Caso Kola Real

CASO ESTUDIO DE LA LOCALIDAD

EMPRESA PERUANA KOLA REAL JAQUEA A COCA COLA Y PEPSI EN MÉXICO

En el país azteca Coca-Cola tiene una participación del 70%, mientras que Pepsi el 15%. El resto se lo pelean embotelladoras nacionales como AGA, Jarritos, Pascual o Barrilitos. En dos años, Big Cola pretende arrebatar el 5% del mercado a Coca Cola y Pepsi Cola. Cada punto porcentual de mercado que le ganan a Coca Cola o a Pepsi Cola equivale a US$ 100 millones.

Desde hace dos años "el refresco más grande de México" se aloja no sólo en las góndolas que las dos cadenas mundiales de supermercados Walt-Mart (EEUU) y Carrefur (Francia) tienen en el país azteca, sino en miles de carritos instalados en diversas calles de esa nación. Su nombre es Big Cola y tiene en jaque a Coca Cola y a Pepsi, las dos gigantes de las gaseosas a nivel mundial, pues con su ingreso a México rompió el esquema de la guerra de las colas. Deshizo el clásico Coca Cola versus Pepsi, y se convirtió en el tercer jugador del segundo mayor mercado mundial de bebidas, algo imposible de imaginar hace algunos años. Su propietario no es ningún grupo económico sino los Añaño, una familia de agricultores ayacuchanos víctima del terrorismo de Sendero Luminoso. La sola presencia de Big Cola, hermana de la peruana Kola Real, genera a Coca Cola un dolor de cabeza comparable al que le hizo sentir, durante años en el Perú, Inca Kola, la bebida de sabor nacional, a la que acabó comprando en 1999. Es que cada punto porcentual de mercado que le arrebaten a la firma de Atlanta (Coca Cola) o a Pepsi Cola equivale a US$ 100 millones. Se trata pues de una nueva versión de la batalla que hace años libró Coca Cola con Inca Kola. Esta vez, aunque el enemigo es un peruano, el campo de acción no es Perú, sino México, cuyo consumo de refrescos, como lo llaman, sobrepasa los 150 litros per cápita al año.

ASI COMPITEN

El 12 de marzo del 2002, Angel Añaño, presidente del consorcio, anunció en Lima que KR-Kola Real iniciaba operaciones en México con el nombre de Ajemex. Con una inversión de US$ 7 millones construyeron en seis meses una planta en la ciudad de Puebla. Su estrategia de ingreso fue simple: precios bajos. Inicialmente un envase de 2.6 litros costaba 8 pesos, 30% más barato que las botellas más pequeñas de Coca-Cola y Pepsi. En respuesta, la embotelladora Coca-Cola Femsa diseñó un envase de 2.5 litros a 12 pesos y Pepsi bajó en un 20% el precio de su botella de 2 litros. A la fecha, mientras que un envase de 2.6 litros cuesta 9 pesos, la botella de Coca Cola de 2.5 vale 12 pesos. No obstante sus precios bajos, los fabricantes de Big Cola aseguran un buen margen de ganancia a los comerciantes. La botella que ellos venden a 9 pesos la compran a siete. Además en establecimientos mayoristas, como Sams Club,

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