Bodas de Sangre. Federico García Lorca.

1) ¿Cuál crees que es la relación entre la luna y la muerte?

El estilo de escritura de Federico García Lorca está centrado, generalmente, en determinados temas, como el rol social de la mujer en la sociedad y sus características; además se caracteriza por sus metáforas, simbolismos y la utilización de fragmentos musicales.

Sus metáforas, influenciadas por Luis de Góngora –un poeta y dramaturgo español–, relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten efectos sensoriales entremezclados, etcétera. Así define Lorca a la luna y su claridad en el acto III de la novela Bodas de Sangre: “Cisne redondo en el río, / ojo de las catedrales, / alba fingida en las hojas…” (Lorca, 2005:107).

Ésta tiene un significado trágico en la novela Bodas de Sangre, es corporizada en la figura de un leñador con cara blanca, asociándose no sólo con la muerte, sino que también con la violencia y el correr de la sangre que ésta implica. Los leñadores talan los árboles, y así, la luna tiene un rol de “ayudante de la muerte” al ser cómplice de la Mendiga (representando la muerte) y actuar como guía del Novio, iluminando su camino en su búsqueda de Leonardo y la Novia, acabando con la vida. Así provoca el enfrentamiento de los dos hombres que luchan para defender su honor, su juicio y los valores de cada uno; armados con cuchillos, éstos llegan a un desenlace que provoca la muerte de ambos: “Yo los vi; pronto llegan: dos torrentes/ quietos al fin entre piedras grandes, dos hombres en las patas de caballo. / Muertos en la hermosura de la noche. / Muertos, sí, muertos.” (Lorca, 2005:120). El cuchillo es un objeto que simboliza muerte y el sacrificio. Éste es el instrumento utilizado para realizar la inmolación, o muerte, sangrienta. El tema luna-sangre viene de la relación luna-muerte: “Y esto es un chuchillo, / un cuchillito/ (…) / para que el día señalado, entre las dos y las tres, / con este cuchillo/ se queden dos hombres duros/ con los labios amarillos” (Lorca, 2005:121).

Un ejemplo de esta relación se puede ver en la siguiente estrofa: “La luna deja un cuchillo/ abandonado en el aire, / que siendo asecho de plomo/ quiere ser dolor de sangre” (Lorca, 2005:99), en esta escena el cuchillo abandonado en el aire hace presente el simbolismo del mismo al representar la muerte, el sacrificio y la sangre.

Para finalizar, puede decirse que la luna esta en estrecha relación con la muerte, no sólo en Bodas de Sangre, sino que en la mayoría de las obras de García Lorca, convirtiéndose así en el signo más frecuente utilizado por el mismo.

2) ¿Cuál es la función del amor en el texto?

 Bodas de Sangre trata como temas principales la vida, la muerte y el amor que se desarrolla en éstos. La obra, al centrarse en el amor contrariado o no correspondido, gira en torno al triángulo amoroso que se plantea entre la Novia, el Novio y Leonardo. En el momento de escapar, la Novia y Leonardo no se avergüenzan de su huida: “Llévame de feria en feria, / dolor de mujer honrada, / a que las gentes me vean / con las sábanas de boda / al aire como banderas” (Lorca, 2005:115), la cual finalmente desemboca en la muerte de ambos hombres, Leonardo y el Novio, en el bosque nocturno.

Éste es el tipo de amor al cual alude la novela; el amor y el desamor entre una pareja, al contrario de, por ejemplo, el amor de una madre a un hijo que es casi nulo.

El matrimonio es establecido con un fin de beneficio material y económico por parte de la Madre del Novio y el Padre de la Novia; así la Novia se ve forzada a cumplir sus obligaciones y casarse con alguien que realmente no ama: “¡Porque me fui con otro, me fui! Tú también te hubieras ido (…) ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabeza de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre (…)!” (Lorca, 2005:122). Era visto como una ceremonia que tenía como propósito un mejor sustento para las familias durante el periodo de vida que tuvieran los integrantes de la pareja: “Si pudiéramos con veinte pares de bueyes traer tus viñas aquí y ponerlas en la ladera ¡Qué alegría! (…) Lo mío es de ella y lo tuyo de él. Por eso. Para verlo todo junto, ¡que junto es una hermosura!” (Lorca, 2005: 75).

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