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Recensión: El Holocausto


Enviado por   •  22 de Junio de 2014  •  6.725 Palabras (27 Páginas)  •  140 Visitas

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César Vidal

Recensión: El Holocausto

A propósito de la shoá

Por Mario Noya

César Vidal no sólo saca tiempo para escribir todos los libros[1], también para revisar los que ya ha escrito. Tal es el caso de El Holocausto (Alianza de Bolsillo), que dio a la imprenta por vez primera en 1995 y que ahora vuelve a poner, ampliado, a disposición del público.

En el prólogo a esta nueva edición declara que se vio impulsado a componerlo (ayer) y recomponerlo (hoy) tras constatar el desconocimiento generalizado que sobre el Holocausto –la Shoá[2], según la denominación preferida por los judíos- mostraba y muestra la sociedad española, así como por “la insoportable –e intolerable- frivolidad con que políticos, periodistas y gente de a pie utiliza términos como ‘genocidio’, ‘exterminio’ o ‘nazismo’, sin percatarse quizá de que el igualar posturas y conductas no pocas veces reprobables con el Holocausto tan sólo contribuye a minimizar e incluso a trivializar una tragedia humana cuyas características son realmente muy específicas” (p. 8).

Ha olvidado nuestro autor mencionar a los ejecutores voluntarios de semejante ceremonia de la confusión. Nos referimos, claro está, a los antisemitas que disfrazan su fobia, que tan mala prensa tiene, con otra que no la tiene tanto (ni siquiera un poco, por mejor decir): el antisionismo, e intoxican el debate público aseverando que Israel está haciendo con los palestinos lo mismo que los nazis hicieron con los judíos.

La obra, por lo demás, se divide en tres partes: Antes de la guerra (1933-1939), Blitzkrieg (1939-1941) y La “Solución Final”, complementadas con una conclusión (¿Por qué tuvo lugar el Holocausto?) y unos apéndices con abundante –e imprescindible- documentación.

César Vidal comienza su estudio remontándose no a 1933, el año del ascenso de Adolf Hitler al poder, sino a la Biblia, donde ya es posible rastrear la negra sombra del antisemitismo. Así, en el relato del Éxodo podemos encontrar una serie de medidas judeófobas que han acompañado, como si de una plaga eterna se tratase, al pueblo de David a lo largo de su milenaria historia: confinamientos, disposiciones encaminadas a reducir su número o convertirlos en parias, asignación de trabajos impopulares, etcétera.

Del antisemitismo egipcio pasa Vidal a dar cuenta del ejercido durante la Antigüedad Clásica, caracterizado bien por el desprecio que sentían gentes como Cicerón o Marcial por aquel pueblo incomprensiblemente monoteísta, bien por la aplicación de medidas que buscaban su asimilación forzosa. Entre éstas encontramos las debidas a Antíoco IV -“heredero iluminado del helenismo de Alejandro”-, que llegó a proscribir, so pena de muerte, el mero hecho de ser judío.

La siguiente etapa del camino nos sitúa frente al antisemitismo de cariz religioso, del que se han servido tanto los católicos como los protestantes (estos últimos en menor medida, sostiene Vidal) y los musulmanes. Así, sabemos que la persecución contra los israelitas arreció cuando la Cruz y la Espada decidieron unir sus destinos (s.IV d.C); que “junto a la condena ideológica vendrá la caracterización, falsa y maligna, de lo que se considera prototipo judaico”[3]; que Lutero reclamó para los judíos alemanes la misma medicina que se aplicó a los sefardíes en 1492[4]; que el califa Omar fue el primero en obligar a los hebreos a llevar ropas distintivas... y que en el mundo musulmán todavía hoy se utilizan los hadiths [sentencias y tradiciones] de Mahoma como soporte de la judeofobia rampante en aquellas tierras[5].

La Ilustración y el reguero de revoluciones que desató en Europa tampoco se vieron libres del virus que nos preocupa, como ilustran los escritos de Voltaire y las razzias perpetradas en tiempos de la Revolución Francesa. Por seguir con el Hexágono, no dejaremos de mencionar el tristemente célebre affaire Dreyfus, que tuvo lugar en una época de relativa calma social.

Sobre este poso histórico surgirá, en el Ochocientos, el “antisemitismo científico”, una vuelta de tuerca que pretende dejar al judío sin escapatoria posible, pues el prejuicio se asentará en su pretendida inferioridad natural, racial, científica con respecto a los demás seres humanos, y no en cuestiones de índole cultural o religiosa, que pudieran solventarse mediante la asimilación o la conversión.

Así, y siguiendo una línea que arranca con el conde Gobineau[6], pasa por Wagner[7], Nietzsche[8], Stewart Houston-Chamberlain[9] –incluso Darwin[10]- y continúa con el arianismo teosófico de Édouard Drumont[11], Jacques de Biez[12], Madame Blavatsky[13], Georg Lanz von Liebenfels[14] y Guido von List[15], acabamos dando con la Weltanschauung que rigió la acción política de Adolf Hitler, plasmada ya en su obra fundamental: Mi Lucha, donde encontramos –enumera sucintamente Vidal- “conceptos como los de la superioridad de la raza aria, el carácter perverso de los judíos, el proyecto de privarlos de su ciudadanía, las leyes eugenésicas, la necesidad de una nueva guerra mundial, el sometimiento de las razas inferiores e incluso el uso del gas para acabar con los judíos” (p. 27).

Éstos apenas representaban el 1% de la población en la Alemania de los años 30. Eran, en la inmensa mayoría de los casos, gentes de clase media, asimiladas por completo y desvinculadas de organizaciones específicamente hebraicas “o, aún menos, sionistas” (p. 30). Para muchos, esta ideología era “un asunto meramente austriaco”, apunta Vidal, haciéndose eco de las afirmaciones de Víktor Klemperer[16].

Pese a ello, o precisamente por ello, Hitler no les concedió un momento de paz. Así, el mismo día en que alcanzó el poder pronunció un discurso donde vaticinó el desencadenamiento de una nueva guerra mundial; una guerra que concluiría con “la aniquilación de la raza judía en Europa” (p. 31).

Las cifras, tan frías y abstractas como pavorosas, no dejan lugar a dudas: el Asesino –así, a secas y en mayúscula- estuvo a punto de conseguir su objetivo.

PAÍS POBLACIÓN JUDÍA VÍCTIMAS (mín.-máx.)

Polonia 3.350.000 2.550.000-3.000.000

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