Sucesión presidencial 1910 - México

SUCESION PRESIDENCIAL DE 1910

Existía un descontento dentro de los grupos sociales (la generación maderista compuesta por jóvenes de la clase media urbana, estudiosos, a quienes no incorporaban para ejercer profesionalmente) quienes empezaron a encontrar defectos a la dictadura de Porfirio Díaz que comienza a restar admiradores y a sumar críticos tachando al gobierno de extranjerismo desmesurado, buscando la libertad, orden y progreso.

Las manifestaciones hostiles al régimen surgieron a principios del siglo XX, sin embargo, todo intento se comenzó la persecución de todo tipo de oposición al régimen porfirista. Pero la inconformidad con el gobierno cada vez aumentaba su presencia en la clase obrera desafiando a los patrones y con el clero.

Con esto surgen tres conflictos fuertes:

1. La Huelga de Cananea: masacre de la policía de Estados Unidos a trabajadores mexicanos como resultado de movimiento laboral en contra de agravios y preeminencia de norteamericanos.
2. El problema con los Ferrocarriles del Norte: conflicto de huelga de mecánicos.
3. La protesta del Río Blanco: movimiento de obreros textiles como resultado de una disminución en los salarios y explotación, buscan la mediación del gobierno, los patrones cierran las fábricas debido a la mediación de Díaz.

La situación interna empeoro a partir de 1908, desde cuestiones ambientales, económicas, comerciales y la intervención de la opinión pública estadounidense intensificó el disgusto social.

Surgieron diferentes partidos políticos de oposición al gobierno porfirista, pero al final solo quedaron el Club Antirreeleccionista fortalecido después con la alianza del Partido Nacional Democrático bajo el lema “Efectividad del Sufragio y No Reelección” liderado por votación Francisco Madero y el Reeleccionista con Porfirio Díaz. El Partido Antirreeleccionista prometió usar la fuerza si ocurría fraude electoral.

Pasados los festejos con motivo del Centenario de la Independencia, Porfirio Díaz y Ramón Corral fueron declarados reelectos el 4 de octubre de 1910. Los reeleccionistas escapan para preparar las bases financieras, militares e ideológicas para la revolución para desconocer el gobierno de Díaz y a las autoridades a cargo del voto popular. Durando las operaciones entre noviembre de 1910 hasta mayo de 1911 con el exilio de Díaz, no sin antes proponer reformas a la constitución como: la no reelección, el castigo pronto de abusos cometidos por instituciones oficiales y gobernadores, el sufragio efectivo, reorganización del poder judicial para independizarlo del ejecutivo.

La opinión internacional sobre la situación revolucionaria comenzaba a tomar en serio los movimientos, debido a que no había pasado mucho desde la celebración del Centenario incluso la prensa elogiaba el gobierno de Porfirio por lo que no podían creer, hasta dieron cuenta que el régimen no podía apagar los movimientos, llegando a malinterpretar reviviendo algunas situaciones como el interés de Estados Unidos por Baja California y como Díaz cedería territorio a cambio de apoyo, o simplemente intervendrían para salvar sus inversiones; EEUU confió en que Díaz restablecería el orden pero surgieron dudas por lo que el presidente de EEUU Taft propuso enviar una movilización de 20,000 hombres a la frontera con México y barcos de guerra a los puertos.

Los diferentes movimientos de oposición (maderista, floresmagonistas) tuvieron que escapar a los Estados Unidos debido a la persecución del gobierno porfirista, quienes después se reunieron con simpatizantes del movimiento revolucionario y organizaban juntas para la difusión de sus ideas por medio de fuentes periódicas como Regeneración y El Monitor Democrático, juntar fondos para la compra de armas, provisiones y el reclutamiento de hombres.

Pero la persecución comenzó, e incluso hubo aprehensiones y castigos para los opositores del gobierno porfirista, apoyado por el gobierno de EE. UU. quien deseaba que Díaz se mantuviera al poder sin tener que intervenir quebrando su la Ley nacional o el estado de neutralidad.

Las intervenciones de los Estados Unidos y los conflictos con los connacionales (como el linchamiento de Antonio Rodríguez en Texas) ocasionó un descontento con el país vecino, creando manifestaciones antiestadounidenses. Sin embargo, EEUU sentía la necesidad de movilizarse para apoyar como un “cumplimiento de un compromiso internacional y una aportación a la paz y el orden”, pero no podían repetir la situación de Texas debido a la postura internacional que adoptarían tras otra invasión al Estado mexicano, especialmente con los latinoamericanos, además de que la prioridad del movimiento en México era revolucionario, si hubiera alguna intervención, habría una unificación de los movimientos en México para defensa de la soberanía y territorio.

La Revolución cundió en todo el país con los movimientos armados, no obstante en algunas poblaciones de EEUU algunos porfiristas trataron de conseguir la paz por medio de pláticas con los revolucionarios, pero la Revolución se acrecentó con manifestaciones tumultuosas y sangrientas que exigían la renuncia de Díaz, la cual se llevó a cabo con la firma del Tratado de Ciudad Juárez el 25 de Mayo de 1911 para evitar más derramamiento de sangre, la ruina del crédito de la nación y “por temor a un conflicto internacional”, especialmente Madero y Díaz querían evitar la intervención de Estados Unidos en México.

EL JUEGO DE LAS POTENCIAS

Gran Bretaña: se encontraba en una lucha defensiva política y económica con las potencias mundiales, particularmente EEUU y Alemania; además perdieron una relación especial que habían establecido con Díaz, debido al trato favorable que brindaba y que llevaba un contrapeso en la influencia estadounidense, al principio se mostraron optimistas en que Díaz controlaría la situación, pero se percataron de que sería imposible y  temían que provocara la invasión militar de EEUU, además de la preocupación de un sentimiento antiextranjero. El gobierno británico presionó a los Estados Unidos para que cumpliera con la Doctrina Monroe y mantuviera la paz en América Latina de lo contrario Europa intervendría. Además, le fue asegurado por medio del encargado de negocios británico que los intereses serían respetados. La medida más drástica fue la desembarcar marines durante 17 horas en San Quintín para hacer valer sus intereses.

Japón: Las relaciones incrementaron durante el gobierno de Díaz, sin embargo, se interponían intereses con Estados Unidos mediante tensiones conflictivas, como la migración japonesa en las cosas de Baja California provocando problemas económicos y sociales como el racismo.

Alemania: La relación con Alemania tuvo una importancia relativa, puesto que Alemania no quería verse involucrada en un conflicto directo con EEUU sino que buscaba utilizar a México contra Estados Unidos, con una relación de carácter militar y comercial , apoyando a instruir las fuerzas militares mediante el envío de instructores y siendo el segundo país con mayor número de exportaciones a México, no obstante tras ver el régimen de Díaz desmoronado trasladaron su confianza a los revolucionarios, por lo que las actitudes de los comerciantes diplomáticos y financieros fueron favorables para los revolucionarios.  Madero quedó atrapado en las garras de régimen vencido, por lo que no pudo dar mayor cohesión debido a que quiso hacer las cosas sin derramamiento de sangre, por lo que aceptó la transacción de Ciudad Juárez, proponiendo a Francisco León de Ibarra como presidente interino quien convocaría a elecciones generales con quien surgieron diferencias.

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