Apredizaje
yemily17 de Octubre de 2011
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EL APRENDIZAJE COGNITIVO
El aprendizaje cognitivo pone por el contrario énfasis en lo que ocurre dentro de la mente, indagando cómo se acomoda el nuevo conocimiento con respecto a los ya adquiridos. Para esta posición el aprendizaje se construye conformando una estructura, en un proceso dinámico. Los estímulos no son determinantes directamente de la conducta, sino los procesos internos por los cuales el sujeto procesa esos estímulos, a través de la percepción, la memoria, el lenguaje, y el razonamiento, que le permiten resolver problemas. Como antecedente podemos mencionar a la Gestalt, que consideró al proceso perceptivo como una totalidad, y la existencia de procesos internos al sujeto que median entre los estímulos percibidos y nuestra experiencia, oponiéndose al conductismo, como asociación estímulo-respuesta. El todo para esta teoría es mucho más que la suma de las partes. En la evocación, por ejemplo, al recordar una parte, tiende a surgir el todo en la conciencia, como una estructura. Para esta concepción en las aulas puede enseñarse el todo, y no es necesario hacerlo con esquemas analíticos.
El cognitivismo propiamente dicho, tuvo sus manifestaciones más trascendentes en autores como Piaget (1896-1980) y Bruner, nacido en 1915, que se ocupan de las etapas del desarrollo cognitivo. Ausubel (1918-2008) se opuso al aprendizaje repetitivo o memorístico, pero no negó el aprendizaje por recepción al que consideró eficaz junto con el aprendizaje por descubrimiento siempre que la nueva información se acomode en el andamiaje de la estructura cognitiva significativamente, asociado a las ideas previas del sujeto. Esto permite que la nueva información sea almacenada en la memoria a largo plazo, pudiendo ser evocada por un plazo mucho más largo que el aprendizaje que se ubica arbitrariamente en la memora a corto plazo, que durará muy poco tiempo y se perderá. Vygotski (1896-1934) introdujo la noción de la zona de desarrollo próximo.
APRENDIZAJE PROCEDIMENTAL
Aprendizaje procedimental: "un contenido procedimental - que incluye entre otras cosas las reglas, las técnicas, los métodos, las destrezas o habilidades, las estrategias, los procedimientos- es un conjunto de acciones ordenadas y finalizadas, es decir dirigidas a la consecución de un objetivo."
El aprendizaje procedimental se refiere a la adquisición y/o mejora de nuestras habilidades, a través de la ejercitación reflexiva en diversas técnicas, destrezas y/o estrategias para hacer cosas concretas. Se trata de determinadas formas de actuar cuya principal característica es que se realizan de forma ordenada: " Implican secuencias de habilidades o destrezas más complejas y encadenadas que un simple hábito de conducta".
El aprendizaje procedimental presta más atención a los procesos de aprendizaje que a los contenidos en sí. Normalmente, sus objetivos son aprender estrategias de aprendizaje eficaces y desarrollar una conciencia metacognitiva, es decir: aprender a aprender. Las estrategias del aprendizaje procedimental no establecen unos objetivos determinados y no definen el avance del proceso de aprendizaje. En su lugar, el objetivo es crear un proceso flexible basado fundamentalmente en la evaluación mediante la observación. El resultado puede considerarse un aprendizaje aplicable en otras situaciones de aprendizaje.
APRENDIZAJE COMUNICATIVO:
El aprendizaje comunicativo permite desarrollar el proceso de aprendizaje basado en la interacción entre iguales. Hace más énfasis en el proceso de adquisición del conocimiento que en los resultados del aprendizaje. Establece la necesidad de llegar a consensos para progresar en el conocimiento. El disenso, lejos de convertirse en una resistencia que bloquea el aprendizaje, provoca un conflicto, la resolución del cual supone una importante fuente de motivación.
Es donde los alumnos con estilo de aprendizaje comunicativo son bastante autónomos, muestran preferencia por el aprendizaje en el que se estimulan las relaciones sociales, tienden a tomar decisiones. Necesitan las aportaciones de otras personas y la interacción y aprenden de la puesta en común y de las actividades en grupo. Les encanta las clases que funcionan democráticamente.
Entender la educación, no como un proceso sino como un camino preestablecido y en cierto sentido externo a la persona, para llegar a una meta determinada (un título, unos conocimientos concretos) implica la negación de la creación y, en el sentido más profundo, implica una educación centrada más en los aprendizajes individuales de conocimientos y habilidades que en los procesos y los cambios vitales y personales.
Con frecuencia "lo que se enseña con más éxito a los alumnos es a estar escolarizados", es decir a ser alumnos o, generalizando más a sentirse y reconocerse miembros de la institución educativa. Profundizando en el aprendizaje comunicativo se podrá evitar que la inserción en un ámbito educativo (con frecuencia pseudoinfantil) provoque sumisión frente al saber, la persona que sabe, y también una presencia sempiterna en el centro,...
El aprendizaje comunicativo rompe la estructura clásica de las relaciones propia de las concepciones educativas tradicionales. No se da una relación vertical y entre un sujeto poseedor del conocimiento (profesor) y el objeto receptor (alumno) sino un diálogo intersubjetivo. esto hay que insistir en la ayuda mutua: todos aprendemos y enseñamos a partir de lo que cada uno aporta como bagaje cultural. La ciencia se hace a través de la comunicación multidireccional entre personas.
APRENDIZAJE VALORATIVO
Los valores modelan nuestra conciencia y nuestro comportamiento. Sentimos su presencia en nuestras acciones cotidianas, en nuestra conciencia, y constatamos su realidad a partir de nuestras vivencias más íntimas, es decir, aquellas que marcan nuestra conducta. Los valores rompen ocasionalmente nuestra indiferencia (Reboul, 1992) marcando patrones de conducta, personales y aceptados, pero no por ello inamovibles. De ahí que palpemos la realidad de los valores cuando manifestamos nuestra solidaridad y actuamos ante situaciones de necesidad colectiva o personal, de catástrofes, de injusticia, etc. Comprobamos la realidad de los valores cuando mostramos, con hechos, nuestro rechazo a la violencia, cuando nos resistimos activamente ante situaciones de intolerancia o de falta de respeto hacia las personas.
Vivimos la realidad de los valores cuando sentimos y evidenciamos nuestro amor o nuestro afecto, o cuando emitimos nuestro juicio respetuoso ante una determinada situación. Éstos pueden ser ejemplos de la manifestación de la realidad de los valores éticos y de cómo éstos condicionan nuestras acciones de forma determinante. Los valores, en definitiva, son realidades de nuestro interior, personal o colectivo, por las que las personas actuamos de una forma u otra en coherencia con lo que preferimos, con lo que sentimos. Si los valores se manifiestan abiertamente a través de nuestras sensaciones, de nuestras vivencias, es lógico pensar que también se aprenden a través de ellas. Hablar de educación en valores no es hablar de didácticas específicas o de técnicas para fomentar determinadas maneras de ser o de actuar. Hablar de educación en valores es hablar de la necesidad de crear y de favorecer espacios de vivencia en los que las personas podamos sentir, experimentar, vivencia algo que sacuda nuestra indiferencia, algo que nos emocione e impacte en nuestro interior.
Los valores no se enseñan; se aprenden. Educar en valores no es modelar actitudes.
Las actitudes no presuponen la interiorización de un valor. Los buenos modales no hacen a uno educado, de la misma forma que el simple hecho de pertenecer a organizaciones solidarias no le hacen a uno solidario. La solidaridad, o el respeto a los demás, debe ser algo que llevemos en nuestro interior y que condicione nuestras acciones, que nos haga entrar en conflicto valorativo cada vez que debamos tomar una decisión que afecte a nuestro comportamiento humano.
Si los valores se aprenden lo que debemos hacer es facilitar los momentos en que esto pueda ser posible. Y esos momentos, que se concretan en espacios ya sea temporales o físicos, son los que determinan nuestro aprendizaje valorativo. De nada sirve que un maestro exponga la importancia de ser tolerante y respetuoso con los demás si todos sus alumnos saben que no se entiende con la mayoría de sus compañeros de escuela.
De nada sirve tampoco que se hable en una clase del diálogo cuando existen manifestaciones claras de que éste no existe en su seno, ya sea entre profesor y alumnos como entre ellos.
Aprendemos los valores cuando los sentimos. Las personas sentimos y podemos emocionarnos en la soledad de nuestra alcoba cuando leemos un libro o la carta de un amigo. Sentimos y nos emocionamos cuando con la pareja o con amigos experimentamos una situación determinada, sea o no satisfactoria
PROCESO DIALECTICO
La dialéctica es un método de razonamiento, de cuestionamiento y de interpretación, que ha recibido distintos significados a lo largo de la historia de la filosofía. Algunos de estos significados son:
Arte del diálogo y la discusión.
En la filosofía griega clásica, la dialéctica es el método que investiga la verdad mediante el examen crítico de las percepciones y teorías, cada una de las cuales, por su parte, pretende referirla.
Técnica de razonamiento que procede a través del despliegue de una tesis y su antítesis, resolviendo la contradicción a través de la formulación de una síntesis final (conclusión).
Arte de ordenar los conceptos en géneros
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