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21 LECCIONES PARA EL SIGLO 21


Enviado por   •  8 de Febrero de 2022  •  Trabajos  •  31.754 Palabras (128 Páginas)  •  138 Visitas

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21 LECCIONES PARA EL SIGLO 21

Extractos del libro:  Yuval Noah Harari

Parte 1 – El desafío tecnológico.

La humanidad está perdiendo la fe en el relato liberal que ha dominado la política global en las últimas décadas, exactamente cuando la fusión de la biotecnología y la infotecnología nos enfrenta a los mayores desafíos que la humanidad ha conocido.

  1. Decepción: El final de la historia se ha pospuesto.

Los humanos pensamos más en relatos que en hechos, números o ecuaciones, y cuanto más sencillo es el relato mejor. Tener un relato es la situación más tranquilizadora. Todo está perfectamente claro; que de repente nos quedemos sin ninguno resulta terrorífico. Nada tiene sentido. Un poco a la manera de la élite soviética en la década de 1980, los liberales no comprenden cómo la historia se desvió de su ruta predestinada, y carecen de un prisma alternativo para interpretar la realidad. La desorientación los lleva a pensar en términos apocalípticos, como si el fracaso de la historia para llegar a su previsto final feliz solo pudiera significar que se precipita hacia el Armagedón.

“De matar mosquitos a matar pensamientos”: La sensación de desorientación y de fatalidad inminente se agrava por el ritmo acelerado de la disrupción tecnológica. Durante la era industrial, el sistema político liberal se moldeó para gestionar un mundo de motores de vapor, refinerías de petróleo y televisores. Le cuesta tratar con revoluciones en curso en tecnología de la información y la biotecnología. Ya en la actualidad, los ordenadores han hecho que el sistema financiero sea tan complicado que pocos humanos puedan entenderlo. A medida que la IA (inteligencia artificial) mejore, puede que pronto alcancemos un punto en el que ningún humano logre comprender ya las finanzas. Quizá en el siglo 21 las revueltas populistas se organicen no contra una elite económica que explote a la gente, sino contra una elite económica que ya no la necesita. Ésta bien pudiera ser una batalla perdida. Es mucho más difícil luchar contra la irrelevancia que contra la explotación.

“El Fénix liberal”: En particular, el relato liberal aprendió del comunismo a ampliar el círculo de la empatía y a valorar la igualdad junto con la libertad. Después de haber dejado en segundo plano el marxismo-leninismo, China parece encontrarse a gusto con el orden liberal internacional. Es más bien una práctica política en la que varios oligarcas monopolizan la mayor parte de las riquezas y el poder del país, y después utilizan su control sobre los medios de comunicación para ocultar sus actividades y afianzar su gobierno. La democracia se basa en el principio de Abraham Lincoln de que “puedes engañar a toda la gente en algún momento, y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a toda la gente todo el tiempo. Pero el control gubernamental de los medios de comunicación socava la lógica de Lincoln, pues impide que los ciudadanos se den cuenta de la verdad. Mediante su monopolio sobre los medios, la oligarquía gobernante puede acusar repetidamente de sus fracasos a otros y desviar la atención hacia amenazas externas, ya sean reales o imaginarias. Si la nación se enfrenta a una invasión externa o a una subversión diabólica, ¿quién tiene tiempo de preocuparse por los hospitales abarrotados o los ríos contaminados? Creando un torrente interminable de crisis, una oligarquía corrupta puede prolongar su poder indefinidamente. Quizá cada país debería adoptar una senda idiosincrásica diferente, definida por sus propias y antiguas tradiciones. Talvez incluso los occidentales deberían tomarse un descanso en su intento de gobernar el mundo y centrarse en sus propios asuntos, para variar. Las élites chinas han redescubierto sus herencias imperiales y confucianas nativas, como suplemento o incluso sustituto de la dudosa ideología marxista que importaron de occidente. Tradicionalmente el liberalismo se basa en el crecimiento económico para resolver como por arte de magia los conflictos sociales y políticos difíciles. El relato liberal y la lógica del capitalismo de mercado libre estimulan a la gente para que albergue grandes expectativas. Sin embargo, en las décadas que vienen, debido a una combinación de disrupción tecnológica y colapso ecológico, la generación más joven podrá sentirse afortunada si al menos consigue subsistir. Quizá haya llegado el momento de cortar para siempre con el pasado y elaborar un relato completamente nuevo que vaya más allá no solo de los antiguos dioses y las antiguas naciones, sino incluso de la esencia de los valores modernos de la libertad y la igualdad. El primer paso es bajar el tono de las profecías del desastre, y pasar del modo de pánico al de perplejidad. Cualquier relato que trate de ganarse a la humanidad será puesto a prueba, por encima de todo, por su capacidad para afrontar las revoluciones paralelas en la infotecnología y la biotecnología. Si el liberalismo, el nacionalismo, el islamismo o cualquier credo nuevo desea moldear el mundo de 2050, no solo necesitará dar sentido a la IA, a los algoritmos de macrodatos y a la bioingeniería: también tendrá que incorporarlos a una nueva narrativa que tenga significado. Quizá la revolución tecnológica eche pronto del mercado a miles de millones de humanos y cree una nueva y enorme clase inútil, que lleve a revueltas sociales  y políticas que ninguna ideología existente sabrá manejar.

  1. Trabajo: Cuando te hagas mayor, puede que no tengas un empleo.

No tenemos idea alguna de cómo será el mercado laboral en 2050. Por lo general, se está de acuerdo en que el aprendizaje automático cambiará casi todos los tipos de trabajo, desde la producción de yogures hasta la enseñanza del yoga. Sin embargo, hay opiniones contradictorias acerca de la naturaleza del cambio y de su inminencia. En las últimas décadas, la investigación en áreas tales como la neurociencia y la economía conductual ha permitido a los científicos acceder a los humanos, y en particular comprender mucho mejor cómo toman las decisiones. La IA no solo está a punto de suplantar a los humanos y de superarlos en lo que hasta ahora eran habilidades únicamente humanas. Las capacidades no humanas importantes de la IA son la conectividad y la capacidad de actualización.

“Mozart en la máquina”: Al menos a corto plazo, es improbable que la IA y la robótica acaben con industrias enteras. Los empleos que requieren especialización en una estrecha gama de actividades rutinizadas se automatizarán. Pero será mucho más difícil sustituir a los humanos por máquinas en tareas menos rutinarias que exijan el uso simultáneo de un amplio espectro de habilidades, y que impliquen tener que afrontar situaciones imprevistas. Si el arte es algo más profundo que las emociones humanas y debe expresar una verdad más allá de nuestras vibraciones bioquímicas, los algoritmos biométricos no serán muy buenos artistas. Pero tampoco lo son la mayoría de humanos. Para entrar en el mercado del arte y desplazar a muchos compositores y músicos humanos, los algoritmos no tendrán que empezar superando directamente a Chaicovski, bastará con que lo hagan mejor que Britney Spears.

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