Reforma y contrarreforma

La Reforma y contrarreforma

La reforma fue un movimiento protestante del cristianismo que inició en el siglo XVI a causa de los vicios y la corrupción de la iglesia, por la crítica humanista de los beneficios de varios clérigos. Tuvo como protagonista a Martín Lutero, un monje alemán, que logró cambiar la historia del continente europeo.[pic 1]

Los primeros indicios de este acontecimiento tienen que ver con las 95 tesis de Lutero en 1517, que escribió en forma de proposiciones que representaban quejas con el objetivo de cambiar varios aspectos de la iglesia. Se caracteriza también por la creación del purgatorio, un espacio de tránsito hacia el cielo donde se limpian los pecados con un tiempo indefinido, sin embargo, la iglesia se aprovechó de este ideal, y decidió crear también la “venta de indulgencias”, una carta que acortaba los años en el purgatorio, de un familiar o de la propia persona que compraba, una especie de anticipo. Tuvo grandes beneficios para el papa ya que estaba necesitado de dinero, para la construcción de la basílica de San Pedro, por lo que la indulgencia era un buen método económico.  Este fua la principal protesta y crítica en las tesis de Lutero.

En 1519, Lutero declara la Sola Scriptura, que afirmaba que solo aquello que estaba escrito en la biblia puede ser practicado, ya que esto estaba inspirado realmente en Dios, por lo que desmiente la existencia del purgatorio sustentando que este no es mencionado en la biblia., que le costó además la excomulgación a cargo del emperador Carlos V y convirtiéndose para los católicos en hereje, es decir, un delincuente. Junto a la invención de la imprenta, Lutero pudo aliarse ya que gracias a esto sus palabras recorrerían Europa, con voces contestatarias, Juan Calvino, Enrique VIII y Ulrico Zuinglio, que crearon también la iglesia anglicana y el calvinismo.

Federico de Sajonia, un príncipe de Alemania le ofrece protección a Martín en el catillo de Wartburg, donde pasa varios años traduciendo la biblia a alemán, y la doctrina reformista, siendo una figura necesaria para desencadenar el enfrentamiento entre oligarquías y el emperador. Por ello, la religión fue una excusa para causar una disputa, dejando una iglesia católica rota.  La consecuencia principal de la Reforma fue la división de Europa en diversas confesiones enfrentadas.[pic 2]

Tras la paz de Augsburgo (1555) entre Carlos V y los príncipes protestantes alemanes, se impuso la idea de que los súbditos estaban obligados a abrazar la religión de su señor, según la fórmula cuius regio, eius religio («tal es su país, tal su religión»), la nación se divide entre luteranos, quienes afirmaban que las personas no se salvaban por sus acciones sino por su fe, además de ser libres de predicar ya que todos tienen capacidades de leer la biblia, 2 sacramentos y el fin del culto a la virgen y a los santos; y los católicos, con sus ideales de la indulgencia.

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