Teatro Barroco

El teatro barroco.

Juan Diego Molina Méndez.

El término barroco está importado desde la pintura, arquitectura y escultura hacia el teatro, en todas las artes anteriormente enumeradas hay características comunes que hacen que sea posible agruparlas a todas bajo el término “barroco”.

En la época barroca se produce un aumento en la teatralidad en la vida, por ende, esta se hace notar en las artes.

Se debe notar que entre el renacimiento y el barroco se encuentra el manierismo, aunque no hay barreras claras que delimiten los límites entre uno y otro. Durante este periodo se continúa con la estética establecida durante el renacimiento.

Si durante el renacimiento se buscaba el equilibrio, el clasicismo y armonía, y durante el manierismo se pasó a apreciar la ornamentación y dinamismo, durante el barroco las artes estuvieron muy encaminadas a la defensa de la contrarreforma y tendencia a una gran movilidad y dinamismo.

Ese dinamismo busca marcar el fluir de la vida, no sin dejar de marcar cierto temor al pasar de la vida, Ante el rápido paso de la vida, durante el barroco los sentimientos tienen una gran importancia, porque se les ve como la forma de aprovechar la vida pese a su rápido paso.

Durante el barroco es cuando se crean los primero grandes escenarios destinados únicamente para el teatro, esto como parte del marco de suntuosidad y majestuosidad propias del teatro de la época.

En las épocas anteriores, las obras teatrales se representaban en espacios al aire libre y sin mucho refinamiento, pero ahora los teatros serían edificios majestuosos, y más aún aquellos destinados para el rey, por ejemplo el estanque del Palacio del Buen retiro sirvió como entorno para algunas representaciones teatrales. También en interiores se llevaban a cabo las representaciones de obras del siglo de oro.

La espectacularidad auditiva y visual de las representaciones, sumada a los efectos logrados con la maquinaria, creaba ese ambiente de recargamiento y pompa que se buscaba en el barroco.

Pero el barroco en la literatura española no debe ser entendido como una pura búsqueda de recargamiento, porque también en el también hay retórica.

La literatura barroca en España va más allá de una utilización de los modelos clásicos, porque se intentaba buscar novedades, esto se hacía con el ánimo de llamar la atención del lector, para esto había que romper reglas clásicas y hacer que las nuevas ideas ocuparan el lugar dejado por las anteriores.

El apelativo de Siglo de Oro, debido a las conexiones obvias entre política y literatura o arte, ha dejado de ser utilizado solo para las artes. Esta época esta caracterizada por la crisis política española, además de las influencias religiosas y sociopolíticas marcadas por la contrarreforma.

El término “comedia” en el Siglo de Oro Español incluye comedias, tragicomedias y tragedias. Se buscaba la representación de escenas de la vida diaria y acciones del pueblo.

Había en el barroco una gran cantidad de temas, se buscan temas sobre los que escribir en la literatura antigua, el romancero o en los poemas épicos medievales, el contexto histórico propio de la época inspiró también muchas de las obras literarias de la época, como la política la religión o la sociedad. Esto último es significativo, porque marca la posibilidad del pueblo de opinar con libertad sobre los temas públicos.

El tema de la religión y la literatura del Siglo de Oro es un tema que debe ser tocado con mucho cuidado, pero llama la atención la relajación de la censura en las parodias religiosas, a pesar del especial cuidado en la censura de la literatura debido a las herejías surgidas en Europa durante el siglo XVI.

En esta época también se empiezan a obviar las mediadas de tiempo real en la literatura, las acciones en ella realizadas no están condicionadas por un sistema de veinticuatro horas.

Una importante característica del teatro barroco es la división de la obra. Los escritores de la época generalmente dividían la obra en tres o cuatro jornadas o actos,

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