Toma De Puerto Cabello
Enviado por sol_de_nieve • 22 de Septiembre de 2012 • 833 Palabras (4 Páginas) • 1.012 Visitas
TOMA DE PUERTO CABELLO
El 29 de junio de 1812 "Bolívar hizo convocar a un Cabildo abierto donde tuvieran representación todos los sectores de la comunidad" para plantear problemas de falta de alimento y la "necesidad de defender la plaza ante posibles ataques de los enemigos".
El 24 de junio de 1 821 se realiza la Batalla de Carabobo que le da la Independencia de Venezuela, pero Puerto Cabello queda en manos del General La Torre, "El General José Antonio Páez ejercía el comando supremo del Ejército Libertador" se da a la tarea de sitiar a Puerto Cabello.
Tomaron el Vigía, Borburata y el Pueblo de Afuera.
Páez crece cada día "se apodera de la Batería llamada El Manglar, captura el Fortín Solano, atacó la Batería El Trincherón situada a orillas de El Manglar, constituyó una Batería en Los Cocos, dominando hasta la boca del Río San Esteban.
Aquí sucedió lo siguiente: Páez se percató que "todas las mañanas se veían huellas en la playa, camino de Borburata", Páez mandó a vigilar para saber quien era, hasta dar con negro llamado Julián (esclavo de Don Jacinto Iztueta).
Páez con regalos se gana la voluntad del negro y lo convence para que le muestre el camino.
Páez atacó el día 7 de noviembre de 1 823 con la intención de cansar al enemigo, cuya finalidad era mover en la noche de ese mismo día "400 hombre del Batallón de Anzoátegui y 100 lanceros (debido a ellos la Calle Lanceros), a las órdenes del Mayor Manuel Cala y del Teniente Coronel José Andrés Elorza.
A palabras del mismo Páez: "Cuatro horas tuvimos cruzando el manglar con el agua hasta el pecho y caminando sobre un terreno muy fangoso, sin ser vistos a favor de la noche", pasaron sin ser vistos muy cerca de la Batería Princesa y de la Proa de la Corbeta de Guerra Bailen.
El día 8 de noviembre se dio la lucha y al amanecer 2 sacerdotes fueron a Páez diciéndole que el General Calzada "refugiado en una Iglesia quería rendirse personalmente a mi, y yo inmediatamente pasé a verlo. Felicitome por haber puesto sello a mis glorias (tales fueron sus palabras), con tan arriesgada operación y terminó entregándome su espada. Dile las gracias y tomándole familiarmente del brazo fuimos juntos a tomar café, a la casa que él había ocupado durante el sitio".
La pérdida de los realistas en esa ocasión fue de "156 muertos, 56 heridos, 56 oficiales y 539 soldados prisioneros.
Por nuestra parte solo hubo 10 muertos y 30 heridos".
Miguel Ellias Dao (1973), en su libro "El Último Bastión de Castilla"
DÍA DEL ABRAZO EN FAMILIA.
La intención de nuestros Obispos
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