Como se da La metamorfosis

LA METAMORFOSIS

La metamorfosis es un relato escrito por Franz Kafka, en 1915, donde narra la transformación de Gregorio Samsa a un insecto. Gregorio es un comerciante de telas, quien vive con su familia y la mantiene con sueldo. Aparte de cumplir con todos los gastos de su casa, también paga la deuda que tiene su padre con quien ahora es su jefe.

Todo comienza una mañana, cuando Gregorio despierta en su habitación, después de haber tenido un sueño intranquilo. Al mirar a su alrededor se da cuenta de que tiene un aspecto muy inusual al que siempre tiene, pues ahora su cuerpo no es como el de un ser humano, sino que ahora tiene demasiadas patas, unas fuertes mandíbulas y un gran caparazón que ahora es su espalda. Sin embargo, Gregorio no se preocupa por su aspecto físico, su mayor preocupación en ese momento es sobre que le dirá a su jefe por haber llegado tarde al trabajo, pues Gregorio era una persona que siempre llegaba temprano a su oficina y cumplía con todas sus obligaciones laborales.

Después de un tiempo, aún seguía en su cama, sin haberse movido, pues le era muy difícil controlar su cuerpo, y mantener el equilibrio. Unos minutos después tocan la puerta de su habitación, era un apoderado del lugar donde Gregorio trabajaba, este iba en busca de una explicación sobre su ausencia. Gregorio logro pararse y llegar hasta la puerta con mucho esfuerzo, al abrir, sus padres, su hermana y el apoderado se asustaron al verlo, el apoderado salió corriendo de la casa, Gregorio por su parte decidió salir detrás de el para explicarle las cosas y convencerlo de que no lo echaran de su trabajo, pero fue inevitable, en el estado en el que se encontraba no podía correr muy rápido y se agotaba con gran facilidad.

Gregorio se encerró en su habitación y no salió por un tiempo, sin embargo, su hermana menor, a pesar de todo, era quien le llevaba comida y limpiaba los desastres que el hacía, ya que su padre no entraba a su habitación y tampoco permitía que su esposa lo hiciera.

Al pasara los días, la familia de Gregorio se estaba quedando sin dinero, solo tenían algunos cuantos ahorros. Por esta razón el padre empezó a trabajar luego de mucho tiempo sin haberlo hecho, la empleada de servicio solo iría 2 veces a la semana y la madre y la hermana le alquilaron una de las habitaciones de la casa a 3 personas.

Gregorio por su parte, se sentía frustrado al estar ahí encerrado en su habitación sin poder hacer nada, pensando que ya no podría pagarle la carrera a su hermana que tanto quería y escuchando como todas las noches su padre llegaba agotado del trabajo.

Después de un tiempo empiezan a haber conflictos con los inquilinos, pues son muy exigentes con la limpieza y al mismo tiempo la familia lucha por mantener a Gregorio en secreto.

Una noche, la hermana empieza a tocar el violín, a Gregorio siempre le había gustado escucharla, así que esta vez a pesar de que tenía que estar oculto no pudo contenerse y salió de su habitación, al salir, los aquilinos se dieron cuenta de su presencia y decidieron abandonar la casa.

Después de todo esto la familia se da cuenta que ya no pueden vivir mas con Gregorio, y el también piensa lo mismo, así que se encierra en su cuarto y deja de comer, hundido en una tristeza absoluta. Algunos días después la empleada de servicio encuentra a Gregorio muerto en su habitación.

Es una historia muy interesante, que deja una enseñanza muy valiosa que representa como es la sociedad hoy en día, donde  puedes ser una persona que esta rodeada de mucha gente y tener muchas personas que te amen, pero muchas veces lo puedes perder todo en el momento en que te conviertes en algo a lo que la sociedad no está acostumbrado, o cuando dejas de hacer todo lo que la sociedad quiere que hagas o cuando dejas de pensar lo mismo que todos, ahí es donde a veces te das cuenta que a los que en algún momento llamaste familia o amigos, no les importa la clase de persona que eres, solo te juzgan porque eres diferente, sin tener en cuenta sí eres amable, solidario o responsable y simplemente se enfocan en darte la espalda y criticarte, porque al mundo  no le gusta lo diferente y siempre le ha temido.

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