De La Libertad De Los Iguales

Comentario de un texto sociológico

De la libertad de los iguales.

«Reducción general de los riesgos y la inseguridad», mediante una «igualación a todos los niveles -decía Marshall- entre los más y los menos afortunados, los sanos y los enfermos, los empleados y los parados, los jubilados y los activos». Quizás demasiado bonito para ser cierto.

Nos encontramos ante un texto, que debería ser más que una lectura un reto. Podría decirse que con el nacimiento de la primera persona y la conformación de un grupo, se fue forjando una idea jerarquizada de poder, que nos ha llevado donde estamos. El asentamiento de un sistema económico- financiero que dirige la vida social y política desvirtuando la democracia de la que los países, mal llamados desarrollados y con aire transgresor, se jactan de alardear. Convirtiéndose como un reto para aquellos países que a los ojos de la occidentalización viven como bárbaros manteniendo costumbres otrora dignas.

Asimismo, Tezanos nos habla de las grandes diferencias económicas que llevan consigo una asfixiante exclusión social, exclusión que en algunos casos no se limita a grupos sociales si no que se expande de modo generalizado estigmatizando y esclavizando países e incluso continentes. Si tenemos en cuenta la primera opción, es decir, el punto de vista local, se evidencia de un modo superficial cómo una pequeña parte de la población mantiene un nivel de vida fuera del alcance y casi de los sueños de cualquier otro, que subsiste actualmente gracias a la “caridad del sistema”.

Ese segundo grupo, aquel que vive en el lujo y la ostentación, a pesar de ser una minoría, acaba por albergar la solución a la equidad. No obstante, en cuantas ocasiones hemos visto o leído, más aún en los últimos tiempos, que gracias a esas riquezas se podrá generar el empleo, revertir los daños y seguir consumiendo. Pero, ¿consumir qué y quiénes? Tezanos mantiene aquí la lucha, dónde queda la democracia, mientras unos conducirán un maserati, otros ni tan si quiera verán cubiertas sus necesidades básicas y lo que es peor, éstos últimos deberán agradecer la compra de un deportivo, porque de esa manera aumenta el consumo y se palia la exclusión… Sin duda… Un falso razonamiento que el excluido no cree o en el peor de los casos ni se lo plantea.

En el texto esta desigualdad se lleva a nivel internacional y volvemos a encontrarnos de bruces con la realidad, una situación que como comenté anteriormente, colea desde que el hombre es hombre y conoció la codicia. Hoy día nos encontramos con la misma desigualdad Norte- Sur que cuando comenzaron los primeros estudios sociológicos. A estos se les trató de dar una solución y se crearon multitud de actores internacionales para paliar y fomentar la igualdad, empezando por la de derechos humanos. Evidentemente, todo sigue igual, con la diferencia

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