Reseña "Los Esclavos Encontrados De Valle Nacional"

Jiménez Castrejon Eduardo

Melgarejo Huapen José Luis

Reseña “Los esclavos encontrados de valle nacional”

12 de septiembre de 2011

“Los esclavos encontrados en Valle Nacional”

Valle Nacional fue el peor sitio de esclavitud en el territorio gobernado por el

general Porfirio Díaz, los esclavos de este sitio mueren a los siete u ocho meses

que llegan ahí. Su explotación es brutal e inhumana, se trata de una región

tabacalera controlada por hacendados españoles, amos de los esclavos a los que

explotan hasta verlos moribundos.

Los esclavos de Valle Nacional no son indios, son mestizos mexicanos, artesanos,

artistas, trabajadores ordinarios que representan significativamente al pueblo

mexicano. Pocos de ellos son criminales, la mayoría son ciudadanos que respetan

las leyes, honestos y trabajadores, que sin embargo se encuentra atrapados

contra su voluntad.

Una de las causas por las que vallen nacional es sitio tan atroz es por su

geografía, este lugar es una cañada honda de 3 a 10 km de ancho, enclavada

entre montañas casi inaccesibles ubicada en el noroeste de Oaxaca, para llegar

ahí tiene uno que llegar al El Hule, la estación ferroviaria más cercana, para

después recorrer ocho kilómetros río arriba del turbulento Papaloapan.

Entre El Hule y Valle Nacional se encuentras cuatro poblados: Tuxtepec,

Chiltepec, Jacatepec y Valle Nacional, todos ellos ubicados a las orillas del río y

todo llenos de policías que están al asecho de esclavos que pretenden escapar de

valle nacional. El poblado de Tuxtepec (el más grande) cuenta con el mayor

número de oficiales diez, y once rurales.

El aislamiento es el factor clave que convierte a Vallen Nacional en el peor sitio de

esclavitud en México. Los trabajadores llegan ahí a base de engaños por parte de

los hacendados, pues al contratarlos les mencionan que los llevarían a otro lado,

ya que ningún trabajador en el territorio nacional estaba dispuesto a ir a la zona de

la muerte.

La otra forma de que trabajadores arriben a Valle Nacional es a través de los jefes

políticos (presidente municipal de la principal ciudad de su distrito) quienes en

lugar de enviar a los delincuentes a las cárceles, los venden como esclavos éste

lugar. Como los jefes políticos se guardan dinero de la venta de esclavos, arrestan

a todas las personas que puedan.

Así mismo existía otro personaje que formó parte de esta barbarie, se trata de los

enganchadores eran contratistas de obreros, protegidos y socios del gobierno. Los

métodos les los que se valía en enganchador consistían en abrir una oficina de

empleos, publicar anuncios solicitando trabajadores a los que se les otorgarían

altos jornales, casa cómoda, transporte libre y gran libertad en algún lugar al sur

de México.

A los interesados en el trabajo se les otorgaban cinco dólares por adelantado, los

cuales servían para retener a los obreros al argumentar que tenían una deuda

pendiente la cual pagarían con trabajo. A partir de ese momento eran

secuestrados por los enganchadores quienes después les hacían firmar un

contrato engañoso que los amarraría para siempre al trabajo en Valle Nacional.

La diferencia entre enganchadores, artimañas y faltas descaradas a los derechos

humanos en épocas del México Bárbaro no son tan distantes de un México

sumergido en el narcotráfico como el que se vive en éstas épocas. Lo único que

cambia con los años es la denominación de “puesto” o “cargo” de aquellos que

permiten que estas situaciones tan deplorables se sigan dando; y es que a pesar

de abolirse la “esclavitud” como palabra en diferentes aspectos, el sometimiento

basado en la vana jerarquía del poder se da día con día.

Así como Adolf Hitler trató de unificar Europa entorno a Alemania sobre bases

meramente maquiavélicas, la situación de esclavos en calidad de “mercancía” y

“ganancia” hizo de los episodios en Valle Nacional un símil de las terribles agonías

que alguna vez hicieron famoso a Auschwitz. Se podría decir que la muerte y

disposición de la vida de miles de seres humanos era un costo aceptable y que

redituaba ganancias como los monopolios de nuestra época.

Las trampas para disponer de una vida en la barbarie que vivió México son tan

parecidas como pequeñas cláusulas en un contrato bancario o ambigüedades en

cualquier tipo de fraude. En estos tiempos no se manejaban bienes materiales, se

manejaban vidas que habrían sido afortunadas de haber conocido las pólizas o

seguros de vida para dejar a los seres queridos algo en que sustentar la miseria.

El negocio de la esclavitud estaba muy adelantado a su época.

Maximizar ganancias reducir costos. Si una mujer era más barata que una

máquina bien valía dejarla morir mientras redituara trabajo que pudiera ser

cobrado. Los hombres eran más productivos ya que matarlos de hambre y

cansancio mientras rindieran sin parar salía más barato que brindarles una vida de

sobrevivencia por derecho humano.

Lo más triste de éstos episodios que forman parte de la historia de México, es que

son el punto de partida a una nueva era en la que la vida es el principal agente

maximizador de ganancias, el primordial medio de enriquecimiento para aquellos

que tienen como objetivo ganar sin importar a quien perjudican.

México fue y sigue siendo territorio de esclavitud porque entre tiendas de raya de

la época y tarjetas que se manejan a meses sin intereses en la actualidad, el

mejor negocio es endeudar a la gente. “Bárbaro” adquiere significados más y más

catastróficos por el hecho de que es más fácil y sencillo disponer de algo que

relativamente sale gratis, y más si ese algo es la vida de otro ser humano.

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John Kenneth Turner. México bárbaro, Cap. IV “Los esclavos encontrados en

Valle Nacional”. Leyenda. México. 2007. Pp. 47-57.

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