Posmodernismo y modernismo

La historia es un conjunto de hechos y acontecimientos que los hombres van dejando a su paso, como una marca en el tiempo que será recordada por futuras épocas, cada cultura tiene su época, su tiempo y su espacio para darse a conocer. El cambio evolutivo que sufre una cultura y a su vez determina el que esta pase a ser historia, debe ser visto como un fenómeno natural y esencial para el desarrollo de nuevas culturas.

En el caso de la arquitectura, el movimiento moderno ya no resulta adecuado para el siglo XX, los arquitectos siempre están pensando en nuevas formas de proyectar la arquitectura, y para ese entonces ya llevaba más de medio siglo de arquitectura moderna y no se daba a notar un cambio en la forma ortodoxa y repetitiva de proyectar dicha arquitectura, la cual para el siglo XX ya era una moda y como es sabido, las modas funcionan por temporadas. Debido a esto el posmodernismo sustituyo al movimiento moderno, como es común en la historia de la arquitectura: una cultura al pasar su momento es sustituida por otra cultura con nuevos ideales.

Un movimiento arquitectónico anterior al moderno fue el de la escuela Bauhaus, Dirigida en 1919 por Walter Gropius, en Weimar Alemania. La Bauhaus propuso un método analítico e inductivo para proyectar arquitectura sin ornamento ni simbolismo del pasado, basándose en reducir la estética hasta encontrar el estado más puro y natural de la arquitectura. Fue así que la arquitectura clásica del pasado no tuvo oportunidad de resurgir y se abrió el camino al movimiento moderno, con un cierto grado más alto de libertad para proyectar arquitectura.

Sin embargo quien revoluciono la forma de ver la arquitectura del siglo XX fue Le Corbusier con el proyecto de la Villa Savoye, en Poissy, Francia (1929-1931), Le Corbusier supo expresar bien los cinco puntos básicos que considera esenciales para la arquitectura moderna: Los pilotis, la planta libre, la fachada libre, la ventana continua y el techo con jardín.

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Villa Savoye, en Poissy, Francia (1929-1931), Le Corbusier.

Los pilotis: Funcionalmente como estructura para elevar y soportar la planta que sería habitada y dejar espacio vacío en el primer nivel.

La planta libre: debido a que el automóvil era una maquina muy útil para desplazarse en la ciudad y se pensaba que sería usado habitualmente en la modernidad, en este punto Le Corbusier plantea que se debe dejar libre el primer nivel para estacionar el automóvil.

La ventana continua: ventanas que recorrían la fachada de un paño a otro muy usadas por Le Corbusier para relacionar la obra con el exterior e inundar la casa con luz natural.

La fachada libre: Para complementar las ventanas longitudinales se proyectaba por delante de los pilares estructurales la fachada plana, liberándola de sus elementos estructurales y posicionándola en un primer plano para el observador.

El techo con jardín: este punto surge en preocupación por el medio ambiente, refiriéndose a la terraza o último piso y como el terreno se encuentra ocupando un área natural, el arquitecto plantea devolver ese espacio a su condición primaria con una terraza jardín.

Este pensamiento arquitectónico se vio reflejado en obras de otros arquitectos que al igual que Le Corbusier dieron uso de los materiales industriales, como el acero laminado, el hormigón armado y el vidrio plano, para proyectar su peculiar característica como lo son: plantas y secciones ortogonales, generalmente asimétricas, ausencia de decoración en las fachadas, grandes ventanales horizontales conformados por perfiles de acero y los espacios interiores llenos de luz. La intención de manifestar la forma siguiendo a la función, la luz, los colores claros pasando por la escala de grises y los volúmenes, se manifestaron siempre de la misma manera en los arquitectos modernos, llegando a un punto de agotamiento o cansancio en el modernismo, del cual algunos arquitectos se percataron y decidieron proponer su propio lenguaje, aunque no desapareciendo por completo a la esencia del modernismo, pero si complementándola de lo que le hacía falta, un simbolismo y una forma más comunicativa entre la arquitectura y sus habitantes, transformando la arquitectura moderna en lo que se denominaría posmoderno.

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