Teatro Peruano
karlagilespinoza7 de Octubre de 2013
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Teatro Peruano
Y
Latino-americano
"Un actor debe trabajar toda su vida, cultivar su mente, desarrollar su talento sistemáticamente, ampliar su personalidad; nunca debe desesperar, ni olvidar este propósito fundamental: amar su arte con todas sus fuerzas y amarlo sin egoísmo"
Introducción
Este es un espacio dedicado a la evolución del teatro peruano para poder darnos cuenta como con el transcurrir de los años este arte se ha ido propagando por el mundo y mejorando en nuestro país desde una perspectiva no solo cultural sino, para el por medio del arte transmitir a sus espectadores mensajes constructivos para su vida social.
El teatro tanto en Latinoamérica como el Perú a lo largo de la historia ha sufrido una serie de adversidades para poder consolidarse culturalmente.
Sin embargo ha logrado surgir exitosamente hasta nuestra época actual. Logrando captar la atención de todas la generaciones.
Nació en la época Prehispánica con las mismas representaciones religiosas hacia la época. Se inició significativamente en la etapa virreinal con el costumbrismo plasmando una realidad peruana de forma satírica haciendo crítica al ambiente colonial.
Luego siguió en la época de la republica enfocándose en sus defectos afinanzando los valores locales. Entre los siglos XIX y XX se perdió la esencia de la cultura teatral volviendo complicado el nivel alcanzado en el pasado, obteniendo la atención la ate del público español mas no un apoyo nacional.
Con el pasar del tiempo actualmente estamos viviendo una cultura teatral enriquecida que poco a poco adquiriendo una aparición tanto nacional como extrajera.
El Teatro Quechua y su influencia durante la conquista y la república: Nació de una manera espontánea que permitió marcar el inicio de una etapa que llegaría a desarrollarse hasta el presente.
En esta época prehispánica se mostraba con las mismas representaciones religiosas hacia sus creencias de la época.
Este hito marca un camino que va desde los inicios hasta etapas diferentes, demostrando una cultura arraigada a sus tradiciones y los recuerdos de sus antepasados.
ETAPA COLONIAL: El inicio formal del teatro.
ÉPOCA DE LA REPÚBLICA: Se inició significativamente en esta etapa con el costumbrismo, plasmando una realidad peruana de forma satírica haciendo crítica al ambiente de la república.
ÓPERA: Inicios de la ópera y su evolución a través de los años.
POSGUERRA: Luego de la guerra con Chile, el teatro tomó un nuevo giro. El teatro culturizó y entretuvo a la gente.
SIGLO XX: Se pierde la esencia de la cultura teatral volviendo complicado el nivel alcanzado en el pasado, obteniendo la atención del público español mas no un apoyo nacional.
Historia del Teatro Peruano
En el proceso histórico del teatro en el Perú destacan los esfuerzos colectivos que han hecho posible la continuidad del quehacer teatral.
Es importante resaltar el trabajo del dramaturgo Sebastián Salazar Bondy (1924-1965) con El fabricante de deudas (1962) y Rabdomante (1965). En sus obras aborda temas de la realidad social de su país en tono de farsa y basado en técnicas brechtianas. Bondy becado por el gobierno francés cursó algunas materias en el Conservatorio Nacional de Francia.
De vuelta en su país fundo el Club del Teatro de Lima, que ha ejercido una función renovadora en el teatro peruano. En 1947, su primera obra, Amor, gran laberinto, obtuvo el Gran Premio de Teatro, que volvió a merecer en 1951 con Rodil.
En la actualidad de los grupos peruanos se destacan Miguel Rubio y Teresa Ralli (Yuyachkani) Alberto Isola (Teatro Ensayo), Carlos Cueva (La Otra Orilla), Luis Ramírez.
En el Perú, como en la mayoría de los países de América Latina, el teatro ha tenido que luchar contra una serie de circunstancias adversas, llevando una vida accidentada que se inicia significativamente en la etapa virreinal con el costumbrismo de Juan del Valle y Caviedes y Pedro Peralta y Barnuevo, quienes enlazan los siglos XVII y XVIII con ágiles entremeses y fines de fiesta de comedias, abriendo las puertas, en forma inesperada, a la vena criolla en cuadros en los que aparecen limeños y serranos, mineros ricos, caballeros solemnes, sacristanes y beatas de convento, bajo una concepción crítica del ambiente colonial.
En el primer siglo de la república, aunque los poetas románticos utilizaron el teatro como medio de expresión, destaca nítidamente la dramaturgia de Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Ascencio Segura, dos diestros artífices que calaron en la esencia del estilo y el sentir nacional. Ambos usaron el escenario para afianzar los valores locales, criticando con gracia los defectos de la joven república.
Felipe Pardo y Aliaga buscó las formas europeas de carácter neoclásico para escenificar ambientes elegantes y moralizadores. Fue hijo de un alto funcionario español.
Durante la guerra de la independencia abandonó el país y radicó en España, donde entró en contacto con importantes literatos de la época. A los pocos años de forjada la república vuelve a Lima e inicia con Segura ese mundo de la comedia costumbrista, en el cual la sala de la casa en el escenario donde ocurre toda la acción.
Manuel Ascencio Segura, con un lenguaje llano y salpicado de peruanismos, fue el defensor de lo popular, de lo campechano, del criollismo que abogaba por divertir con un tema y una expresión local. Segura fue hijo de unb teniente de ejército español y luchó en las tropas realistas. Esta experiencia lo haría más tarde ser uno de los críticos más feroces del militarismo y el caudillismo de los primeros años de la república.
Obras como "Amor y Política", "El Sargento Canuto" y "Ña Catita" atestiguan la influencia del teatro de comedias de Moratín, aunque el mérito y la originalidad están en la representación jocosa de los vaivenes dramáticos de los problemas sociales de aquellos años luminares de la república.
Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX hubo una carencia tal de estímulos que naufragaron los diversos esfuerzos individuales para mantener el nivel alcanzado. De este modo, Felipe Sassone obtuvo el halago del público no en el Perú sino en España. Y el caso de Leónidas Yerovi no deja de ser menos dramático. Desaparecido tempranamente, pudo sin embargo escribir obras importantes como "La Salsa Roja", "La de Cuatro Mil" y "Domingo Siete". Yerovi, inscrito en el costumbrismo de Pardo y Aliaga y Segura e influenciado por el sainete argentino, alternó el humor dislocado con el sentimentalismo ingenuo, dejando de lado el mensaje moral de antaño.
Su escenario no fue ya el fino salón amoblado, sino un mísero cuarto de pensión limeña en "La de Cuatro Mil", una obra innovadora y revolucionaria.
La dramaturgia social de César Vallejo, escrita en París, refleja los dramas de tendencia cosmopolita y regional. Sin embargo sus conceptos teóricos y artísticos no ejercieron influencia en su época. Fue recién en las últimas décadas del siglo XX cuando Vallejo comenzó a ser tomado en cuenta como dramaturgo.
En el Teatro Campoamor (situado en el jirón de la Unión) actuaba con el inusual éxito Carlos y Ernestina Zamorano, y Teresita Arce. No obstante, en los años 30, el interés por el cine hacía languidecer el teatro. Los pocos espectáculos en vivo que se daban ofrecían sainetes y revistas musicales, distinguiéndose "El Trío Esmeralda" y la Compañía Infantil Hermanos Gassols que estrenó en 1934, con un plantel de niños entre los 5 y 12 años, "Molinos de Viento", en el Teatro Ideal del Callao.
El grupo, en actividad hasta el año 1940, recorrió toda la costa del Perú, ofreciendo funciones de comedias, operetas y zarzuelas, actuando inclusive en Chile, Bolivia y Argentina.
Hacia fines de 1939, Manuel Beltroy, siguiendo el modelo del Teatro del Pueblo de Argentina, fundó un Teatro de Arte en la Universidad San Marcos. Con la colaboración del actor uruguayo Hugo D´Evieri, instaló en el Instituto Musical de Carlos Sánchez Málaga las bases de lo que fue el Teatro del Pueblo. La primera presentación pública se realizó al cabo de unos meses en el Teatro Ritz de la Avenida Alfonso Ugarte, con tres piezas cortas: "El Duelo" de Anton Chéjov, "Limones de Sicilia" de Pirandello, y "Así que pasen cinco años" de García Lorca.
Como primer factor figuró Luis Alvarez, por entonces joven, que Manuel Beltroy reclutó del Mercado Central.
En la década del 40, la llegada al Perú de la compañía española de Margarita Xirgu revivió los ánimos del alicaído
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