Cartas a un estudiante de derecho

CARTAS A UN ESTUDIANTE DE DERECHO

El Doctor en Derecho Miguel Carbonell, expone en este libro su experiencia como estudiante de derecho en la Universidad Autónoma de México, en donde a través de 16 cartas, nos explica a los nuevos estudiantes de la Licenciatura en Derecho, temas entre los que se encuentran los hábitos de estudio, lenguaje jurídico, las nuevas tecnologías, interpretar y argumentar, cuestiones éticas, la investigación jurídica, ¿Qué es la justicia?, Motivación, entre otros los cuales no servirán para ir formándonos y tener un buen desempeño en la carrera, creando hábitos de vida.

CARTA I BIENVENIDA.

El cambio de la educación media superior (preparatoria) a la superior, implica el tomar responsabilidad de las acciones que permitirán concluir adecuadamente y con éxito la carrera, creando hábitos y rutinas, iniciar a familiarizarse con el lenguaje que utilizaran los profesores y en el día a día empezar a utilizarlo.

Se proponen dos tipos de hábitos, los formales y los sustanciales.

Los hábitos sustanciales se refieren al aprendizaje y estudio de la carrera.

Los hábitos formales son establecer horarios, evitar la inasistencia a clases, repasar apuntes y mantener un lugar adecuado para estudiar.

CARTA II HÁBITOS DE ESTUDIO.

En esta carta se retoman los hábitos sustanciales y formales que se tocaron en la carta I, haciendo hincapié en los formales, al referir repasar los apuntes, sugiriendo como  mejor horario para estudiar antes de dormir ya que es más fácil retener los conocimientos.

El asistir a clases es responsabilidad de cada alumno, volviéndose indispensable no faltar, ya que los conocimientos compartidos por los profesores, jamás se compararan con el aprendizaje autodidacta y al pedir apuntes a los compañeros se corre el riesgo de no comprender lo tomado, además de no poder aclarar dudas que surjan de la consulta de los mismos.

Al asistir a clases, lo más recomendable es tomar apuntes, no solo de lo que dictan los profesores, sino también de los comentarios que hacen, durante comentarios de anécdotas, también sugiere pasar en limpio los apuntes, solicitar a los profesores la bibliografía utilizada durante las clases y además alguna complementaria, buscar otras fuentes que nos permita armar una bibliografía propia, entre las que no hay que olvidar las revistas jurídicas, mismas que se pueden encontrar en internet y es la que tiene la información mas actualizada.

CARTA III EL LENGUAJE JURÍDICO.

“Un buen abogado es casi siempre,

una persona que sabe comunicar con eficacia lo que piensa.”

La correcta expresión debe verse reflejada, tanto escrita como verbal, utilizando balance entre el lenguaje jurídico y el cotidiano, usando lo menos posible tecnicismos, lo mejor es usar un lenguaje sencillo y comprensible.

El lenguaje desarrolla cuatro funciones, la descriptiva (describe cosas), la directiva o prescriptiva (influye en el comportamiento de las personas a través de modalidades como ordenes, consejos, sugerencias), la expresiva (refleja emociones y sentimientos) y la operativa (regula lo que hacemos o dejamos de hacer).

El abogado deberá de aprender a realizar sus escritos y manifestaciones verbales sin caer en prolijos, vacuidades y cunloquios.

CARTA IV INFOMACION JURIDICA.

En esta carta se retoma lo referido en la primera carta en la que refiere la importancia de mantener o formar el hábito de la lectura, ya que durante la carrera y posterior desarrollo laboral, se tendrá que realizar constantemente lectura de textos constitucionales, leyes, reglamentos, jurisprudencia, doctrina, derecho comparado, entre otros.

Los textos referidos nos permitirán ampliar también el lenguaje jurídico que se empleara en el desarrollo de la carrera y el día a día al llevar a cabo escritos, audiencias y argumentos jurídicos.

El avance tecnológico, da acceso a nuevas herramientas para la búsqueda, obtención y procesamiento de la información, sin embargo también hay que aprender a clasificar y determinar el origen de la información, ya que las nuevas tecnologías nos encontramos en línea información que no es verídica y en ocasiones llegar a tomarla como real, implica la confusión y en su caso la pérdida de un asunto.

CARTA V NUEVAS TECNOLOGIAS.

Como se refiere en la carta IV, las nuevas tecnologías entre las que se prioriza el uso de internet, nos permite encontrar la información de una manera más dinámica y sencilla, sin embargo hay que aprender a clasificarla, a fin de no dar credibilidad y utilización de información falsa, se recomienda la creación y uso de blogs, cuentas en twitter y facebook (actualmente instagram y todas aquellas plataformas sociales), las cuales en primera instancia se relacionaran con similares oficiales y de información verídica.

En el uso de las nuevas tecnologías no debe uno ser solo un espectador, se debe ser protagonista.

El autor hace referencia que las personas que triunfen y en este caso el mejor abogado, será aquel que tengan más información y sea capaz de traducir esa información en buenas ideas.  

CARTA VI MEMORIZAR.

Los abogados de antes tenían como principal atributo la capacidad de memorizar, sin embargo en la actualidad en donde las normas y leyes cambian de manera tan rápida y dinámica, la memorización de nada sirve para lograr el éxito profesional, ya que las normas cambian a tal velocidad, que no tiene sentido memorizarlas.

Saber de memoria donde se puede encontrar la información que es relevante y hace mas eficiente el trabajo.

En México a diferencia de otros países que tienen solamente un código penal o uno civil, tenemos 33 códigos penales y 33 códigos civiles, uno federal y 32 locales, a eso hay que agregarle otros tantos ordenamientos procesales en materia civil y penal, por lo que resulta complejo memorizarlos todos, sin embargo resulta importante memorizar en donde buscar la información requerida.

Las cosas que uno aprende de memoria se quedan durante largo tiempo, si son comprendidas.

CARTA VII INTERPRETAR Y ARGUMENTAR.

La diferencia entre un buen abogado y un abogado mediocre, está en buena medida determinada por la capacidad para interpretar y construir argumentos de manera correcta.

El abogado debe saber interpretar las normas jurídicas y partir de dicha interpretación construir buenos argumentos para resolver problemas concretos dentro de un juicio o en una discusión jurídica, debe aplicar no la que crea que es la más correcta, sino la que favorezca los intereses de su representado; hacerlo de otra manera seria poco ético, ya que cuando se acepta la representación jurídica de una persona, empresa u organización, se deben utilizar toda las estrategias y herramientas que permite la ley, incluyendo la interpretación más favorable para nuestro cliente.

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