COMENTARIO CRÍTICO DE LA OBRA “EL SÍ DE LAS NIÑAS” DE LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

COMENTARIO CRÍTICO DE LA OBRA “EL SÍ DE LAS NIÑAS” DE LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Estarías conforme en pasar el resto de tu vida con una pareja a la cual no amas, renunciando a la libertad de elegir a tu cónyuge sólo por imposición de tus padres nacientes de una costumbre? Es frustrante saber que, en tiempos pasados y hasta en la actualidad, muchas mujeres renuncian al amor y a lo que ellas sienten, sólo por complacer y obedecer a sus padres. Esta idea trasnochada gracias a la ilustración, fue generadora de una serie de críticas, por lo cual se tuvo que hacer uso a la razón y al rasgo moralizador, una de las características del Neoclasicismo.

El sí de las Niñas, una de las obras más excelsas del teatro neoclásico español, conlleva a que Leandro Fernández de Moratín se convierta en uno de los máximos referentes de dicho movimiento literario. Antiguamente, en España, como en otras partes del mundo, era normal la imposición de las parejas por parte de los padres a los hijos o el llamado “matrimonio arreglado”, y, por ende, en la presente obra se toma como referencia el matrimonio compactado entre un anciano y una menor de edad, Don Diego y Doña Paquita respectivamente. Asimismo, la obra a tratar es una comedia, perteneciente al género dramático y, a su vez, consta de un lenguaje sencillo, pues es muy accesible a una buena y fácil comprensión, además de estar escrito en prosa. Sumado a ello, esta comedia consta de tres actos, en los cuales hace hincapié a la mala idiosincrasia de la época, por consiguiente, en el presente texto, pasaremos a analizar ciertas costumbres puestas a juicio por Moratín a fin que, empleando una correcta crítica, se logre entender el porqué de la importancia de la obra.

A continuación, pasaremos al planteamiento de los argumentos que sustentan nuestra crítica.

En lo que respecta a la estructura de la obra, “El sí de las niñas” es una comedia neoclásica dividida en tres actos que se desarrollan consecutivamente, haciendo referencia a tres estadios característicos de esta corriente que tuvo sus bases en el pensamiento ilustrado. La obra, fue escrita en prosa, pertenece al género dramático, especie comedia y, a su vez, consta de un lenguaje sencillo que proporciona facilidad de comprensión. Respecto a los tres actos, la obra se desarrolla en tres contextos horarios: El atardecer, el cual refleja el desconcierto de la época; la madrugada, donde plasma el sueño o idea de la razón y, el alba, en donde se manifiesta el despertar del pensamiento. Estos tres estadios connotan el cambio del pensamiento, pues pasamos del Barroco al neoclasicismo, demostrando así la influencia de la Ilustración, la prevalencia de la razón.

En relación con el contexto geográfico de la obra, el autor hace uso de un solo escenario, que es la posada de Alcalá de Henares, el cual fue muy bien aprovechado. Es en este lugar donde se desarrolla la obra, teniendo como ejemplo: la llegada de Don Diego junto a su criado Simón, los cuales arribaban de Guadalajara luego que, tras estar en comunicación con Doña Irene, fueran a acompañarla a traer consigo a Doña Paquita, quien se encontraba en el convento; la llegada de Don Carlos al rescate de Doña Francisca de las nupcias forzadas por Doña Irene, la cual defendía a capa y espada dicha costumbre y la bendición de Don Diego a su sobrino Don Carlos y a Doña Francisca, puesto que entendió, mediante la razón, que lo merecido para Paquita era su comodidad y estar con la persona que ella amaba.

El sí de las niñas es una obra en donde, a pesar de tener una inclinación irónica, el mensaje brindado por Moratín queda totalmente claro. Esto se puede apreciar en el lenguaje sencillo de la obra, el cual permite un fácil entendimiento ya que carece de términos complejos que dificultan la decodificación del texto. Por otra parte, partiendo de una de las características del neoclasicismo español, el cual daba más énfasis a la búsqueda de la verdad mas no la belleza, menciona su tendencia sarcástica ayudó a que la intención del autor en plasmar el rechazo a cierta costumbre, poniéndolas en ridículo,

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