Arguedas Entre Dos Mundos

ARGUEDAS ENTRE DOS MUNDOS

En el presente ensayo trataré acerca de los dos mundos del único e inolvidable José María Arguedas, uno de los más grandes estudiosos del Perú profundo, basándome en sus tres obras: El sexto, Los ríos profundos y El zorro de arriba y el zorro de abajo. El encuentro de dos mundos que vivió por el cuál José María Arguedas vivió fue muy positivo para su carrera literaria, pero no muy buena para su vida personal.

Se puede rastrear asumir este supuesto tomando en cuenta la vida de Arguedas y recurriendo a la información que dichas obras anteriormente nos proporcionan, las cuales son las primeras fuentes de este trabajo, pero también se puede tomar la inserción de la problemática individual del escritor, su representatividad con respecto a la conciencia de un grupo social.

La obra de Arguedas tiene un fondo inocultablemente autobiográfico: su propia experiencia personal la define y marca con precisión Un sector de esa experiencia, el de la infancia, se destaca cualitativamente. A ese período de su vida, vello y terrible al mismo tiempo. Aludirá buena pare de la producción narrativa d e

Arguedas.

La experiencia infantil que vivió Arguedas lo hace conocer dos mundos diferentes. Y lo trata de una manera muy concreta. Arguedas asume como propio mundo el de los indios y la tarea fundamental de su existencia, y de su creación literaria, será la que de testimonio de ese mundo. Más aún su experiencia le servirá frecuentemente de sustrato narrativo. Novela, entonces su propia vida.

Además las relaciones de los personajes con el universo que habita soportan, en buena medida, la estructura total de la obra de Arguedas. Este universo es siempre y esencialmente conflictivo deviene tal carácter de su duplicidad; en realidad son dos universos, dos submundos; el de los indios y el de los blancos.

Entre uno y entre otro no hay separación neutral ni neutralizadora; hay por el contrario, choque y oposición permanentes contradicciones agudas, insalvables. Como ambos submundos comparten un mismo espacio y se afirman ante un mismo contexto genérico,

Tenemos la ambigüedad de un hombre de dos mundos{ que se da a través de la caracterización de cada sub-mundo, y en especial del conflicto que los vincula y opone, funciona en orden de la presencia de unos personajes, al menos en la mayoría de los casos. Se trata de un personaje único con base autobiográfica como mencionamos líneas más arriba. Puede cambiar de nombre en un texto u otro o permanecer innomiando; puede cambiar de situación, vivir sucesos diversos; empero, es siempre la misma persona. Los nombres, las situaciones, los sucesos múltiples equivalen a variantes, por lo demás muy parejas, de un solo personaje.

Cómo se verá luego, este personaje omnipresente se define por su ambigüedad. Perteneciente por sangre al mundo de los mistis y por voluntad al de los indios, su aventura personal discurre entre desfaces, quiebras, indecisiones, pese a su voluntad constante y firme de hacer suyo, honda y auténticamente, el universo indio. El que este personaje sea siempre niño o adolescente favorece a su ambigüedad.

A través de ambos mecanismos, y de otros menores, el universo de los “principales” se define por la activa violencia de la que es sujeto. Es una violencia constante y englobadora. A veces es fría, embotada en su propio hábito, viscosa; a veces se configura como “rabia” y su irracionalidad, es destructora. En todos los casos, sobre todo, injusta. Su violencia, su injusticia, su capacidad d destrucción hacen inhabitables el mundo de los “blancos” Juan o Ernesto los rechazan.

Los mismos procedimientos se usan para caracterizar al otro submundo, el de los indios. Y también la violencia define a éste, aunque en sentido inverso: como objeto que la sufre. Los indios son los vejados. Tl vez por esto se aferran a una dimensión mágica que los comunica con la naturaleza y como poderes maravillosos que ella guarda para los suyos. Por eso también, aunque en otra dirección, se defienden con sus bailes y con los colectivos. A través de ellos forman comunidades fraternales hasta gozosas.

Los vejámenes que sufren los indios hace que su mundo sea el ámbito paradójamente preferido por el protagonista.

Todo lo negativo que transcurrió por su vida le trajo secuelas que lo afectaron tardíamente. Me pongo en el lugar de él y la verdad, creo que no hubiera podido resistir, es por eso también que lo admiro como persona por su gran valentía y talento.

José María Arguedas padeció a causa de lo que vivió en su infancia, de los traumas que le causaron su madrasta y hermanastro y eso me da a entender en el siguiente escrito:

“Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (…)He vuelto fatigadísimo, sin poder dormir y angustiado. Tengo que ir a donde el médico nuevamente; aunque estos caballeros nunca llegan a entender bien lo que uno sufre ni las causas. Lo malo es que esto me viene desde mi infancia”.

Tuvo varios intentos de inmolación, pero

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