Populismo En Mexico

Ingreso, instituciones y desigualdad social

Mario Luis Fuentes*

Milenio

Abril 25, 2005

http://www.sep.gob.mx/wb2/sep/sep_SEP22Abril05

Fecha de Consulta: 26/04/05

Es necesario asumir que el desafío está en reconstruir nuestro orden institucional, engendrar una

transparencia real en el ejercicio del gasto y en que todos tengamos la capacidad de reconocer

cuando las cosas se hacen bien, y los gobiernos reconozcan cuando se han equivocado.

Recientemente ha sido publicada la nueva edición del Reporte de Indicadores de Desarrollo del

Banco Mundial. Este compendio de indicadores es una de las principales fuentes de información

que investigadores, políticos, medios de comunicación y agencias gubernamentales utilizan para

situarse en determinada circunstancia y para conocer sus avances en comparación a lo que hacen

o han dejado de hacer otras administraciones estatales. El Informe del Banco Mundial da cuenta

del tamaño de las economías, de lo que acontece en materias como salud y educación, y a la vez

muestra la magnitud del ingreso en los países y cómo a partir de la distribución de ese ingreso es

posible mostrar las contradicciones y tensiones que pueden registrarse en las sociedades.

Dos datos que aporta este informe del Banco Mundial sobre nuestro país son en varias formas

emblemáticos de los desafíos a enfrentar en distintas materias, en particular, en el área del

desarrollo social y humano. México aparece como la décima economía del mundo con un

Producto Interno Bruto (PIB) de 637.2 mil millones de dólares, lo cual representa una magnitud

relevante y sin duda muestra, al mismo tiempo, que nuestro país aún no ha logrado construir una

economía que incorpore a un mayor número de mexicanos al desarrollo, tal y como se muestra en

que hecho de que el 26 por ciento de la población de México vive con dos dólares diarios, esto es,

con poco más de 22 pesos diarios más de 27 millones de personas deben ver cada día cómo no

pueden satisfacer sus necesidades básicas y cómo la dinámica de la propia economía los excluye

de la posibilidad de obtener un empleo formal.

Más allá de pensar en diferentes formas de pobreza lo cierto es que con 22 pesos al día es

improbable que una persona pueda elegir un proyecto de vida y realizarlo en condiciones de

equidad, estamos entonces ante el desafío de lograr que estas casi tres decenas de millones de

mexicanos dispongan de más ingresos pero sobre todo de mayores capacidades, de una

educación de calidad, de acceso a los servicios

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