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Peronismo


Enviado por   •  2 de Abril de 2013  •  2.161 Palabras (9 Páginas)  •  381 Visitas

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El periodo que abarca desde 1930 a 1943 evidentemente no puede ser caracterizado con buenos términos. En efecto, estamos hablando de uno de los periodos más negros y trágicos de toda la historia argentina donde la proscripción política, la violencia social, la crisis y los negociados económicos, el fraude electoral, la persecución y la falta de libertad estaban a la orden del día. Es la década que se inicia con el primer golpe de Estado de nuestra historia (6 de septiembre de 1930), es la década en la cual las cárceles se comienzan a llenar de presos (en especial, presos políticos en su mayoría anarquistas y comunistas), es la década en la cual la tristemente célebre “picana eléctrica” comienza a utilizarse, es la década del famoso Pacto Roca-Runciman, es la década de los negocios turbios, la década de la violencia como expresión común para disipar los conflictos (la famosa muerte del senador Enzo Bordabehere en plena sesión del congreso es un claro ejemplo). No en vano, este período que abarca casi trece años siempre ha sido catalogado utilizando nombres para nada positivos (entre ellos, República conservadora, Década Infame, Restauración conservadora, etc.).

Es preciso realizar un breve panorama acerca de los elementos que más caracterizaron a esta controvertida etapa de la Historia nacional. Como se dijo anteriormente, la Década Infame se inicia con un hecho infame: El 6 de septiembre de 1930 se lleva a cabo el golpe cívico-militar –el primero de una larga lista- que derrocará al gobierno constitucionalmente electo del presidente Hipólito Yrigoyen. Apenas iniciado el movimiento del “6 de septiembre” se va a encontrar en una seria dicotomía, generada por una división dentro de las fuerzas armadas y sus líderes –el general José Félix Uriburu y el general Agustín Justo -, una división que traspasaba a la sociedad entera. Los golpistas en el poder fluctuaran en el camino a seguir, y se dará una escisión dentro del mando, entre los que apoyaban una salida democrática e institucionalista (pero, obviamente, sin la participación del derrocado caudillo), y los que buscaban imponer una salida corporativista dentro de un marco autoritario. El grupo corporativista estaba liderado por el general José Félix Uriburu (también llamado Von Pepe por su simpatía con la tradición prusiana), un militar de corte nacionalista, católico y con tendencias fascistas. Uriburu abogaba por la instauración de un poder ejecutivo fuerte, que sea capaz de terminar con la amenaza “judeo-marxista” y el peligro “rojo”. De la misma manera, se buscaba realizar una reforma constitucional con el fin de instaurar un sistema de representación corporativo, para eliminar de esta manera a los partidos liberales (Partido Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Progresista) y a los “políticos de oficio” que no hacían más que “traicionar a la patria”.

El sistema de representación funcional -corporativo- ya estaba siendo practicado en otros países, siendo el ejemplo más conocido la Italia de Mussolini. La estrategia de Uriburu se centró en los ataques a la democracia, sistema al cual detestaba que se complementaba con un fuerte anticomunismo. De la misma manera, eran constantes los ataques al liberalismo (al liberalismo político, no al liberalismo económico). El objetivo que se perseguía era, en última instancia, la llamada “regeneración nacional”, una vuelta a una sociedad de tipo jerarquica, a imagen y semejanza de la sociedad colonial, con un fuerte Estado corporativo y un acérrimo catolicismo como guía espiritual.

Bien pronto “Von Pepe” se quedo aislado en el poder, y tuvo que dejar su lugar a Justo que en elecciones para nada limpias y sin la participación del Radicalismo (el partido más representativo de la escena política), accede al poder el 20 de febrero de 1932, abriendo la puerta nuevamente al fraude electoral como mecánica común para enquistarse en el poder.

En cuanto al plano económico, el liberalismo y las relaciones carnales con Inglaterra son los elementos que van a caracterizar este periodo. Es preciso aclarar que la década despierta con la “Gran Crisis del 30” (en realidad, la crisis se desata en octubre de 1929, cuando se derrumba la bolsa de valores de los Estados Unidos). Si bien Argentina logró salir relativamente rápido de la crisis (en comparación a los países de Europa o el mismo Estados Unidos), el embate dejara, sin embargo, grandes marcas en la economía. El hito que caracteriza a este periodo en cuanto al manejo de la economía es el famoso Pacto Roca-Runciman. Por medio de este pacto económico, Argentina se aseguraría la continuidad de las relaciones comerciales con Inglaterra y la compra de sus productos, pero a un muy alto precio para la soberanía económica. En efecto, a cambio del mantenimiento de Argentina en el mercado de la carne, Inglaterra obtenía grandes beneficios económicos (como el pago de la deuda, la compra de carbón, material ferroviario o textil, y las utilidades de las empresas británicas en el país) y un “tratamiento benévolo” a las empresas Imperiales ubicadas en el territorio nacional. Este no fue el único capítulo de esta historia, sino que las escenas de corrupción económica eran asiduas. El senador Lisandro de la Torre denunció los casos de corrupción y estafa que involucraba a importantes frigoríficos y a personajes muy importantes de la escena política. El conflicto finalizara con la muerte del senador Bordabehere, recibiendo en su cuerpo una bala que tenía como destino a Lisandro de la Torre, en medio de una agitada discusión en el senado.

La década transcurrirá entonces entre fraude, violencia y corrupción, y de esta manera se darán los cambios de gobierno. Al general Justo lo sucederá en el poder Roberto M. Ortiz (1938-1942), también utilizando el fraude electoral como modus operandis. Ortiz deberá dejar el poder en su vicepresidente Ramón Castillo (1942-1943), a causa de una enfermedad que le imposibilitar terminar con su mandato.

Si hay una palabra con la cual se podría denominar este periodo histórico, ella no sería “democracia”, ya que lo voluntad popular no se tenía en cuenta. Cuando hablamos de “Restauración Conservadora”, nos referimos a que volvieron a resurgir aquellas viejas prácticas y vicios con que tanto tiempo se mantuvieron en el poder los hombres del Partido Conservador.

3) Las causas del Golpe militar que se conoce con el nombre de “Revolución del 43” son de las más variadas, y los especialistas se inclinan más por la multi-causalidad que la uni-causalidad. En primer lugar, se podría pensar en un giro en las relaciones entre las Fuerzas Armadas y la clase política “infame”. Si bien es cosa sabida que las Fuerzas Armadas habían sido el sostén, el brazo armado y, en parte, el aparato

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