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Platon


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2014  •  Tesis  •  1.250 Palabras (5 Páginas)  •  596 Visitas

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1. Lee detenidamente el texto y responde a la cuestión que se plantea a continuación.

«Si, pues, el espíritu, por lo que al hombre se refiere, es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será, por relación a la vida humana, verdaderamente divina.

»No hay, pues, que prestar atención a las personas que nos aconsejan, con el pretexto de que somos hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, con el pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas inmortales.

»Sino que, en la medida de lo posible, debemos hacernos inmortales y hacerlo todo para vivir de confor- midad con la parte más excelente de nosotros mismos, pues el principio divino, por muy débil que sea en sus dimensiones, aventaja con mucho a cualquier otra cosa por su poder y su valor».

(Aristóteles, Ética a Nicómaco, X, 8, 1777c)

Cuestión

Sitúa brevemente el fragmento, haciendo referencia al tema y al autor.

2. Lean detenidamente el siguiente caso, reflexionen y respondan a la cuestión que se plantea a continuación.

Cinco sabios se reúnen tras la muerte de un amigo común. Cada uno de ellos reflexiona sobre su difícil enfermedad y su fallecimiento.

Así se expresó el primero: «Nuestra vida está sometida al azar, que afecta incluso a los dioses. Fue un hombre bueno, pero el destino siempre nos espera a la vuelta del camino, más allá de nuestras fuerzas y de nuestra libertad. Ya lo dijo nuestro gran poeta: “No haber nacido es, por encima de cualquier otro, el mejor premio”».

El segundo habló a continuación: «Ha sufrido mucho, pero no puede ser de otro modo. El mundo es una constante fuente de sufrimientos. ¿En qué se reencarnará? Esperemos que ya esté al fin de su proceso y pueda disolverse en la nada originaria a donde todo vuelve. No vale la pena inquietarse. Ya decía nuestro maestro: “Si tiene solución, ¿por qué lloras? Si no tiene solución, ¿por qué lloras?”».

Tras un rato de silencio, se oyó decir al tercero: «Así ha sido porque no podía ser de otro modo. La exis- tencia es como es y no puede ser cambiada. Su karma lo llevó a esa espiral de sufrimiento. Yo también espero que esta haya sido su última reencarnación y pueda volver al mundo espiritual, fundiéndose en el Absoluto divino. No debemos sorprendernos por ello. Como dice uno de nuestros libros sagrados, el Bhagavad-gita: “De igual manera que el alma encarnada pasa, en el presente cuerpo, de la niñez a la juventud y posteriormente a la vejez, esta pasa a otro cuerpo en el momento de morir. Una persona sen- sata no se siente confundida por semejante cambio”».

Así se expresó el cuarto: «Me alegro de que ya esté en paz. Recemos por él para que lo acoja la miseri- cordia de Dios. Su sufrimiento ha terminado. Ojalá lo acoja Dios, que es su Padre. Aunque ha sido duro estar a su lado en estos momentos, él ha sabido que todo esto tenía un sentido profundo: le ha servido para purificarse y para sentirse amado. Espero que el Señor le diga aquello que dejó por escrito: “Muy bien, siervo bueno y fiel, como has sido fiel en lo poco, yo te constituiré sobre lo mucho. Entra en el gozo de tu Señor”».

El último se levantó y dijo a los que lo rodeaban: «Dios lo sabe todo. Él está por encima de nuestros pen- samientos. Lo dice el Libro Santo: “La vista no le alcanza, pero su alcance es sobre todo la visión. Dios está por encima de toda comprensión; sin embargo, está familiarizado con todas las cosas”. Lo único inamovible es su rostro. Hay que aceptar y someterse a su voluntad sin pensar ni hablar. Ese es el camino de los que le son fieles, que son los que obtendrán la vida eterna».

Pregunta-guía

Expliquen a qué religión pertenece cada sabio e indiquen por qué.

3. ASÍS, UN ESPÍRITU ECUMÉNICO

Benedicto XVI vuelve

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