Porfirio Díaz

INTRODUCCIÒN

“El saber y el valor alternan grandeza. Porque lo son, hacen inmortales; tanto es uno cuanto sabe, y el sabio todo lo puede. Hombre sin noticias, mundo a oscuras. Consejo y fuerzas, ojos y manos; sin valor es estéril la sabiduría”.

El lenguaje empleado por Gracián no es fácil de entender. Para Gracián, la grandeza que podamos alcanzar depende de varios factores: del saber, es decir, de los conocimientos que tengamos en ciertos campos del conocimiento depende también del valor, entendida ésta idea como valentía, coraje, arrojo. “tanto es uno cuanto sabe”, y que “el sabio todo lo puede”. ¿Pero qué hay de Porfirio Díaz?

Porfirio Díaz es sin duda, una de las figuras más polémicas de nuestra historia. Atacado por unos y defendido por otros, sin embargo, el Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país.

Bajo su dictadura México consiguió un importante progreso económico. Aumentaron las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo consideramos que Díaz es un pilar importante en el desarrollo de México por todos estos avances.

Por otra parte, fue su delirio de grandeza el que lo empujo a intentar durar más tiempo en el poder, se sentía dueño del país. Además era malinchista, ya que consideraba que lo mejor provenía del extranjero. Trataba de imitar los estilos europeos, tanto en costumbres de la vida cotidiana como en modelos arquitectónicos.

Por lo tanto también es una persona que pudo estancarlo en sus últimos años de gobierno; ya que ya no pensaba en servir al país sino en que el país le sirviera. Quizás lo que le falto para que de verdad supiera apreciar lo extranjero, fue primero aprender a amar a sus raíces.

Su mandato se caracterizó por un crecimiento económico gracias a la inversión extranjera, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición y una muy desigual distribución de la riqueza. La Revolución acabaría con el gobierno de Díaz e inauguraría una nueva etapa para la historia de México.

EL HOMBRE DE OAXACA

Oaxaca fue durante la colonia un santuario Indígena, la colonia respetó a casi toda la población cambiando apenas la nobleza indígena, conservando la forma de vida que había predominado desde la época de los mixtecos. De entre ese mundo nació el 15 de Septiembre de 1830, el mixteco casi puro cuya biografía se entrelaza y confunde con la biografía de México por casi sesenta años: Porfirio Díaz.

A los tres años, Porfirio pierde a su padre, José Faustino Díaz, industrioso herrero y curtidor, su madre Petrona Mori, atendía el mesón de la soledad, además tenía a su cargo una escuela de párvulos. Ya hablando de Porfirio Díaz en 1843 como manteísta, inicia sus estudios en el seminario conciliar de la Santa Cruz. Pariente y protegido del arzobispo de Oaxaca, en 1840, deja el Seminario y se pasa al bando de los liberales, lo cual lo acerca a Benito Juárez y Marcos Pérez su nuevo protector. En el instituto de artes y ciencias estudia leyes y trabaja como bibliotecario, su maestro de derecho Civil fue Benito Juárez. En la revolución de Ayutla votó públicamente contra Santa Anna, allí inició con la carrera que lo lleva a la a Jefatura política de Ixtlan, donde por un año organizó el gobierno y la hacienda, comprendió muy pronto que el mando militar esta ligado al sentido de iniciativa, la capacidad de seducción y la popularidad.

Tenía una marcada afición por la milicia de allí que formara una semi organización de la Guardia Nacional con los que se presentaban espontáneamente, los alistaba y les hacia ciertas concesiones que sin lugar a dudas llamaba profundamente su atención.

Fue en la Guerra de Reforma, el acontecimiento que marc el parte aguas en la carrera de Díaz, pues sufrió su primera herida de guerra, y Benito Juárez le encomendó el gobierno y la comandancia militar del Istmo de Tehuantepec. El nunca dejó pasar la oportunidad de conseguir amistades que fueran útiles a sus propósitos, pues gracias a ello pudo sostener situaciones insostenibles. Aquella estadía política y militar de Porfirio en Tehuantepec, le aportoó el contacto vital con su raíz indígena. Todos los indígenas seguían a Porfirio como si en verdad fuera un gobernante indígena.

Otra de las posibles virtudes de Porfirio fue la de convivir de manera muy cercana con sus soldados, pese a ello, él no aceptaba críticas y fusila con libertad a sus prisioneros. Pero sobre todo, se afina su destino de manejar a los hombres, de adivinar pasiones y ambiciones y de aprovecharla.

Como buen líder, toma la iniciativa incluso en las batallas. En muchas ocasiones sacrifico el valuarte por el que peleaba en un principio, me refiero a la democracia. El hombre que, sacrificando la democracia, le pondría riendas al país para conducirlo por el camino no ensayado de la paz, el orden y el progreso material existía ya y ocupaba la silla presidencial.

LAS DOCE RIENDAS:

La experiencia política, militar y administrativa que acumuló en sus mas de 20 años de andanzas en las guerras y toda la sabiduría de sus antepasados la empleó con una sola idea: embridar ala nación y fortalecer su poder personal e instaurar el reino del orden y la paz, para ello requería la puesta enmarca de doce riendas::

Represión Y Pasificación: El decía que la sangre que derramó fue solo de gente mala, que la que salvo fue la buena, su lema era: Mátalos en caliente. La política de pasificación no reconoció límites, fue severísima con plagiarios y bandidos, una pieza clave en esta misión fueron los rurales, un cuerpo armado tristemente célebre los cuales protagonizaron los episodios mas brutales del régimen de la guerra del Yaqui. A partir de allí, comenzó una época de dominio absoluto. Aun en la guerra, el recurso específico de Porfirio fue siempre la astucia política. Quería dominar, no exterminar., según él en la política no tenía amores ni odios. Podía pagar con ingratitud, pero nunca con crueldad.

Control Y Flexibilidad con los Gabinetes y los Gobernados: El gabinete de

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