PORFIRIO DIAZ, ¿IMPULSO O RETROCESO DE LA EDUCACION BASICA?

En 1878 todas las entidades, salvo Chihuahua, Yucatán y Guerrero, destinaban la tercera o la cuarta parte de sus presupuestos al Ministerio de Guerra sin embargo en 1910 la misma proporción se dedicaba a la educación y a Guerra que se le otorgaba alrededor del 15%.

El Ministerio de Guerra ocupó el mayor presupuesto el porcentaje destinado fue cambiando, en un principio otorgó el 35% pero después de 1890 bajo al 25% y hacia 1910 tenía el 20%.

Entonces el objetivo primordial del régimen fue la modernización y el progreso económico. Es claro señalar que Porfirio Díaz seleccionaba a los gobernadores y de las veitenas quienes eran los voluntarios del pueblo para mantener el orden en sus territorios y así disponer de sus presupuestos y no destinar mayores recursos a sus ministerios de Guerra.

“PORFIRIO DIAZ, ¿IMPULSO O RETROCESO DE LA EDUCACION BASICA?”

Cuando Porfirio Díaz llegó a la presidencia en el año de 1877, consideró como corriente ideológica en la educación el Modernismo (asumiendo modelos de organización escolar franceses). Los efectos durante su dictadura originaron que más del 80% de la población quedaran marginados de la educación (Robles, 1979).

Durante ese tiempo, los hijos de clases acomodadas estudiaban en Europa y Estados Unidos, ya que a su regreso al país, serían encargados de implementar en México las ideas y los avances tanto filosóficos como científicos que provenían del extranjero. En el caso de las familias de escasos recursos o mejor dicho explotadas era imposible tener acceso a la educación, ya que tenían otras prioridades para sobrevivir. Cabe mencionar que la educación era decarácter “gratuita”, en algunos estados se aplicaba el pago de impuesto por estudiar, esta situación afectaba en las familias de clase baja o que vivían en una población rural, así que solamente las comunidades con desarrollo industrial y/o comercio tenían el privilegio de realizar el pago de este impuesto para tener el derecho a educación.

Durante el siglo XIX, la educación en México alcanzó nuevos horizontes. Después del movimiento de Independencia, era claro que la educación básica debía llegar a todos los ciudadanos. Porfirio Díaz tomó como una de sus metas la uniformidad educativa y a partir de entonces se empezó a sistematizar la educación. Por otra parte, el desarrollo económico y tecnológico en el país sembró la necesidad de preparar hombres y mujeres instruidos en los diversos oficios para participar en la sociedad que se industrializaba rápidamente. El camino estaba trazado, la pacificación porfirista hizo posible que se llevara a cabo un programa general de instrucción pública. Pero, las políticas de desarrollo educativo: uniformidad, laicismo, obligatoriedad y gratuidad tenían un gran costo para el gobierno de Porfirio Díaz.

El primer punto que buscó la educación durante el Porfiriato fue el lograr la uniformidad. Desde que Joaquín Baranda era Ministro de Justicia e Instrucción Pública, se convocó a todos los estados de la República a una reunión nacional. La unidad de los sistemas educativos fue el principal objetivo del Primer

Congreso de Instrucción Pública de 1889. A través de esta unión, se pretendía que los mexicanos tuvieran un nuevo sentido de identidad y cohesión nacionales. Sobre el mismo tema, Justo Sierra en el Congreso mencionó estas palabras: “El mayor problema de la unificación nacional era el problema mismo de nuestra independencia y nuestro porvenir… todo lo que hay de fuerza centrífuga en la heterogeneidad de hábitos, lenguas y necesidades, debía transformarse en cohesión”.

Sin embargo, si uniformar se refería a los métodos, procedimientos de enseñanza y textos, entonces el concepto era diferente ya que implicaba la centralización de la educación.

En el Congreso se decidió que la uniformidad en la educación nacional residía en que fuera obligatoria, gratuita y laica ya que no podría ser absoluta.

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