SANTA INQUISICION

1-TORTURA DE AGUA.

La tortura de agua consiste en torturar a la victima haciéndola beber agua, sí es, se le limita el consumo del vino, de la cerveza o de cualquier otra bebida decente. Imagínese esa tortura, que para la cena en lugar de una buena copa de tinto para acompañar la pasta italiana le dieran pura y simple agua, o cuando fuese con sus amigos a ver un partido de fútbol ellos estuviesen bebiendo sus cervezas y usted no, sino insípida agua. Incluso por la mañana, donde usted cree que no debe beber nada, la Inquisición le tenga preparado su cereal favorito, pero en lugar de leche, sí, sólo agua pura limpia y fresca ¡que pesadilla! La víctima no tiene más remedio que rendirse y aceptar sus inculpaciones para que lo puedan quemar en paz.

2- LA PERA ORAL, VAGINAL Y RECTAL.

También llamado el vibrador que no vibra consistía en una cosa penosa que se introducía en el ano, en la vagina o en la boca, hasta ahí está bien la cosa, el problema es que tiene una perilla que se va girando para que esa cosa se vaya abriendo hasta quedar con 60 centímetros de circunferencia aún dentro del orificio, cosa que si no se estaba acostumbrado podía llegar a doler aunque algunos agarraban cierta afición. Con este se castigaba a las esposas infieles, a los esposos no infieles y a quienes no pagaban sus impuestos a tiempo. Actualmente se ha modificado su forma para hacerla menos punzante, con vibrador y poderla vender al mercado.

3- LOS AZOTES

Consiste en, ya saben, desnudar a la víctima y darle de latigazos (se recomienda que sea con algo que le duela, como un látigo). Muchas veces este tipo de tortura no puede ser muy efectivo con los famosos amantes del bondage, así que normalmente si descubrían que la víctima era uno de esos se le enviaba a la sesión de cosquillas, dónde de verdad era torturado. El traje que debe usar la víctima es completamente necesario, y no se le puede azotar sin él. ¡Recuerde lo que querría Jesucristo! Él fue azotado hasta más no poder, y lo más que quisiera es que algunos que otros pecadores fueran azotados también como él, ¿no? Como ya dijimos, los azotes, en algunos raros casos, pueden ser placenteros para la victima (y para el victimario) así que han dejado de ser un método bastante utilizado y que hoy en día es poco o nada empleado para castigar un crimen legal o religioso. No hay mejor manera que erradicar un brujo a latigazos.

4-LA RUEDA

El condenado era colocado en una rueda de carro, de manera que los tobillos tocaran la cabeza, para lo cual las piernas debían dislocarse hacia arriba, poniéndose los brazos de manera que recorrieran todo el perímetro de la circunferencia. Después, se enganchaba la rueda en un eje que a su vez se clavaba en el suelo, quedando la rueda elevada y en posición horizontal, con el condenado

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