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PRECURSORES DEL LIBERALISMO ECONÓMICO


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2014  •  4.316 Palabras (18 Páginas)  •  420 Visitas

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UNIDAD III PRECURSORES DEL LIBERALISMO ECONÓMICO. 2

3.2.1. IDEAS GENERALES DE LOS PRECURSORES DEL LIBERALISMO ECONÓMICO 2

Josiah Jucker 2

John Locke 2

Francisco Melon 3

Dudley North (1641-1690) 4

Tomás Hobbes 4

Francisco Hutcheson 5

Bernard de Mandeville 6

RICARDO CANTILLON 6

DAVID HUME 7

UNIDAD IV LA FISIOCRACIA 9

UNIDAD III PRECURSORES DEL LIBERALISMO ECONÓMICO.

3.2.1. IDEAS GENERALES DE LOS PRECURSORES DEL LIBERALISMO ECONÓMICO

Ideas planteadas originalmente por algunos economistas clásicos, en especial Adam Smith, que consiste en liberar las fuerzas económicas (lo que significa evitar la intervención del Estado) para que ellas actúen y decidan de manera autónoma el funcionamiento del sistema económico.

Josiah Jucker

Su máxima teoría es la de no existencia de antagonismos entre las naciones, sino por el contrario la diversidad de actitudes de ventajas que las impulsa a practicar el cambio a pesar de sus ideas, era enemigo de las exportaciones de materias primas y partidario de la exportación de manufacturas.

John Locke

Nace en 1632 y muere en 1704. Perteneció a una familia de liberales enemiga del absolutismo. Realizo sus estudios en el Colegio de Westminster y Oxford.

No sólo fue Locke un profundo filósofo político sino que gracias a su cercanía con el Conde de Shaftesbury desempeño muy importantes puestos públicos.

Destacan entre sus obras “Ensayo sobre el entendimiento Humano”, Consideraciones sobre las consecuencias de la disminución de los impuestos y del aumento del valor de las monedas” y “Ensayo sobre el Gobierno Civil”, que ocupa lugar predominante en la evolución del pensamiento político.

Para este filósofo todo conocimiento es de origen experimental. Por la sensación conocemos los objetos exteriores y por la reflexión la actividad propia. Locke es una de las cartas fuertes del empirismo filosófico.

El poder social encuentra su origen y fundamento en el acuerdo de los hombres que ingresaron a la sociedad para vivir en libertad. La relación ideológica que une a Locke con el liberalismo, se advierte si se pondera que este filósofo político sostiene el individualismo, se advierte si se pondera que este filosofo político sostiene el individualismo y la igualdad.

Tiene igual que Hobbes, un pensamiento contractualista. Pero tiene una concepción diametralmente opuesta a la de este pensador. Pues Locke considera que ese acuerdo de voluntades de los individuos para crear una sociedad política solo tiene como único deber el de preservar los derechos fundamentales del hombre, los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad.

No deja de ser importante que Locke reconociera la relevancia del trabajo cuando dice que la tierra poco valdría si no se le agregara el trabajo, el esfuerzo humano.

Nos interesan sobre todo sus apreciaciones respecto a los préstamos en dinero y al interés que habrá de cobrarse. Se opone terminantemente a que la tasa de interés se fije a su voluntad del Estado, entre otras cosas porque es imposible que se haga con cabal exactitud. Los dos perjuicios principales que se derivan del establecimiento arbitrario por el Estado son que se obstruya el tráfico económico y se impida a los dueños del capital, que muchas veces son personas modestas, recibir un beneficio legítimo que les permita subsistir.

Por si no fuera suficiente resultados tan negativos, sigue diciendo Locke, los únicos que se benefician serian los avaros y usureros, que tienen la habilidad necesaria para prestar a interés superior al legal.

El interés de los prestamistas debería de regularse por la espontanea voluntad de los ciudadanos o sea por la ley de la oferta y la demanda. Así, cuando el capital que se ofrece es más que las necesidades, la tasa bajara y, por el contrario, si es escaso, la tasa subirá sin remedio.

En realidad creemos que Locke no estaba tan descaminado cuando decía que la fijación artificial del interés no resultaba beneficioso, pues modernamente se ha demostrado que cuando se bajan mucho las tasas, el capital huye a mercados más atractivos. Tan es cierto esto, que la mayor parte de los países en los que escasea el capital establecen estricto control de cambios para evitar su fuga.

Si las cosas de la naturaleza se le dieron a la humanidad en común, la propiedad de algunas de ellas se convertía en privada gracias al trabajo que les aplicaron. Históricamente pues, según Locke, el derecho de propiedad privada encontró su titulo jurídico en el trabajo.

Encontramos todavía en el pensamiento de Locke algunas reminiscencias del mercantilismo, ya que todavía insiste en que un país se enriquece siempre que exporte más de lo que importe.

La importancia de Locke, entre otras razones, se debe a que se puede encontrar un claro hilo de comunicación entre la Guerra de Independencia de Estados Unidos de América, la Revolución Francesa y los movimientos independientes de las colonias de Hispanoamérica. Más aun, todavía pueden encontrarse en las constituciones vigentes en América influencias muy marcadas del pensamiento de este filosofo ingles, sobre todo en cuanto a lo que al capitulo de garantías individuales se refiere.

Francisco Melon

Afirmo que la riqueza la constituyen los generos útiles y que la moneda es simplemente la riqueza representativa y un instrumento de adquisición y de cambio. Que la abundancia de la moneda es buena pero en exceso puede ser peligroso. Que los billetes no pueden sustituir a los metales preciosos y se deben emitir conforme a las necesidades de circulación. Que la libertad es esencial para el desarrollo del comercio y para lograr este fin señala:

1.-La prohibición absoluta de exportar materias primas.

2.-La prohibición casi absoluta de importar manufacturas

3.- Reglamentar la industria

4.- Fomentar la agricultura mediante la libertad comercial

Dudley North (1641-1690)

Economista de origen inglés. Sólo se conoce de North la obra Discurso acerca del comercio, publicado después de su muerte. Entre sus más destacadas ideas se encuentran las apreciaciones que hizo sobre el oro y la plata. Consideraba que estos metales no eran más que elementos de la riqueza nacional, que su utilidad consistía en servir de medios de cambio. Reprobó las disposiciones mercantilistas que aceptaba Petty y los impuestos suntuarios; planteó que las leyes determinaban la tasa legal de interés. Expresó que ningún pueblo se enriquecería con reglamentos del Estado, y en cambio lograría mediante la paz, la libertad y la industria ejercida sin impedimentos. Este pensador formó parte de la corriente del mercantilismo.

El método seguido por Sir Dudley North en su panfleto anónimo, es en esencia cartesiano. Aun cuando adolecía de una educación formal, North provenía de una familia con considerables logros académicos. North se hallaba cada vez más convencido de que los intereses públicos y privados suelen estar en desacuerdo y que es necesario separarlos cuando se investigan los asuntos económicos. Debido a que los intereses privados podrían interferir el pensamiento objetivo de los temas económicos, él postulaba que era esencial que las conclusiones se “construyeran sobre verdades evidentes y claras”. Es necesario establecer premisas incontrovertibles y razonar a partir de ellas hasta llegar a las conclusiones que implican. De esta manera, el inicio del análisis deductivo en economía lo constituye el panfleto de Sir Dudley North.

Locke escribía: “Lo que más sensiblemente aumenta la tasa de interés del dinero es cuando el dinero es escaso en proporción al comercio del país” North aplicó en forma similar el análisis de precios a la explicación de las tasas de interés. “Del mismo modo en que habiendo más compradores que vendedores aumenta el precio de una mercancía, así también a mayor número de prestatarios que prestamistas más alto será el interés”.

North parece que fue el primero que tuvo una idea clara del capital, al que llama acervo (stock). Para él, el préstamo de “acervos” que hacían quienes carecían de habilidad para usarlo o querían librarse de la molestia de hacerlo, era equivalente al arriendo de la tierra. El interés que percibían los prestamistas era una renta del dinero análoga a la renta de la tierra. Los terratenientes y los capitalistas eran iguales. North no conservaba ni huella del amor mercantilista por el tesoro. Pensaba que nadie podía enriquecerse conservando todos sus bienes en forma de dinero. Los únicos que podían aumentar su riqueza eran aquellos que constantemente obtenían un provecho de sus bienes, ya sea prestándolos o utilizándolos en el comercio. A nadie le interesaba conservar su dinero; todos querían disponer de él de manera que les rindiese una ganancia.

Tomás Hobbes

Nace en 1588 y muere en 1679. Hobbes es conocido en la historia del pensamiento por su obra “leviathán”, en la que estudia al estado con un enfoque puramente civil.

Hobbes parece localizar argumentos en pro de la soberanía, en uno de los conceptos básicos y más polemizados de las ciencias políticas y el Derecho: El poder es uno e indivisible.

Su afán de engrandecer al Estado lo lleva a a firmar que no puede supeditarse a la voluntad popular, pero ni siquiera a las leyes que el mismo Estado ha elaborado. Las ideas de Hobbes son la negación del Estado de Derecho moderno, que dice que el primero que tiene que sujetarse a las leyes es el Estado mismo.

Es el “Leviathan” la más brillante apología del Estado absoluto. Se dice que este autor es el teórico del absolutismo.

En alguna época, antes de que existiera sociedad y gobierno, el hombre vivió en estado de naturaleza. En un determinado momento se comprobó que no sólo era posible sino tampoco deseable seguir manteniendo al hombre en estado de naturaleza. En un solo acto los hombres renunciaron a su libertad y derechos con el fin de conservar la paz, creando la sociedad política y sometiéndose a la voluntad del soberano.

Su postura frente a la ciencia económica se arta ya bastante del mercantilismo, por su individualismo, por la tesis del egoísmo del hombre , por la persecución propio antes que el colectivo. En materia taxativa su teoría estatal lo lleva a pensar que el impuesto es el precio que el súbdito paga por su tranquilidad.

Hobbes es conocido como el principal teórico del absolutismo monárquico. Su obra filosófica fue muy importante e influyó en la sociedad y los pensadores de su tiempo y en otros posteriores. En su obra se desarrolla sus principales ideas: a) en el contrato social los individuos renuncian a sus libertades a favor del soberano y ya no podrán recuperarlas; b) el egoísmo es parte importante del desarrollo del individuo y éste es la base de la sociedad; c) el Estado absolutista es importante para el desarrollo individual; d) el estado regula la vida económica y social, protegiendo y garantizando la propiedad y la libertad individuales.

Francisco Hutcheson

Hutcheson fue maestro de Adam Smith en cuanto a la filosofía social y la fe en el orden natural. La escuela naturalista de filosofía a que perteneció había tenido una tradición ininterrumpida desde los últimos estoicos griegos. Su esencia es la confianza en lo natural, como opuesto a lo inventado por el hombre, implica la creencia en la existencia de un orden natural intrínseco (como quiera que se le defina) superior a todo orden artificialmente creado por la humanidad. Sostiene que una organización social inteligente no tiene sino que actuar en la mayor armonía posible con los dictados del orden natural. Eso suponía una acción distinta en momentos diferentes; y las políticas que proponían los protagonistas en etapas diferentes parecen contradictorias, vistas retrospectivamente. Sin embargo, su característica común es el principio del cual derivan su autoridad: la superioridad de la ley natural sobre la humana.

Vale la pena considerar otro aspecto del desarrollo de la ciencia que ocurrió durante el siglo de la ilustración. Una vez reconocido que el universo físico obedece ciertas leyes que pueden ser descubiertas por medio de la experimentación y la observación, tan sólo fue necesario que se cuestionara si los mismos principios podrían aplicarse también a la sociedad para descubrir las leyes que gobiernan los fenómenos sociales. Al igual que Newton buscó descubrir los aspectos reguladores que gobiernan el comportamiento del universo físico y les diera expresión en un sistema de leyes naturales, los fisiócratas de Francia y los filósofos morales de Escocia, entre ellos David Hume, francisco Hutcheson, y su alumno más eminente, Adam Smith, buscaban identificar las leyes naturales que gobiernan el comportamiento de la sociedad. De esta manera, resultan importantes los desarrollos en las ciencias naturales, la física y, en particular, la astronomía, al establecer el punto de vista y la metodología para el estudio del comportamiento del sistema económico. Francisco Hutcheson clasificaba su materia de estudio en cuatro ramas: teología natural, ética, jurisprudencia y economía política.

Bernard de Mandeville

Fue partidario a favor de un comercio interior libre a medida que el sistema mercantilista se fue desgastando: Aunque estas creencias liberales relativas a la política interior contrastan fuertemente con los puntos de vista mercantilistas sobre las restricciones al comercio exterior, representan sin embargo una corriente de pensamiento que culminó en la riqueza de las naciones de Adam Smith, que, curiosamente, caracterizó al mercantilismo como un sistema de controles. Sin embargo, la investigación moderna ha demostrado de modo convincente que –lo que había comenzado como una protesta oportunista y esporádica contra los controles comerciales, resurgió, casi dos siglos después, en forma de una filosofía sistematizada del individualismo económico que proclamaba la beneficencia de las leyes de la naturaleza.

Desde un punto de vista doctrinal, el mercantilismo se descompuso porque perdió respetabilidad intelectual. En el siglo anterior a 1776, la crítica liberal del mercantilismo alcanzó una cota muy alta. Uno de los proponentes más eficaces del nuevo liberalismo durante este período fue Mandeville.

Mandeville fue uno de los más vigorosos proponentes del liberalismo económico. En 1705 publicó un poema alegórico titulado El panal rumuroso o la redención de los bribones, en el que argumentaba que los vicios individuales (egoísmo) hacen la prosperidad pública (maximizan el bienestar de la sociedad), uno de los temas centrales de La riqueza de las naciones de Smith. Más tarde se reimprimió el poema, ampliándolo en La fábula de las abejas, publicada en dos partes.

La creencia de Mandeville de que el hombre está – lleno de vicio – (o que es egoísta) pero promueve la prosperidad pública era una clara anticipación del pensamiento liberal. Los humanos son básicamente criaturas egoístas porque – no proporcionan ningún placer a los demás que no quede compensado por su egoísmo, y como que, en último término, no se centran más que en sí mismos, dejémosles que vayan y vuelvan cuando quieran - . Como destacó este autor, - el orgullo y la vanidad han construido más hospitales quer todas las virtudes juntas -.

RICARDO CANTILLON

Nace en 1680 y muere en 1734. A pesar de su apellido francés se trata de un economista irlandés, precursor en muchos aspectos de la Escuela Fisiocrática, y quien, dicho sea de paso, muriera asesinado por un ex–sirviente.

Escribió Cantillon el accidentado libro “Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General”, divulgado en los medios económicos por Stanley Jevons y dispuesto en 35 capítulos.

Define a la riqueza diciendo, poco más o menos, que es el conjunto de satisfactores que son susceptibles de cubrir las necesidades y deseos humanos. Al afirmar que los factores que concurren para crear mercancías son el capital, la tierra y el trabajo, no considera la organización.

La labor del empresario y del buen administrador de la economía del siglo XX y particularmente en los últimos lustros, ha cobrado tal relevancia, que ha movido a Galbralth a escribir “El Nuevo Estado Industrial” en la que afirma que los negocios económicos del mundo occidental están dominados por este factor de la producción.

Adelanta Cantillon la formulación moderna de la ley de la oferta y la demanda, al afirmar que pese a que la economía y sobre todo la producción, debe basarse en decisiones individuales, no habrá peligro de que se desemboque en el caos, gracias a que los movimientos del mercado – de la oferta y la demanda- son los que fijan el precio de los bienes sin necesidad de que intervenga una autoridad central.

Preparando movimientos posteriores, este autor rechaza el nacionalismo de los mercantilistas al enfocar los problemas económicos en forma cosmopolita.

Aborda ya Cantillon algunos de los problemas modernos como el de las relaciones entre la moneda de papel y la metálica.

El señor De Cantillon pergeña lo que seria la teoría del valor trabajo cuando afirma que los metales, y con mayor razón las cosas, valen intrínsecamente, según el trabajo necesario para su producción. Al valor intrínseco se contrapone el valor del mercado, que no se fija por la relación que tengan los bienes con la tierra y el trabajo necesarios para producirlos, sino por la oferta y la demanda.

Cantillon, al igual que John Law, se preocupó muy en especial por los problemas monetarios y crediticios, aunque desembocó en conclusiones totalmente diferentes. De esta manera afirmaba que el poder de los bancos se finca únicamente en la posibilidad de hacer circular moneda, puesto que sin esas instituciones los particulares atesorarían su dinero sacándolos de la vida económica. Por el contrario, para Law la importancia de los bancos no radica sólo en que pongan a circular la moneda sino en que estén facultados para crearla. Se separan ambos economistas en cuanto al rol que debe jugar la moneda de papel, pues para Cantillon cuando una institución bancaria no es capaz de reembolsar al particular en metal precioso, se cubre de descredito, y para Law no es necesario que el banco deba hacer ese reembolso siempre y cuando el billete siga circulando.

DAVID HUME

Nace en 1711 y muere en 1776. Realizó estudios de jurisprudencia y se dedico por algún tiempo a las labores propias del comercio. No sólo escribió obras de carácter filosófico sino que también incursionó por los campos de la economía y de la historia, en esta última disciplina es muy clara la influencia de Voltaire.

Entre sus numerosas obras destacan “Tratados de la Naturaleza Humana”, “Ensayos Morales, Políticos y Literarios”, “Autobiografía”, “Historia de la Revolución en Inglaterra”, “El Crédito Público”, etc.

Hume acentúa de manera precisa la importancia del individuo y coloca al hombre y a su bienestar en el mismo plano que al soberano, en otras palabras, lo que es conveniente para el ciudadano lo es también para el monarca. Sostiene que en todos los países el poder público debe estar dividido y no se imagina un Estado feliz donde se concentre en una sola persona. Puede apreciarse que las ideas de Hume junto con las de Locke, Montesquieu y Rousseau, influyeron en las corrientes democráticas de la Revolución Francesa y de los movimientos de liberación americanos. En la actualidad la división de poderes no coincide con los planteamientos clásicos, pues la complejidad y dinamicidad de la problemática del Estado contemporáneo exige que la facultad decisoria se centralice en una sola persona. Así, el poder ejecutivo recibe por determinación constitucional o al margen de la carta fundamental, la gran mayoría de las atribuciones publicas en demerito del legislativo y del judicial.

En cuanto a los impuestos se opone a que sean demasiado gravosos, pues desalientan la actividad económica y encarecen las mercancías al elevarse el costo de producción. Se inclina por los impuestos al consumo de artículos de lujo, dado que no perjudican al pueblo llano, sino tan sólo a las clases acomodadas que podrán, si mucho les afecta la carga impositiva, dejar de consumirlas.

Con un enfoque que llama la atención al historiador moderno, este filosofo afirma que para el desarrollo de la agricultura es necesario que paralelamente se desarrolle también a la industria, porque el desarrollo de la industria traducirá en aumenta de la demanda de los artículos agropecuarios. Estas ideas de Hume han venido a aceptarse en nuestros días, cuando se reconoce que es un error de graves consecuencias posponer la agricultura por impulsar la industria. Como se ha dicho ya, los países de América Latina, al identificar a la industrialización con el desarrollo económico, han postergado las necesidades del sector primario, que es la fuente de donde recaba el sector secundario las materias necesarias para operar.

Alaba Hume los beneficios que produce el libre cambio y las ventajas de la división internacional del trabajo. Hume le concede una importancia grande a la naturaleza, y a la forma que ella ha distribuido sus diversas cualidades entre los países, por lo que no es atrevido considerarlo como precursor no sólo del liberalismo sino, de alguna forma, de la concepción materialista de la historia que más tarde desarrollaría Carlos Marx.

Fiel a su postura proclama que el tipo de interés debe ser fijado libremente, y partidiario de la teoría cuantitativa del dinero, consideró que el aumento de la cantidad de circulante en un momento dado, traería como consecuencia la elevación del precio.

Aunque su obra filosófica hubiese quedado inédita, sus observaciones en el campo económico y la influencia que ejerció sobre Adam Smith, le habrían asegurado un puesto en la historia del pensamiento económico.

Para Hume, el dinero era tan sólo un símbolo, una medida del valor, y por tanto, las reservas de oro y plata de que pueda disponer un país carecen de importancia intrínseca. También sostuvo que el argumento de la balanza comercial favorable de los mercantilistas era un puro sofisma porque la corriente de metales preciosos entre los países tiene que afectar necesariamente a los precios, y consecuentemente, al comercio internacional y a las mercancías. Por esta razón la balanza comercial de un país no puede ser invariablemente favorable o desfavorable. Si una nación pierde cierta cantidad de su moneda por importar mercancías del extranjero, esta pérdida tendrá por efecto una baja de precios en el interior, lo que automáticamente detendrá las importaciones, y, si los precios siguen bajando, los extranjeros compraran en dicho país; de este modo, pronto habrá un excedente de exportaciones, con lo que el oro y la plata sobrarían. Esta teoría del equilibrio automático del comercio internacional es una de las grandes contribuciones a la economía de Hume.

Su teoría sobre el interés, es antimercantilista cuando esta tendencia sostiene que el tipo de interés depende de la cantidad de dinero, basando su oposición en la incapacidad de sus antecesores para distinguir el dinero utilizado como capital y el que se gasta en bienes de consumo, distinción paralela al concepto moderno de consumo e inversión.

Para cierta masa de dinero, el tipo de interés dependerá en gran parte, de la capacidad de consumo de cada país. En una nación que tenga una mentalidad comercial, y la frugalidad como virtud dominante, habrá muchos prestamistas y pocos prestatarios, lo que, en conjunto tendrá como consecuencia que tanto los beneficios como el tipo de interés bajen, y al exponer esta teoría, Hume hace un interesante estudio comparativo entre España, por un lado, y Francia e Inglaterra por otro.

UNIDAD IV LA FISIOCRACIA

La Fisiocracia es una corriente de pensamiento que se desarrolló en Francia en el siglo XVIII; se le considera una de las dos tendencias económicas más importantes de ese siglo, junto con los clásicos ingleses; ambas escuelas comparten el mérito de haber desterrado la idea mercantilista de que la riqueza se debía al comercio, ya que la fisiocracia consideró que la fuente de la riqueza está en la producción y el excedente. Para los fisiócratas el trabajo se dividía en dos tipos: uno productivo, capaz de crear excedente, y otro estéril, que no crea excedente; el trabajo productivo por antonomasia era el agrícola, ya que en él se observaba con claridad la creación del excedente. Esta corriente de pensamiento planteaba la existencia de un gobierno de la naturaleza, pues establecía que cuando el hombre mantenía relaciones de producción con la tierra, la naturaleza manifestaba su poder y predominio, de ahí se deriva el término “Fisiocracia” (físico, relativo a las ciencias naturales; del griego physis, naturaleza, y ktatein,dominar) al considerar a la naturaleza como única fuente de riqueza. La fisiocracia afirmaba que el dinero era una riqueza estéril ya que no produce renta si no es a través de un bien. Los fisiócratas fueron los primeros en reclamar un régimen basado en la propiedad y en la libertad; bajo esos preceptos, la economía no podía ser reglamentada ni coordinada por fuerzas exteriores antinaturales, ya que un orden natural regido por leyes naturales superaría las coordinaciones que se trataran de establecer en forma artificial.

Afirmaba que la agricultura era la principal actividad económica y la tierra era sinónimo de abundancia y única fuente de riqueza; así, quienes trabajaban en la industria y el comercio dependían de la cantidad de subsistencias producidas por quienes trabajaban la tierra. El pensamiento fisiocrático afirma que la fuente de valor no reside en la circulación sino en la producción, y que la producción básica reside en la tierra; también sostiene que es falsa la concepción mercantilista que le confiere a los metales preciosos la fuente de la riqueza. Esta corriente de pensamiento económico adoptó los principios más importantes del liberalismo al recomendar la abolición de las trabas a la actividad económica, como los impuestos y los peajes; por otra parte, reconocía el derecho a la propiedad privada de los medios de producción.

Su principal teórico fue Francois Quesnay, quien, como médico, aplicó su conocimiento sobre la circulación de la sangre a la circulación del excedente entre las diferentes clases sociales. Con base en este planteamiento elaboró un cuadro llamado –tabla económica- (editado por primera vez en 1758), el cual es considerado como la aportación más importante al pensamiento económico de la época; afirmación avalada por el tiempo, ya que la matriz de insumo-producto, elemento de gran importancia en la actualidad para determinar las interrelaciones económicas sectoriales, tiene su antecedente en este instrumento ideado por Quesnay. Destacan en esta escuela, además de Quesnay, Anne Robert, Jacques Turgot, Victor Riqueti Mirabeau y Pedro Samuel Dupont de Nemours.

En las raíces de la Fisiocracia Sir Willian Petty y Richard Cantillon destacan y donde a Petty se le atribuye la famosa expresión de “que el trabajo es el padre y principio activo de la riqueza y las tierras son la madre, ”además consideró que las prohibiciones de exportación de dinero eran inútiles. Lo importante, argumentaba, era un elevado nivel de empleo y de actividad económica, no la acumulación de un mero tesoro. Cantillon pensaba de la economía como Newton pensaba del cosmos: como de un conjunto interrelacionado, constituido por partes que funcionaban de un modo racional.

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