“Partenón” (Atenas, Grecia)

“Partenón” (Atenas, Grecia)

La construcción y arquitectura de edificios es una antigua actividad humana que inició con la necesidad de un ambiente controlado para moderar los efectos del clima, como refugios. Estos fueron al principio muy simples y tal vez duraban sólo unos pocos días o meses. Con el tiempo, sin embargo, las estructuras temporales se convirtieron en formas muy refinadas. Poco a poco las estructuras más duraderas comenzaron a aparecer, tomando otras funciones tales como el almacenamiento de comida, la ceremonia o simplemente en homenaje a superiores o Dioses. Tal es el caso del Partenón de Atenas.

El Partenón es uno de los monumentos más importantes que se conservan en Grecia, el cual goza de la reputación de ser el templo dórico más perfecto jamás construido. Incluso antiguamente, sus refinamientos arquitectónicos, la inclinación o estrechamiento de los muros y el énfasis de las columnas eran legendarios. Fue construido entre los años 447 y 432 a.C. en el gobierno de Pericles en agradecimiento por su victoria ante los persas.

La motivación para su creación fue la diosa griega Atenea, quienes sus soberanos consideraban su protectora, por lo que decidieron homenajearla con esta magnífica obra.

Los arquitectos encargados de la obra fueron Lctimo y Calicrates bajo la supervisión del gran arquitecto y escultor Fidias.

Las dimensiones del Partenón son aproximadamente de 69,5 metros de largo y de 30,9 metros de ancho. Su planta es rectangular y períptera, es decir, rodeada de columnas por sus cuatro lados (8 columnas en la fachada delantera y posterior y 17 columnas laterales). Las columnas tienen fuste acanalado, y no tienen base. El frente y la parte posterior son simétricos. Como consecuencia, en el frente y el contra frente, puede verse la formación de un frontis triangular.

La construcción de la obra fue realizada casi completamente con mármol blanco, desde las tejas a las columnas. A lo largo de todos los lados del tejado corría un goterón o caño, para recoger el agua de la lluvia descargada por gárgolas con forma de cabeza de león. El tejado de madera, cubierto por hiladas de tejas, también ellas, como todo el edificio, de mármol pentélico. Normalmente, las tejas eran de barro cocido, pero el Partenón es el único templo griego íntegramente construido en mármol.

Los materiales y herramientas eran transportados en carretas de bueyes o trineos, o bien los arrastraban gracias a un armazón de madera y unos discos encajados a ambos lados, ya que ésta era la única forma de subir los bloques de mayor tamaño por la empinada cuesta de la Acrópolis.

No se conservan representaciones de las grúas que utilizaban los griegos en aquel tiempo, pero sabe¬mos por el gran filósofo del siglo IV Aristóteles

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