Pensamiento Historico

Antes de entrar en materia, considero que es muy importante, hacer un recorrido sobre los antecedentes de la disciplina histórica y del porque fue necesario romper con el paradigma tradicional comandado por el positivismo, para abordar diferentes temas de la sociedad, en ese sentido debe quedar claro que la idea de construir historia según los modelos científico, implicaba regirse por un método o leyes exactas, ya que se consideraba que el conocimiento verdadero era aquel que podía ser comprobado, de ahí a que la historiografía siguiera una sola línea en favor de los asuntos políticos y la exaltación de los grandes héroes, omitiendo otros acontecimientos que requerían de una lupa para ser examinados, por obvias razones esto se constituyó como objeto de debate de diferente intelectuales, por dejar al descubierto, si esta asignatura era en realidad una ciencia, entre los referentes más destacado se encontró, quien se conoce en la actualidad como el padre de la sociología, Emile Durkheim, que se puede decir que perfecciono este positivismo, definiendo la ciencia social, como el campo donde se estudien los fenómenos atribuidos a la sociedad en su totalidad, en lugar de centrarse en las acciones específicas de ciertos individuos, aquí entraran todas las disciplinas encargadas del estudio del hombre.

Partiendo de lo planteado por Durkheim con relación al campo social, se hace inevitable pensar que las funciones de la historia debían enfocarse en construir estudiar y analizar los grandes acontecimientos, que se formaban como consecuencia de las acciones humanas, pero evidentemente en ese momento del XVIII y el XIX nos encontrábamos en un periodo en el que la disciplina operaba mediante un ejercicio entendido como la simple narración de los hechos pasados, lo cual no demoraría en cambiar debido a los sucesos de las guerras mundiales, si bien esta desencadeno la preocupación por estudiar los fenómenos nacientes como las clases obreras, generando una fragmentación, en las distintas formas del pensamiento histórico, como por el ejemplo el marxismo y posteriormente las nuevas tendencias de la revista de annales, que presentaron nuevas formas para hacer historia alejadas del punto de vista político, enfocándose más en lo social, como la cuestión de las mentalidades para lo que fue necesarios el planteamiento de problemas a resolver o preguntas a solucionar.

Luego de haber contextualizado un poco acerca de los procesos que ha tenido que pasar la disciplina histórica, de ver las fragmentaciones que esta tiene con relación al pensamiento que han llevado a la redacción de la escritura historiográfica de diversas formas como consecuencia de los fenómenos sociales que se han constituido como objetos de investigación, nos centraremos en las siguientes hojas, específicamente en uno de ellos, la historia de las mentalidades, el punto de partida estará situando en la trayectoria y perspectivas de esta.

El ensayo tiene el propósito de realizar una exposición ordenada del tema antes mencionado, partiendo del análisis del texto de Alberro Solange y de bibliografía existente sobre la producción historiográfica referida a la historia de las mentalidades en función de la formación académica, ahora bien, este se presentara en forma dividida: por una parte, se intentara abordar el tema de la trayectoria y por otra parte, se analizara con una noción critica-analítica sus perspectivas

Teniendo en cuenta lo anterior será importante señalar que el concepto de “mentalidad” como tal es de origen antropológico utilizado por los psicólogos, en ambos casos se explica en buena medida que la historia allá importado de otra disciplinas ese concepto en Francia, en un momento en el que la historiografía francesa iniciaba un proceso de renovación en los temas, enfoques y problemas que plantean de la historia. Es decir un proceso que no solamente acabo siendo hegemónico sino que tuvo también una irradiación internacional importante.

1. Trayectoria de la historia de las mentalidades.

Basándonos en lo que aquí se pretende enseñar sobre su trayectoria, podríamos deducir que el historiador de hoy considera la mentalidad como algo nuevo. Tomando este sentido amplio, la historia de las mentalidades reconoce muchos antecedentes en la historiografía. Con otra terminología y las herramientas conceptuales propias de cada tiempo, siempre existió el intento de representar la manera de pensar de los hombres en sus diversas épocas y circunstancias. Se dice que esta tendencia se desarrolló solo en Francia y que luego gano adeptos sobre Inglaterra, Italia, EE.UU. y Alemania países donde algunos curiosos concibieron obras afines que giran en torno a las mentalidades, buscando con ello integrar la tradición literaria e historiográfica occidental como parte del esfuerzo realizado a favor de la comprensión del pasado.

Jacques le goff “comienza con el análisis del término “mentalidad”. El adjetivo “mental” viene del latín “mens” (espíritu), pero “mentalis” no se encuentra en el latín clásico, pertenece recién a la escolástica” pero “El término “mentalidades” no se impuso hasta la década 1960, durante la segunda etapa del desarrollo de la historia de las mentalidades, que corresponde a su difusión, vulgarización e incluso moda.” Febvre concebía una historia dominada por la psicología por ello “la presencia de consideraciones psicológicas es tradicional en la creación histórica, pero en sus orígenes apareció como complemento a veces armónico a veces polémico de la consideración arquetípica de los hechos” sin embargo, este se interesa más por la relación dinámica y a la vez dialéctica que une a un personaje con el contexto temporal y social que le corresponde.

Es importante señalar que el término “psicología” tiene un sentido amplio que le daba Henri Berr ya en 1911, cuando escribía: “finalmente la historia es la psicología misma; en el nacimiento y el desarrollo de la sigue” es decir quiso

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