la poesía y afirma el carácter predominantemente poético incluso de las Sagradas Escrituras.

Pero, sobre todo, es digno de mención su concepto de la historia como educadora de la humanidad, auténtico ejercicio de “filantropía”, es decir, encuentro y coloquio con los hombres de todos los tiempos.

Una de las consecuencias del nuevo valor atribuido a todo lo que atañe al hombre, es la revaloración del placer, al que ya no se le contrapone la vida espiritual. Esta revaloración del placer entraña asimismo una revaloración del epicureísmo, que reconocía en el placer la finalidad de la vida y que, por lo tanto, aparecía a la Edad Media como esencialmente inmoral. La obra principal de uno de los más famosos humanistas, el romano Lorenzo Valla (1407-1457) se intitula precisamente De voluptate, y es un diálogo en que se defiende la tesis del placer como único bien del hombre.

Entre los temas predilectos de los humanistas italianos, dos predominan sobre los demás: la dignidad del hombre y el elogio de la vida activa. El título de una obra de Giannozzo Manetti (139-1459), De dignitate a excellentia hominis, es por demás elocuente a este respecto. La tarea del hombre se define por la fórmula agere a intelligere, que quiere decir “saber y poder gobernar y regir el mundo que fue hecho para el hombre”.

HUMANISMO Y VIDA CIVIL

En los siglos XIV y XV Italia había alcanzado un grado de prosperidad sin igual en ningún otro país europeo, y esa prosperidad era el fruto de una actividad comercial y productiva esencialmente ligada al desarrollo de sus comunes y sus ciudades marítimas. Pero incluso las diferencias entre ciudad y campo, fortísimas en Alemania y muy acentuadas en Francia, eran en Italia menores que en otras partes; la esclavitud de la gleba era un lejano recuerdo, la pequeña propiedad se afirmaba, los contratos agrarios eran menos inicuos que en el resto de Europa.

LA EDUCACIÓN HUMANÍSTICA EN ITALIA

EL HUMANISMO COMO CONCIENCIA EDUCATIVA

El humanismo fue esencialmente una revolución pedagógica. Así lo consideraron los humanistas más insignes, ninguno de

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