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Resumen De: Cavallo - Vezin - Baxandall - Varios Autores - Hobswan

sdpasto15 de Septiembre de 2014

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Resumen de: cavallo – vezin – baxandall – varios autores - hobswan

Modos de lectura medievales. CAVALLO

Occidente latino-Oriente griego

Bizancio y la lectura

El libro se encuentra como protagonista en la civilización de Bizancio. Así fue que permaneció viva la enseñanza pública y privada. Los que ingresaban a las instituciones religiosas, ya habían aprendido a leer y a escribir. De este modo, el libro siguió siendo una mercancía, producto de artesanos y copistas, como también lo fue el rollo, aunque con tipología diferente. En Bizancio, el modelo de lectura era el de la concentración total con el libro, pero igual se conservó el uso clásico grecorromano, lectura en alta voz, y en Occidente medieval, la lectura murmurada y silenciosa.

Occidente latino y lectura

En cambio, en Occidente latino, la lectura acaparaba playas y calles urbanas, como espacios de escritura, hasta que en alto medioevo se sustituyó por lugares cerrados como Iglesias, celdas, escuelas religiosas, entre otras. La lectura era limitada, vinculada con las sagradas escrituras o textos espirituales.

Dentro de estos espacios desarrollo cármina que abarcaba libros, lecturas y bibliotecas. También se encuentran las lozas funerarias con inscripciones dirigidas a un reducido número de lectores. Tras este pasaje “intelectual” abundaban las personas cultas.

Otro gran cambio de la alta Edad Media fue el paso de la lectura en voz alta, a la lectura silenciosa. Sus causas fueron que los libros se leían por motivos religiosos, siendo los mismos memorizados y pensados. Sin embargo, se leía poco y escribía mucho ya que era su forma de comunicar sustituyendo lo oral. El libro se convierte en un instrumento de salvación, símbolo de lo sagrado.

La escasez de lectura, impedía la lectura sonora por lo que se imponía la lectura silenciosa. Consecuentemente aparecieron los signos de puntuación para facilitar el entendimiento de lo escrito.

Los siglos entre final de XI y al XIV marcaron hito en la historia de la lectura. Al renacer las ciudades, se crearon las escuelas y así se empezó a gestar la lectura y consigo la escritura siendo su objetivo la difusión de la cultura básica. Ambas vinculadas entre si. Fue así que se empezó a leer más.

El modelo de lectura penetro lentamente en lo escrito. La escritura se transformó con el fin de ser más comprensible. Así nació el libro como instrumento de labor intelectual y pasa a ser la fuente del saber. También se sustituyo la lectura total y repetitiva de pocos libros a la de bocados y muchos libros.

Se paso de los adornos, párrafos realzados, florones a los signos de párrafo, capítulos. Al mismo tiempo se instauro un nuevo orden de los libros en las bibliotecas a partir de un instrumento de consulta donde se señalaba la colocación de los libros, era un sistema bibliotecario con un perfil arquitectónico de Iglesia Gótica. El marco que definía ese nuevo modelo de biblioteca era el silencio.

Edad Moderna, nacen los libros que eran consumidos por los mismos autores y redactados en lengua vulgar.

Otro modelo de lectura era el cortesano (altamente culto). Eran libros de entretenimientos, eran signos de cortesanía, obtenciones de riqueza (puede que su encuadernación sea muy cara), recibidos como regalos, su contenido ya no era religioso sino amoroso o de armas.

El humanismo irrumpió que aquella biblioteca y la lectura se esparció en los tiempos libres de recreo o dedicada en las estancias.

VEZIN. Fabricación del manuscrito

La revolución del Codex

El antiguo soporte, volumen (rollo), era un soporte que implicaba ciertas formas incomodas en su uso, por lo que la aparición de Codex (códice), conjunto de hojas plegadas, agrupadas en uno o mas cuadernos y cocida, permitió un manejo mas fácil desde muchos aspectos. La verificación de referencias por ejemplo, que en el rollo solo se memorizaba debido a la longitud del mismo. Esta nueva invención impuso el desarrollo intelectual.

Sin embargo, el uso del rollo persistió por varios años antes de la instauración del Codex. Los mismos, eran muy largos (hasta 10mts.) servían para transcribir procedimientos y documentos administrativos. También, se empleaban tablas de cera hasta fines de la Edad Media utilizadas como borradores.

En el III milenio A.c., los egipcios conocían el uso del papiro que devino el soporte privilegiado de la escritura en el mundo grecorromano. El papiro esta realizado por finas laminas de pulpa de caña dispuestas en dos capas perpendiculares una a la otra y pegadas. Este fue empleado por la transcripción de documentos. Pero al ser un soporte muy frágil sus libros desaparecieron rápidamente.

Nuevos soportes: pergamino y papel.

Desde el primer siglo de nuestra era, un nuevo soporte entra en uso, el pergamino.

Este calificativo alude a una leyenda transmitida, Ptolomeo prohibió la exportación del papiro para impedir el crecimiento de la biblioteca de su rival, Pérgamo. Con el fin de eludir esa prohibición los habitantes del rey Pérgamo, habrían inventado este nuevo soporte para la escritura. De ahí su nombre.

El pergamino era fabricado a partir de pieles de carnero o de cabra o de ternero. Su tratamiento partía de la limpieza de las pieles y luego de un proceso con cal para quitarle los pelos, luego se lo extendía sobre una tabla de madera y con un cuchillo se retiraba las impurezas y se lo dejaba secar. Para dejarlo apto para la escritura, se le pasaba piedra pómez y polvo de tiza.

Los tratamientos variaban según el tipo de pieles, por eso es que el aspecto de los pergaminos eran distintos.

La realización total o parcial de manuscritos en pergaminos teñidos en púrpura remonta a la antigüedad, eran los libros sagrados.

Al fin de la Edad Media, algunos libros preciosos son compuestos de hojas de pergamino coloreadas en negro.

Sin embargo, el uso del pergamino implicaba un problema económico, el de disponer de un numero de pieles para su trabajo lo que impuso a su vez, el comercio del pergamino.

En los casos en que las pieles escaseaban se reciclaban los pergaminos ya escritos, lavándolos. Estas pieles reutilizadas se las llamaba PALIMPSESTOS.

En los últimos siglos de la Edad Media, los escribas utilizaron un nuevo soporte de origen vegetal, el papel, difundido por los árabes. Los más antiguos manuscritos latinos sobre papel provienen de España. Italia también entro en contacto precozmente con este soporte. Es a partir de estos dos países, España e Italia, que su uso se difunde por Europa.

La industria papelera creció rápidamente, la multiplicación de los molinos de papel facilitaba su empleo para la copia de libros. Por otro lado, hasta es entonces, el papel fue muy costoso, un poco después de la aparición de la imprenta se fue abaratando.

Para la fabricación del papel se utilizaban trapos de lino no teñidos (también de cáñamo). Los trapos eran seleccionados y lavados, luego de haber fermentado, eran cortados en pequeños trozos y transformados en pulpa por morteros. Una vez triturados, la pulpa era transferida en una cuba o se la de la diluía en agua para que tome una consistencia más líquida.

Dos obreros transformaban esa preparación en papel, mediante un par de moldes (gemelos) que nivelaba la pasta y por lo tanto le daba el espesor deseado al mismo. Después se la coloca bajo una prensa para escurrir la mayor cantidad de agua posible. Seca, la hoja es permeable, para que pueda percibir la escritura, se la encola. A continuación, es puesta en una prensa y pulida.

Los cuadernos

Antes de utilizarlo para la escritura, el pergamino era sometido a operaciones complejas. Se trataba de formar los cuadernos que constituyen la unidad elemental del libro. Se cortaba en una piel el formato deseado para luego agruparlos, la misma cara contra la otra misma cara, así se le daba un aspecto mas agradable al futuro libro. Esta disposición era denominada Ley de Gregory (por el nombre del estudioso que ha dado la primera descripción).

En los scriptorias insulares, se encuentran los cuadernos que tenían sus hojas dispuestas con la cara de la carne contra la cara del pelo, esta disposición se daba ya que ambos lados tenían un aspecto muy similar.

Para la realización de un cuaderno se necesitaba una o dos pieles, salvo excepciones que llegaban a usar hasta cuatro.

Las dimensiones de los cuadernos de papel dependen del formato de las hojas que estaban plegadas in-folio e inquarto.

Los cuadernos de papiro tenían un número variable de hojas. Los cuadernos de pergamino seguían la regla de ocho folios (dieciséis paginas), habiendo excepciones. Los escribas insulares empleaban preferentemente cuadernos de diez folios.

A partir del siglo XIII, época de desarrollo de las universidades, el número de folios será mayor en muchos manuscritos.

El formato de los cuadernos, depende la materia empleada y a su vez, siguiendo ciertas reglas por cuestiones de estética y comodidad.

Formatos de toda suerte

Se ha notado visiblemente, que los escribas seguían ciertas reglas estéticas. Una nota del s. IX da razón a ello, donde daba indicaciones precisas para tallar el pergamino, para darle un formato casi cuadrado. Los formatos rectangulares son también muy antiguos.

Los libros más importantes son las biblias que pueden alcanzar formatos muy extensos. El formato de las obras era menor, particularmente para los leccionarios. Los libros portátiles, evidentemente son de tamaño más reducido para poder llevarlos. Ciertos libros

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