ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Pueblos Indigenas

yulijmz28 de Enero de 2014

4.505 Palabras (19 Páginas)274 Visitas

Página 1 de 19

Los popolocas son un grupo étnico de México que habitan en el valle de Tehuacán , Meseta Poblana: Tepeaca, Acatlan de Osorio, y una parte de la Mixteca oaxaqueña. El término "popoloca" no debe ser confundido con el término "popoluca" de origen similar pero usado para denotar a pueblos y lenguas no relacionados con los popolocas.

Historia

El gentilicio popoloca fue aplicado por los aztecas a todos aquellos grupos que no hablaban alguna de las lenguas del tronco nahua, más o menos inteligibles entre sí. Por lo tanto, el término tenía la connotación de extraño o extranjero y, a la vez, un sentido peyorativo de [[bárbaro|], “tartamudo” y “poco inteligente”. Los españoles usaron de igual manera este término, así como el de “chochos”.

En general se cree que la región de Tehuacán estuvo habitada desde tiempos inmemoriales por gente de procedencia Olmeca (otro nombre de carácter genérico). Basándose en datos arqueológicos se han establecido una serie de fases para la región de Tehuacán.

La invasión de la región por parte de los Mexicas que se inició durante el reinado de Itzcóatl, ocasiona el ocaso del poderío popoloca. Moctezuma Ilhuicamina conquista Tlacotepec y Tzinacatepec; Ahuízotl hace lo propio de los señoríos de Acatepec y Caltepec y Moctezuma Xocoyotzin somete finalmente a toda la región al vencer a los de Tehuacán y Tepexi el Viejo. Tan solo el Señorío de Cuthá, gobernado por Xopanatl conserva su independencia.

Los mexicas impusieron a los popolocas fuertes tributos consistentes en cargas de cal, huipiles, mantas teñidas en azul y negro, cueros de venado y cañas de otata, que servían de astas para las lanzas.

Con el auxilio de algunos de los gobernantes popolocas a los cuales permitieron conservar sus privilegios y un relativo poder, los españoles se adueñaron fácilmente de la región. La evangelización estuvo a cargo de los franciscanos, quienes en 1529 construyeron un convento en Tepeyacac y, alrededor de 1540 los de Tecamachalco, Quecholac y Tecali, los cuales sirvieron para iniciar la metódica catequización de los popolocas retardada por la dificultad de la lengua.

Ubicación y Medio Ambiente

En la actualidad la población popoloca comprende tres fracciones sin continuidad geográfica. Una situada al noreste de Tehuacán que abarca parte de los municipios de Tlacotepec de Benito Juárez y Tepanco de López; otra, al sur del propio lugar, incluye los municipios de San Gabriel Chilac y Zapotitlán Salinas y la última al norte de Acatlán de Osorio y al Oeste de Tehuacán, constituida por los municipios de Tepexi de Rodríguez, San Juan Ixcaquixtla, Santa Inés Ahuatempan y San Vicente Coyotepec. Cada una de estas tres zonas tiene sus características propias. Así, la primera se localiza en el llamado Valle de Tehuacán, de tierras fértiles, aun cuando las comunidades popolocas se ubican en partes montañosas a 2,000 o más metros sobre el nivel del mar, con escasas tierras cultivables. El clima es templado en verano y frío en invierno. La fauna es pobre, consistente en mamíferos menores y reptiles. Existen algunos reducidos bosques de pináceas, sin posibilidades de explotación forestal y frutales como la manzana, la pera y el durazno. La segunda se encuentra en la zona montañosa semidesértica, prolongación de la mixteca oaxaqueña, de clima contrastante y vegetación de xerófitas. La fauna es igualmente escasa, similar a la anterior. En esta zona se encuentran minas de ónix y mármol. La principal vía de comunicación es la carretera pavimentada Tehuacán-Huajuapan de León, Oaxaca, que comunica a la cabecera municipal de Zapotitlán Salinas, de la cual parte un camino de terracería a los Reyes Metzontla. La tercera zona pertenece geográficamente a la Mixteca Alta Septentrional, por lo cual su clima es también desértico extremoso, con la vegetación correspondiente. Los suelos están en un acelerado proceso de erosión, por lo que los terrenos cultivables escasean y la fauna es prácticamente inexistente. Los caminos principales son el pavimentado que va de Tepexi de Rodríguez a San Juan Ixcaquixtla y el de terracería que partiendo del primer lugar mencionado conduce a Acatlán de Osorio. Los datos relativos a la población popoloca son poco confiables. En las publicaciones del IX Censo de Población 1970 no aparece la cantidad de hablantes popolocas dado lo reducido de su número. Sin embargo, Meyer y Masferrer, basados en dicho censo consignan la existencia de 2 mil 500 hablantes de chocho-popoloca, mayores de 5 años de edad, considerando a estos dos grupos étnicos como uno solo. Algunos autores calculan su número de acuerdo a estimaciones de campo en 8 mil personas. El Centro Coordinador Indigenista Nahua-Popoloca de Tehuacán, dependiente de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en una investigación realizada, consideró una población aproximada de 10 mil popolocas para los municipios de Tlacotepec de Juárez, Tepanco de López, Zapotitlán Salinas y San Gabriel Chilac (ordenados conforme a su importancia numérica) y de cerca de 2 mil para los municipios de Tepexi de Rodríguez, Santa Inés Ahuatempan, Coyotepec y San Juan Ixcaquixtla, o sea, la tercera zona cercana a Acatlán. En su mayoría los popolocas son bilingües, hablando exclusivamente la lengua indígena materna los más ancianos.

Cultura y organización social

Idioma

La lengua que hablan en las comunidades popolocas son el idioma español y las diversas variantes del idioma popoloca.

Indumentaria

La indumentaria general en el hombre era el calzón de manta blanca, sostenido por una faja de algodón tejido, camisa de igual material, adornada con figuras bordadas con hilo rojo, sombrero de palma, sandalias o huaraches del tipo llamado “pata de gallo”.

La mujer utilizaba una falda hecha de una larga pieza de manta enrollada con una faja como cinturón, una blusa corta con mangas igualmente cortas y escote cuadrado, adornada con bordados hechos de hilo color rojo y rebozo.

Vivienda

La casa tradicional en las zonas semidesérticas es rectangular y se construye totalmente con materiales de la región, en un solar cercado por un muro de tepetate de poca altura. Las paredes están hechas de troncos de guaje, arbusto leguminoso o de quiote (tallo del maguey) unidos con mecates de palma. El techo de cuatro aguas es de palma o pencas de maguey, quedando en el vértice la denominada “oreja popoloca” que es una especie de orificio orientado en la dirección del viento predominante que corre a todo lo largo de la casa y permite la ventilación. Tiene puerta al frente y una pequeña ventana. El piso es de tierra.

La casa consta generalmente de un solo cuarto que sirve a la vez de recámara, comedor y cocina, aun cuando puede tener divisiones interiores de materiales ligeros. El mobiliario se compone normalmente de camas de otate o petates, bancos o sillas de madera, cajas de cartón o madera en las se guardan diversos objetos. En la mitad destinada a la cocina se encuentra el fogón y a su alrededor utensilios tales como el metate de tres patas, ollas, cántaros, cómales y cacerolas de aluminio que, al igual que ciertas prendas de vestir, cuelgan de estacas de otate incrustadas en las paredes.

También es frecuente, sobre todo, en el centro de los poblados semi-urbanizados, las casas de piedra hechas con grandes bloques de tepetate, las cuales tienen techo de teja o palma. Sin embargo, el cuarto o los cuartos de la casa de piedra muchas veces sirven tan sólo como granero o para recibir huéspedes, viviéndose en la casa tradicional construida en la parte posterior.

Economía

Los datos que se consignan a este respecto corresponden a la zona de Tepexi de Rodríguez, debido a la carencia de información sobre las otras dos, aunque es posible que puedan ser válidos en cierta medida, con relación a las mismas, particularmente en el caso de los Reyes Metzontla, también semidesértica.

Predomina el sistema privado de tenencia de la tierra, coexistiendo con el ejidal y el comunal. Empero, esta última se usufructúa de hecho como propiedad privada, ya que la parcela se considera como perteneciente a una determinada persona, la cual puede legarla a sus hijos. El problema actual es que en casos de necesidad pueden venderse, lo cual ha propiciado la concentración de la tierra en unas pocas manos a la vez que aumenta el ya de por sí alto número de personas carentes de tierras.

La agricultura representa la actividad económica fundamental en cuanto constituye la base de la subsistencia, pero no basta para asegurarla, porque es deficitaria. Así, el maíz, el principal cultivo, no se produce en cantidad suficiente y, es preciso adquirirlo con los comerciantes de los pueblos vecinos en la época de escasez. Esto, se debe a lo reducido de la parcela (una hectárea en promedio), a la mala calidad de los suelos, generalmente pedregosos, sobre todo, en las parcelas comunales y a las pocas superficies de riego disponibles.

Además, se cultivan aunque en pequeña escala el frijol y el trigo, éste último con fines comerciales por parte de quienes tienen tierras excedentes. El guaje, árbol leguminoso, es abundante y sus semillas crudas o cocidas sirven como alimento complementario, lo mismo que la tuna y diversos vegetales.

La ganadería es prácticamente inexistente. Solo se tienen algunos pequeños hatos de cabras, unos cuantos cerdos, pavos y gallinas, los cuales se venden en caso de algún apuro económico.

Una importante fuente de ingresos la constituye el tejido de palma, aun cuando no en forma de sombreros sino de petates, los cuales fabrican las mujeres y son adquiridos por los acaparadores locales a un precio muy inferior

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (29 Kb)
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com