RENACIMIENTO. La Basílica de San Andrés, en Mantua
Enviado por noexisted • 7 de Octubre de 2022 • Informes • 941 Palabras (4 Páginas) • 156 Visitas
EL RENACIMIENTO
La Basílica de San Andrés, en Mantua
Fue realizada por el arquitecto renacentista León Battista Alberti (1404- 1472). La obra fue encargada por el II Marqués de Mantua, Ludovico Gonzaga, y el lugar elegido fue el emplazamiento de un antiguo monasterio perteneciente a la orden benedictina. El templo debía albergar la reliquia más relevante de la ciudad, la sagrada sangre de Cristo, y tener la capacidad de reunir a los miles de peregrinos que llegan para adorarla.
La iglesia presenta una planta de cruz latina con un magnífico desarrollo interior. Los laterales de la nave son horadados con seis capillas laterales que se manifiestan de manera alterna: mientras unas capillas logran un impresionante desarrollo en altura, están abiertas a la nave principal, a través de un arco de medio punto y aparecen rematadas por una bóveda casetonada; las alternas son pequeñas capillas cuyo acceso se realiza a través de una sencilla puerta adintelada sobre la que aparece un enorme ovalo como motivo decorativo, estas capillas han sido traspasadas en el mismo contrafuerte que contrarresta los empujes de la bóveda de cañón que cubre todo el espacio.
La zona central se acopla como un gran arco de triunfo que sigue los modelos de la Roma imperial. Este arco hecho en ladrillo y recubierto con materiales nobles, funciona como pórtico de la construcción, y es flanqueado pilastras de orden corintio. La fachada aparece rematada con un frontón de tipo triangular. La gran innovación, ha sido crear un espacio armonioso y proporcionado, empleando elementos de la antigüedad pagana, el arco, reinventando su función y ubicación.
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Sagrada Trinidad con la Virgen, San Juan y donantes, de Masaccio
Es un fresco elaborado por el pintor italiano renacentista Masaccio. Está pintado en uno de los muros laterales de la iglesia de Santa María Novella de Florencia en Italia. Es la obra más célebre de Masaccio aparte de los frescos de la Capilla Brancacci. Las fechas de su creación varían entre 1425 y 1428. Su altura 667 centímetros y otros 680, siendo la anchura de 317 cm. Fue redescubierta en su integridad en 1861, después de ocultarse en el siglo XVI por un retablo de Vasari y un altar de piedra.
Las figuras de los dos donantes, representan otra importante novedad, ocupando el espacio propio del espectador, en frente del plano de la pintura, que está representado por las columnas jónicas y las pilastras de las que la falsa bóveda parece surgir. La pintura puede leerse en sentido vertical ascendente, como la ascensión hacia la salvación eterna, desde el esqueleto símbolo de la muerte hasta la Vida eterna Dios Padre, pasando por la oración los donantes, la intercesión de los santos San Juan y la Virgen, y la redención Cristo crucificado.
A la intención de realidad Masaccio suministra recursos tales como el claroscuro, que facilita sombras y luces en vez de un fondo plano, y un diestro manejo de las texturas y las gamas tonales para dar tangibilidad y solidez a los cuerpos. En la capilla representada se reúnen los elementos de la nueva arquitectura basada en los restos romanos y románicos de Italia. Incluso así, Masaccio traduce un gazapo de la época, que consiste en el número de los casetones de la bóveda, pares, mientras que en Roma siempre se realizaban en cifra impar. Por último, es considerada una de las principales obras de la pintura en la Edad Moderna.
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