Variabilidad Del Concepto De Patrimonio Cultural

Variabilidad del concepto de Patrimonio Cultural y su realidad chilena.

El concepto de Patrimonio Cultural, como gran parte de los propios conceptos relacionados a él, han sufrido cambios a lo largo de su corta historia, en particular por el trabajo de diversas instituciones internacionales, por ejemplo la UNESCO; esto ha ido logrando que su concepto no se convierta en algo difícil de tratar y comprender. Para la DM UACh (Dirección Museológica de la Universidad Austral de Chile) este Patrimonio Cultural es entendido como “las múltiples manifestaciones de los grupos humanos pasados y presentes, tangibles e intangibles, que son representativa, significativas y trascendentes para una sociedad determinada”, lo que da cuenta de su dinamismo y variabilidad. Para su comprensión es necesario tener una definición clara frente a lo que conocemos, en primera instancia, como ‘Cultura’, en este caso yo tomo las palabras de Bonfil Batalla sacadas desde su obra Pensar nuestra cultura:

Conjunto de símbolos, valores, actitudes, habilidades, conocimientos, significados, formas de comunicación y de organización social, y bienes materiales, que hacen posible la vida de una sociedad determinada y le permiten transformarse y reproducirse como tal de una generación a las siguientes (1991: 118)

Esta definición es la más completa, a mi parecer, sobre la concepción de cultura, pues abarca ámbitos alejados de lo científico y/o academicista, se vuelca más hacia la vida misma, cotidiana o no, de las sociedades, pues la cultura es vida, vida real de una sociedad real. Junto a la Cultura está el Patrimonio, que en palabras de la RAE, su definición suena un tanto fría y poco claro para el ámbito cultural o museológico: “5. m. Der. Conjunto de bienes pertenecientes a una persona natural o jurídica, o afectos a un fin, susceptibles de estimación económica.” (RAE 2001). Pero considero importante rescatar la visión que tiene de Patrimonio Carlos Lincomán, en palabras de él:

El patrimonio de nuestro pueblo está constituido por todo nuestro territorio, allí se encuentran nuestros sitios sagrados, los mares, los lagos, las lagunas, ríos, cerros predominantes, que también son sagrados, que son las vistas de la comunidad como el cerro Bonito, el cerro Mirador, el Torero y otros. Las costas, en ellas están los apeche, las crianzas de peces en los ñadis donde hacen sus ceremonias los poutentes. Los islotes donde viven animales y pájaros.

También es patrimonio de nuestro pueblo su conocimiento sobre el medioambiente, sobre prácticas y plantas medicinales, formas de trabajo en la tierra, en el mar y en los bosques (1998: 107)

Ya expuestas mis definiciones sobre Cultura y Patrimonio, quiero englobarlas en una sola, que nos presenta el mismo Bonfil Batalla, adoptándola y no separarla de lo conocido para finalmente decir que Patrimonio Cultural es

“(…) ese acervo de elementos culturales, tangibles unos, intangibles otros, que una sociedad determinada considera suyos y de los que echa mano para enfrentar sus problemas (…) para formular o intentar realizar sus aspiraciones y sus proyectos, para imaginar, gozar y expresarse” (1991: 118)

Según estas definiciones es que se han ido afianzando dos grandes visiones, una más amplia que la otra. En la primera, lo inmaterial y lo intangible toma relevancia frente a las construcciones materiales de las propias culturas, donde lo oral y el conocimiento de ellas complejiza la interpretación del concepto de Patrimonio Cultural, pero que a la vez lo nutre de manera inconmensurable. Mientras la visión más restringida se erige desde el monumentalismo, lo propiamente material, además es vinculante con la noción de patria y/o nación, al dar cuenta de las herencias culturales de la sociedad que compuso o compone a un país en particular. Claro ejemplo de esta definición es la visión que tienen los gobiernos sobre el Patrimonio, ellos lo ven desde las grandes construcciones de siglos anteriores, y se levantan cuando ‘x’ persona le hace un rayado o habla mal sobre algunos de esos patrimonios conocidos, pero ¿qué pasa cuando se pasan a llevar las costumbres de los pocos indígenas que quedan en el país?; ¿qué sucede con la libertad de expresión que dice abogar la constitución cuando un lonko y su comunidad se manifiestan frente a la destrucción de su tierra?. El patrimonio cultural, ese patrimonio abstracto propio del imaginario nativo de nuestra gente, la verdadera memoria viva de la nación, parece no ser parte de lo que manifiesta y lucha el gobierno por preservar; ‘el papel aguanta mucho’, como dicen por ahí, ejemplo de ello es una lectura oficial sobre el Patrimonio Cultural en Chile:

Así
como
el
Estado
asume
una
presencia
activa
a
fin
de
favorecer
la
libertad
de
los creadores
y la
del
público
en
general, del
mismo
modo
adopta
un
papel
decidido
en
la
conservación, preservación
y
difusión
del
patrimonio
cultural
de
la
nación, constituido
por bienes
tangibles, muebles
e
inmuebles, como
también
intangibles.


Asimismo
crea
las
condiciones
y
los
estímulos
para
que
la
sociedad
civil
tome debida
conciencia

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