Resumen De Irena Sendler

Mientras el mundo se debatía en pensamientos revolucionarios, conquistas y guerras, en Polonia, Irena Sendler, una enfermera conocida como el “Ángel del Gueto de Varsovia”, llamada así por haber salvado la vida de niños judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando la Alemania invadió Polonia, Irena trabajaba en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, era la encargaba de proveer la alimentación a los niños pobres de la ciudad, en la que proliferaban campos que concentraban a judíos, en su mayoría niños, mujeres y ancianos. Miles morían a causa del hambre, las enfermedades infecciosas, o eran asesinados en los campos de exterminio.

El horror de la aniquilación de la especie humana en su forma más abrupta llevó a crear una sociedad clandestina a favor de los judíos. Irena era parte de esa sociedad, logró entrar a los guetos para rescatar la vida en medio de la muerte; brindaba ayuda a las familias y, para evitar problemas durante las inspecciones, registraba a sus miembros bajo nombres católicos ficticios o como portadores de enfermedades contagiosas.

Irena necesitaba una estrategia que le permitiera sacar del gueto a los niños judíos y evitar su triste final. Con el compromiso de que debía luchar por aquellos que necesitaban de su cuidado, consiguió algunos colaboradores y puso en marcha la gran obra de rescatar el mayor número de personas. Fue así, como contactó a cada una de las familias judías cautivas y les ofreció rescatar a sus hijos, con la única garantía de que no morirían en el gueto. Irena consiguió sacar de cautiverio a los niños en bolsas de basura, maletas, cajas de herramienta, ataúdes, y ambulancias.

Cuando los niños lograban salir, eran bautizados con nombres cristianos, los cuales Irena escribía en tiras de papel que guardaba en tarros que luego enterraba bajo un árbol de manzanas en un jardín vecino. Esperaba que, al cabo de los años, los niños pudieran reencontrarse con su pasado, y así poder disminuir algo de su dolor.

Cuando la descubrieron, privaron a Irena de la libertad, la sometieron a torturas y la condenaron a muerte; le quebraron los pies, pero nadie pudo quebrar su voluntad. Estaba dispuesta a ir a la tumba con el secreto.

El mismo día que la tenían predestinada a morir, milagrosamente fue dejada en libertad, aunque sentenciada a vivir en la clandestinidad. Al final Irena pudo, abrir el tarro con los nombres de los niños salvados.

La razón por la cual rescató a los niños, fue porque creía que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad, además recordando que la enfermería es un arte para proteger la vida de los demás.

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