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POSITIVISMO HISTORICO


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2011  •  4.335 Palabras (18 Páginas)  •  754 Visitas

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Introducción

Indudablemente el Positivismo aparece en un momento histórico (finales del Siglo XIX y comienzos del XX), cuyo terreno había sido abonado por innumerables cambios tecnológicos como los acontecidos por la Revolución Industrial, coincidiendo a la vez, con el decaimiento del sentido metafísico y religioso del conocimiento.

El hombre, al no obtener las respuestas esperadas en la religión, en su búsqueda y peregrinaje permanente, por saber el porque de las cosas, fija su atención en la ciencia, ya que la misma le brinda seguridad, confianza y confort. Ya no es el hombre, a merced de la naturaleza, mas bien es un ser, que encuentra respuestas lógicas al estudiar en forma analítica, los mecanismos de los objetos que se encuentran en su alrededor.

Y en este marco, con los cimientos antes mencionados, germina la semilla del Positivismo, doctrina que resume bien, a través de su Ley de los Tres Estadios, marcando así el comienzo de la Historicidad del Conocimiento Humano.

También hablaremos un poco del conocimiento histórico ha ido evolucionando con el hombre., La concepción del acontecer histórico ha variado a lo largo de la Historia.

Teoría de Marx en la que se explica la historia de la sociedad a partir de la manera en que los hombres se relacionan con la naturaleza y entre sí para producir su vida material. Considera que estas relaciones, económicas en última instancia,y la lucha de clases que de ellas se deriva son las que determinan el curso dela historia, la acción y el pensamiento de los seres humanos 4 Actitud de unapersona más interesada en los bienes materiales y en su propio placer que en otros valores. La concepción materialista de la historia (también conocida como materialismo histórico, término inventado por el marxista ruso Georgi Plejánov), es un marco teórico creado por Karl Marx y aplicado originalmente por él y por FriedrichEngels para analizar científicamente la historia humana.

El Positivismo: Es, antes que nada, una Teoría de Historia y un intento de construir una teoría de la sociedad humana es decir una sociología. El dogma del progreso y los tres estados de la sociedad (de Comte), son las dos columnas fundamentales que la sostiene.

El Positivismo no admite como válido científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia, rechazando toda noción a priori y todo concepto total y absoluto, por lo que apoya el relativismo del conocimiento. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia.

Algunas ideas centrales de su pensamiento son: la concepción historicista del desarrollo de la ciencia y de la razón; las cuales él desarrolla en tres estados fundamentales, es decir, la historia del pensamiento transitó por tres senderos y en el último radica la verdad clara y demostrada; estos estadio son:

Estadio mitológico – teológico: en este estadio el ser humano hace depender los fenómenos naturales de la voluntad de poderes personales superiores, es lo conocido como fetichismo donde se atribuyen poderes mágicos a fenómenos naturales.

En este estadio se renuncia al conocimiento de lo absoluto, y se pasa a buscar las leyes de los fenómenos.

Es decir, el conocimiento científico, aparte de su utilidad instrumental y tecnológica, contribuye a un mejoramiento del ser humano.

Sin embargo, las precisiones de Comte, no pueden evitar la idea de utilidad asociada al conocimiento interpretado en el sentido pragmático de conocimiento aplicado y tecnológico.

La historicidad del hombre plantea la relatividad del conocimiento: "El estudio de los fenómenos, en lugar de poder llegar a ser, en modo alguno, absoluto, debe permanecer siempre relativo a nuestra organización-oposición" (Alsina, 2000).

La ciencia se contextualiza en función de su época, de su momento histórico, pero a su vez, este momento histórico se ve siempre en relación con el Gran final, con el advenimiento del espíritu positivo, y al llegar aquí el movimiento de la historia se detiene, y lo que era relativo deviene ahora en lo absoluto. Además, la creencia de que la historia tiene un motor propio se traslada también a la historia de la ciencia, deduciéndose de aquí que la ciencia tiene un movimiento propio y autónomo de su entorno social e histórico.

la vincula, directamente a la dinámica social, reafirmando una vez más la tesis de que el Positivismo es, más que una Filosofía o una Filosofía de la Ciencia, una Teoría de la Historia. Los compartimentos estancos del conocimiento humano, que llamamos las ciencias, deben articularse en una superior unidad, una unidad sistemática determinada por su origen y destino común. En la mente humana esta unificación dará lugar a la armonía mental, de tipo universal, a la que aspira Comte, y esto se producirá indefectiblemente cuando la totalidad de los conocimientos humanos hayan alcanzado el estado positivo.

Pero además de definir este ideal de la unificación de la ciencia, que sus herederos neopositivistas han intentado llevar a la práctica, Comte clasifica y jerarquiza las ciencias, añadiendo además una discriminación entre las auténticas ciencias, las positivas, y las que no lo son. La psicología, por ejemplo, no es admitida entre las ciencias. Partiendo desde su base matemática, las ciencias positivas son jerarquizadas según su grado de generalidad decreciente y de complejidad creciente: astronomía, física, química, biología y sociología. Esta ordenación es a la vez lógica, histórica y pedagógica. Nos indica el orden en que han ido apareciendo las distintas ciencias, nos indica a la vez la lógica interna del proceso según los dos parámetros arriba indicados, y nos indica también el orden en que deben ser enseñadas en una educación positiva. Respecto al orden histórico cabe añadir el comentario de que no responde a la realidad: las distintas ciencias no han aparecido en el orden que Comte quiere imponer. Otra vez la especulación, el debe ser, la deducción a partir de unos postulados se impone sobre la observación: de nuevo triunfa la metafísica.

El positivismo en Venezuela

Rafael Villavicencio (1886-1896)

Es un insigne representante de la teoría Positivista en Venezuela, ya que su contribución a la educación define época y marca huellas imborrables.

La orientación imperante en este momento, focalizaba su atención en construir una inventiva y un saber afianzado sobre el método de la ciencia positiva.

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