Trabajo infantil y de la mujer en la revolución industrial.

Trabajo infantil y de la mujer en la revolución industrial.

Los niños y las mujeres en la sociedad de hoy en día, son reconocidos por las leyes y respaldados por estas. Los niños tienen el derecho y obligación de estudiar para prepararse y tener un futuro exitoso; mientras que las mujeres pueden realizar los mismos oficios que hace el hombre. Pero tanto niños y mujeres en la actualidad no contaban con los mismos derechos y justicias durante el siglo XVIII, especialmente en la revolución industrial; ellos cumplían diversos roles en este cambio económico. Por esta razón le daremos a conocer cuáles eran las situaciones por las que pasaban estos seres humanos, para que al final de este ensayo pueda sacar sus propias conclusiones acerca del trabajo infantil y de las mujeres en las industrias.

La revolución industrial se caracterizó por ser un cambio de la economía agraria y comercial por la economía industrializada (Cuadra, Cristina, Carolina , & Rodriguez, 2012) Afectando de gran manera a la mujer obrera, debido a que ellas ejercían trabajos agrícolas y como aparecieron las máquinas estas se quedaron sin oportunidades de realizar el trabajo en el campo quedándose así en la pobreza, ya que el campo era el recurso por el cual se ganaban la vida. Como recientemente se dio el descubrimiento de la máquina de vapor se necesitaban más obreros, por esta razón las mujeres fueron a trabajar en las industrias para que de esta manera ayudaran con el sustento de su familia. “Las mujeres aunque practicaban el mismo trabajo que el hombre, ellas recibían un sueldo muy bajo, las sometían a trabajos forzosos e inhumanos, trabajaban largas jornadas, las cuales no les permitía cumplir su rol de madre y esposa, por esta razón algunas mujeres cuando iban a tener un hijo optaban por dejar de trabajar y dedicarse a este; pero lastimosamente algunas familias eran más pobres que otras, así que tenían que seguir trabajando pese a los malos tratos que las sometían”. (Alvarez, 2012)

Como existían clases sociales, estaban las mujeres obreras y burguesas, ya conocemos lo que le sucedía a las mujeres obreras; ahora en cuanto a las féminas burguesas no tenían que realizar trabajos cansados en las industrias, más bien ella serán casadas con hombres mayores que ellas y tenían que estar las 24 horas del día bajo vigilancia y encerradas en las casas. (Bravin, 2012)

Aún con lo poco que ganaban los padres en estas industrias, no tuvieron más opción que mandar a sus hijos a trabajar en estas. Los infantes pasaban de doce a quince horas en el trabajo y sufrían explotaciones, solo por ganar un sueldo y poder aportar para la familia. Según lo que menciona John Locke, en 1697, en un informe para la Junta de Comercio es que un trabajador y su mujer sana podrían mantener a un máximo de dos hijos, y recomendó que a todos los niños de más de tres años de edad se les enseñase a ganarse la vida trabajando en escuelas de hilar y tejer, donde se les daría el sustento. “Lo único que pueden recibir en casa, de sus padres” escribió Locke, “es poco

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