¿Sabemos cómo alcanzar la felicidad?

Ensayo Argumentativo- 2do parcial de Filosofía

¿Sabemos cómo alcanzar la felicidad?

                                                                                   Agustina Puente 4to año

        Fecha de entrega: 10-11-2014

        Docente: Jimena Melián

  ¿Qué entendemos por Hedonismo y Felicidad?  Muchas personas solo entienden el significado de la palabra Felicidad, sin tener idea de lo que es el Hedonismo. Incluso tal vez, la idea de Felicidad que se tiene no es la ‘’correcta’’. A lo largo de este ensayo se explicará detalladamente cada uno de estos términos y su evolución a lo largo del tiempo; comenzando desde el período helenístico en el siglo III hasta la actualidad. Se verán comparaciones entre ambas épicas para encontrar semejanzas y diferencias con ayuda de fuentes extraídas de revistas, libros, la web, etc. Se comprenderá el grado de importancia al que han llegado los medios de comunicación en la sociedad y la influencia de ellos sobre los individuos. Al finalizar la lectura, cada lector podrá obtener a una idea personal sobre que son cada uno de estos términos y cómo podemos alcanzar la felicidad en la actualidad.

  El periodo helenístico comienza en el siglo III a.C con la conquista del imperio persa por Alejandro Magno, dándole fin al periodo antropológico (período en el cual el objeto de estudio de los filósofos era la vida del hombre en la sociedad; y la vida política se consideraba la culminación del hombre); y finaliza en el siglo II d.C.
Las conquistas de Magno significaron la expansión de la cultura y lengua griega lo que marcó grandes modificaciones sociales que, como consecuencia, llevaron al fin del ideal de la polis, las cuales pierden su autonomía y se presentan como provincias de un gran imperio; esto generó una nueva mentalidad y un nuevo espacio mental, de esta manera se produjeron cambios en todos los ámbitos del pensamiento.
Ante la desaparición de las polis y Alejandro Magno al poder, los griegos comprenden que la vida política no es tan necesaria como antes ya que el individuo desempeñaba muy poca o ninguna influencia en este ámbito. Esta pérdida de autonomía y libertad trae como consecuencia una importante crisis para los ellos.

  Por eso, en el periodo helenístico la filosofía pasa a preocuparse en alcanzar la felicidad personal dejando de lado el ámbito social-político. De allí surgió el hedonismo, esta denominación se le da a la concepción ética del placer como fin de la vida humana, como determinación del valor moral de una acción, la cual se centra en buscar el placer.

  Un ejemplo de filosofo griego de esta época, fue Epicuro de Samos quien nace en el año 341 a.C en Samos pero pocos años después, en el 306 a.C se marchó a Atenas, donde vivió hasta su muerte (en el año 270 a.C) y fundó su escuela a la que le llamo ‘’El Jardín’’ (debido a que las clases tenían lugar en el jardín de su hogar), era una escuela muy distinta a las demás, ya que, mas allá de efectuarse investigaciones filosóficas, era fundamentalmente el lugar de reunión de convivencia de amigos (admitiendo mujeres y esclavos) que compartían mismas ideas y una misma orientación vital. El objetivo de la filosofía en su escuela era la realización de una vida buena y feliz.
Epicuro fue autor de gran cantidad de escritos, aproximadamente 300, pero se han perdido muchas de sus obras. Entre las pocas obras que se han podido conservar encontramos la ‘’Carta a Meneceo’’ (conservada por Diógenes Larecio).

  En dicha carta se aprecia claramente la postura de Epicuro acerca de lo que es la filosofía para él y como la relaciona con la felicidad. Él asegura que la filosofía es estudiar los medios para alcanzar la felicidad, es decir, que es la forma que tiene el hombre de ocuparse de sí mismo para cuidar su alma, lo cual realiza liberándolo de pasiones y dolores que la perturban; esto lo argumenta al decir que cuando logramos alcanzar la felicidad lo tenemos todo, y cuando no la tenemos, hacemos todo por conseguirla.

  Incluso él ve en la filosofía un ‘’cuádruple remedio’’, debido a que, según él, ésta lo ayuda a liberar al hombre del miedo de los dioses, demostrando que, por su felicidad, no se ocupan de los asuntos humanos. Del miedo a la muerte argumentándolo al decir "cuando existimos nosotros la muerte no existe, cuando existe la muerte no existimos nosotros". También afirma que la filosofía demuestra el fácil logro del placer mismo. Y por ultimo dice que le demuestra al hombre la lejanía del límite del mal.

 Epicuro distinguió tres partes de la filosofía: La Ética, la cual aspira a decirnos en qué consiste nuestro bien, el camino conveniente a seguir, comportamientos que debemos evitar, y así establecer las normas de conducta. Para ello, se necesita de las otras dos partes de la filosofía; es decir, la Física, con el objetivo de adquirir un adecuado conocimiento del mundo y de la naturaleza humana. Y de la Teoría del Conocimiento (a la cual llamo Canónica) la que nos demuestra la capacidad de nuestros saberes lógicos así como los métodos adecuados que nos permiten distinguir lo cierto de lo erróneo.
El planteo hedonista de Epicuro corresponde a la parte Ética, ya que para él la Fisica y la Canónica son solo medios para alcanzar el placer, el cual define como la ausencia de dolor en el alma. En cuanto a la Ética, incluye consideraciones psicológicas o relativas del alma. Por todo eso es que, a la hora de elegir una acción, el hombre debe tener como criterio si esta contribuye al placer evitando el sufrimiento y la inquietud o no.

  Epicuro considera al placer como criterio de elección o rechazo de acciones. Y dentro de los placeres reconoce dos tipos: el placer Estático, que consiste en la ausencia del dolor absoluta; y el placer en Movimiento, el cual consiste en el gozo o alegría del momento.
Para explicar esto tomaremos el caso de sentir hambre; para saciar esa molestia, el hombre acude a calmarla comiendo, en el momento en el que come, está en un placer en movimiento, hasta que ya no tiene hambre, y ahí es cuando se llega al placer estático, es decir, el momento en el que logra saciar su hambre. Por lo tanto, para Epicuro, el hombre siempre busca el placer estático, dado que el objetivo del placer en movimiento es llegar al estático y así alcanzar el placer total, el cual nos lleva a una vida feliz.

  Dicha vida consiste en alcanzar la salud del cuerpo (aponía) y también la imperturbabilidad del alma (ataraxia); lo argumenta planteando que todas nuestras acciones tienen como fin alcanzar ambos aspectos para evitar el sufrimiento y la inquietud; y una vez que lo logramos dejamos de buscarlos. Para él el placer establece el principio y fin de una vida feliz, de manera tal que buscamos saciar nuestras necesidades solo ante su ausencia.

  Epicuro clasifica las necesidades o deseos en: Naturales, las cuales son necesarias para la vida en sí. Y En Vano, las que pueden complacer al hombre pero no son esenciales para la vida (por ejemplo tener un auto); y, al no ser esenciales, sugiere el rechazo absoluto a este tipo de necesidad. Por otro lado, dentro de las naturales distingue dos tipos: Las Innecesarias,  y Las Necesarias. Las innecesarias no son fáciles de dominar, pero se debe hacer lo posible por hacerlo, un claro ejemplo es tener sed y tomar coca-cola o cualquier refresco en vez de agua. Y las necesarias pueden serlo tanto para la felicidad, para la salud del cuerpo, o bien para la vida misma, son fáciles de satisfacer y esenciales para la vida, por ejemplo dormir. El filosofo plantea que solo hay que satisfacer los deseos Naturales y Necesarios, ya que son los esenciales para la vida, rechazando y abandonando el resto y así poder llegar a una vida feliz. El hombre debe saber elegir y rechazar los deseos teniendo como criterio si pueden alcanzar o no la aponía y la ataraxia para, de este modo, alcanzar una vida feliz. No todo placer es deseable ni todo dolor debe rechazarse, debido a que un placer puede llevarnos a un dolor mayor o un dolor puede llevarnos finalmente a un gran placer; por eso, debemos calcular y saber considerar las ventajas y molestias que brinda cada uno.

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