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Democracia Cultural, De Sabina Berman Y Lucina Jimenez


Enviado por   •  14 de Diciembre de 2012  •  4.101 Palabras (17 Páginas)  •  1.669 Visitas

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Algunas Ideas

El dilema central de la Democracia Cultural es que la Cultura con C mayúscula diferenciándola tanto Sabina como Lucina en el libro de la cultura con c minúscula, porque hasta este pequeño detalle es importante, la de C mayúscula no llega a los muchos. Sabina comienza dando un ejemplo muy claro sobre la inauguración de una presa yucateca, en donde al abrirla se encuentra toda la gente de clase aristocrática y en especial los muchos desde lo lejano, parados, esperando bajo el sol a que el canal comience a dirigir la fuerza del agua. Sin embargo, con ironía a la capacidad de los realizadores del canal, al salir el agua esta comenzó a ser tragada por la piedra porosa la cual había sido escogida como material principal. Con este ejemplo Sabina y después Lucina nos dan una visión bastante clara de como se encuentra la situación de la Cultura en la sociedad.

La respuesta esta en la pregunta que se hace, en el porque si hay mucho que se produce en la Cultura porque llega a tan pocos, solo a unos cuantos y ya se que voy a ser condenada por este tema que es más que común y comentado entre los compañeros de clase de la carrera Ciencias del Arte y Gestión Cultural pero porque cuando a esos muchos que comienzan a interesarse por la Cultura, especialmente en las Artes, se les discrimina y en muchos casos no se les permite formar totalmente parte de ella.

Este va a ser el rumbo que tomará este trabajo basándose en el análisis tan bien explicado en el libro de Democracia Cultural, aparte de ejemplificar con algunas experiencias personales y de algunas opiniones aprendidas en clase.

Existe una sobreoferta de arte en un país medianamente pobre, medianamente rico, como el nuestro. Lo que es una extravagancia kafkiana.# Y sin embargo, no se ve que haya un disfrute de todo eso en la mayoría del público. Llega a ser tal la indignación que Sabina nos informa en base al historiador Enrique Florescano que es una realidad que los libros que imprime el Estado, hechos en base al dinero de nuestros impuestos, el 70 % se almacena y se embodega y que en el año 2002 en la bodega del Fondo de la Cultura Económica se habían guardado alrededor de 15 millones de libros que nunca fueron abiertos. Pero ¿que es lo que pasa?, que significa este desperdicio. Es normal sentir coraje a este tipo de situaciones, es obvio que es una injusticia. No se le informa a la ciudadanía que existen estos bienes culturales, estos productos que son para ellos, y como les han de llegar si el mismo Estado no pone el suficiente interés en dárselos, y no digamos todavía que es por parte de ellos, de la cobra de sus impuestos, que estos libros fueron realizados. Entonces como podemos esperar que la Cultura tenga un público activo si dentro de esa Cultura existen ciertos límites. No sé realmente cuales son las causas de ese embodegamiento de libros y por que no los donaron a diversos tipos de librerías, bibliotecas o escuelas para su disfrute. ¿Qué harán con esos libros y los motivos por los cuales no circulan? es un motivo interesante para investigar. Entonces, ¿que pasa con este desperdicio? si México cuenta con una generación artística abundante de productos culturales y bienes artísticos que se encuentran aislados de la sociedad como nos lo dice Sabina y Lucina.

Tristemente como lo vimos con los libros existe otro tipo de aislamiento directo por parte de la Cultura, refiriéndome a esta como lo hizo Sabina a las artes. Se discute mucho sobre si el arte y su accesibilidad a él es elitista, es evidente que si. Seamos realistas pero no cualquier persona se puede dar el lujo de asistir a una obra de teatro, asistir a un concierto digámoslo de música de cámara, a un museo, a leer poesía, etc., la mayoría de la gente no le da importancia a estos productos Culturales ya que está más preocupada por conseguir el dinero suficiente para comer, para pagar el agua, la luz, el gas, la escuela y diversos materiales de sus hijos, los medicamentos, etc., que entonces parecería muy superficial pensar que la mayoría de la gente con sus problemas se preocupara en comprar un boleto para asistir a una obra de teatro. Claro que existe soluciones a estos problemas, hay mucha oferta gratis por parte de la Cultura, pero sigue existiendo una gran falla inmiscuida en la misma difusión y recibimiento por parte de la Cultura que contradictoriamente pensaríamos que atenta contra su beneficio.

También sabemos que no cualquier público puede interesarse por una presentación de Revueltas a una de Camila o de Jenny Rivera de aquí que haya definiciones de la Baja Cultura y la Alta, de la no comercial y comercial o de la Cultura exquisita, esta última que se refiere al Intelectual Aristocratizante. Todas estas definiciones no ayudan en mucho a la Democracia Cultural, sino que hacen un enfoque claro en las distinciones, en especial la de Cultura Intelectual. Existen varios motivos para pensar que en ciertos momentos en el Arte hay personas que generan hasta cierto punto un efecto discriminatorio, no es que en sí el Arte lo sea, sino que hay autoridades que deciden, que promocionan, distribuyen o difunden y los que concluyen a cuantos debe llegar la Cultura, el Arte en este caso. La discriminación puede estar muy marcada en la Cultura, entendiendo que la entendemos con C mayúscula como la de las Artes; no es muy lejano y extraño que no sucedan experiencias que desanimen y desilusionen a varias personan que se interesan en el trabajo artístico. Como estudiante del Arte y la Cultura me ha tocado asistir a diversos eventos de este tipo. Tres veces he presenciado el desaire, el sentirse mal y fuera de lugar en eventos que se supone estaban abiertos al público. La primera vez la misma U.A.A. promovió en cierto tiempo brindar gratuitamente boletos para que los alumnos del Centro de las Artes y la Cultura asistieren a la temporada de la Orquesta Sinfónica cada viernes al Teatro Aguascalientes. Algunos de los compañeros que la mayoría siempre visten relajada, cómoda y hasta extrañamente, yo le llamo que con estilo propio y algunos, si, con estilo hippie, se comenzaron a preocupar por llevar algunos un cambio extra los viernes para asistir formalmente vestido a la Orquesta. En lo personal jamás me había preocupado por eso, pero fue hasta que comprendí un día el cual fui a la Orquesta que presencie una actitud de lo más reprobable a mi parecer pues a la entrada del teatro siempre desfilaban personas “importantes”, y sí, la mayoría bien vestida, presentable, perfumada para la ocasión. Pero en eso un alumno de la Lic. en Letras, que tenía un look hippie, con rastras y todo, bastante bien para su estilo, fue discretamente juzgado por su aspecto. Una chava de no más de 30 años y deduje por lo que dijo, muy fresa, grotescamente mencionó al que era su compañero que como era posible que dejaran entrar a ese tipo de personas, añadiendo bruscamente que se fijara como iba vestido. Lo hizo de una manera que las personas que iban pasando cerca de ella se dieran cuenta de sus comentarios y la forma en como miraba a ese chavo. El chavo hippie, y no dudo hasta más culto y con más modales que ella, se dio cuenta y sus amigos que lo acompañaban también. Yo observaba y escuchaba y gratificantemente me di cuenta como él tomó la situación , él volteo a ver a la chava que lo discriminaba y después volteo a ver a sus amigos que lo acompañaban, entre ellos no mencionaron palabra alguna, solo se alejaron y entraron a disfrutar de la orquesta, lo magnificó fue la expresión de su cara, expresión que dijo todo, simplemente no le importo el suceso tan desagradable que se le había presentado.

La segunda vez que ocurrió un suceso discriminatorio fue en la inauguración de la remodelación del Museo José Guadalupe Posada. Todos los alumnos de la Lic. de Ciencias del Arte y Gestión Cultural pospusieron clases para asistir por la tarde al evento inauguratorio. Todo el evento tuvo una malísima organización principalmente desde que el gobernador se dio el lujo de tardar una hora y media para llegar después de la hora establecida. La mayoría del público quería que el evento comenzara sin la presencia del gobernador, pero no, el protocolo debía seguirse. Comenzó la ceremonia cuando el gobernador se presentó y ya después se tenía que pasar a disfrutar de la obra expuesta en el museo. Estaba tan mal la organización que los invitados y el público después de la ceremonia ya querían pasar a ver la obra de Posada y de otro artista que exhibía su trabajo temporalmente. La puerta de la entrada estaba vigilada, todo el público se amontonó, y total, que se generó un caos a la entrada, no habrían las puertas y pedían que se hicieran filas para poder acceder. Lo curioso fue que una de las excompañeras de clase la cual tiene una discapacidad motriz, no puede caminar, y en aquella ocasión necesitaba entrar rápido para ir al baño en su silla de ruedas. Su padre quien siempre estaba al pendiente de ella para llevarla desde la Universidad a ese tipo de eventos por parte de la carrera, y después cuidar de ella, porque habitualmente los eventos eran entre la tarde y dándole a la noche, para después tranquilamente llevarla de vuelta a casa, él en el evento pidió que la dejaran entrar porque era un asunto muy particular, entonces los vigilantes entendieron y los dejaron pasar. La irritación llego cuando entre la multitud algunos de los que fueron especialmente invitados comenzaron a quejarse con los vigilantes del por que a ella la habían dejado entrar y ellos que eran personas de más importancia seguían esperando e inclusive la multitud los dejo hasta atrás para esperar su turno en una larga y dispersa fila, siendo que ellos eran los “invitados”, que querían decir con eso…No respetaron la situación de la compañera solo se quejaron por no elevar más su exclusividad. Entiendo que en parte tenían razón para disgustarse, más por la tardanza de todo, pero no era para que se hubieran puesto así en base a la situación de la compañera. Y por tercera ocasión la discriminación llego a ser parte de la experiencia propia. Durante la llegada, después de tantos años de la obra de Saturnino Herrán en el Museo Aguascalientes, nuevamente para la inauguración la carrera de Ciencias del Arte y Gestión Cultural volvio a posponer algunas clases para que pudieran asistir los alumnos al evento. Estando allí se presento la exclusión igualmente como a aquel chico en el Teatro Aguascalientes pues ahora la que escribe este trabajo sufrió una de las situaciones más incomodas que ha sentido dentro de los eventos Culturales. Esperando, apoyada entre las barandillas de la entrada al Museo observaba al gentío que entraba y caminaba entre las mesas de los invitados. Muchos de ellos muy presentables y tal vez esos pantalones desgastados, ese look holgado y descuidado que a veces o siempre traigo contrasto mucho con la ocasión, así que una señora que iba acompañada de su nieta e hija, de muy buen ver y de clase más alta que yo aparte de algunos más, se me quedo mirando y dijo a su nieta “mira como viene vestida, yo no quiero que te vistas así, es más no deberían dejar entrar a ese tipo de gente”. Yo me sentí en aquel momento muy mal y juzgue en aquel momento lo superficial que había sido el asunto. Y dije si esto me pasó, que digamos no iba tan mal vestida pero si no para la formalidad que requería el evento para algunos, que pasaría si a alguien que va pasando le da curiosidad y quiere entrar. Realmente no son tan públicos y tan accesibles algunos eventos Culturales y hasta dentro del mismo público existen distinciones.

Se menciona acertadamente que se tiene que educar al público, al que no sabe nada sobre la Cultura e inclusive al que sabe, pero con dilemas como el de los libros y las eventualidades anteriormente mencionadas genera un desconcierto grave. Es lo que Sabina denomina como tiranía de la cantidad y muestra un ejemplo de una exposición de la artista Joy Laville. Una de los pintores más agraciados de la pintura mexicana contemporánea# que se relaciona con este problema del público.

Me dice mi amiga la Intelectual Aristocratizante:

-Claro, no la entenderían los muchos. – Frunce el ceño y alza la barbilla.-Necesitamos años y años de formación de públicos.

El Artista Optimista tiene otra opinión.

-Pues si nadie sabe que está ahí, ¿cómo van a llegar?

Exagera el optimista. La noticia salió en el periódico. Salieron varias entrevistas con Joy Laville. Salió el anuncio de su estancia en el museo diariamente –o casi-.

-¿Pero cuántos leen el periódico?- me regaña el Pintor Optimista-. ¿Y cuántos de ellos leen la sección de Cultura? ¿Por qué no? Y también déjame opinarte sobre la formación de públicos.

Y de pronto achica los ojos con verdadero odio y habla en secreto.

-¿Formación de públicos?: mis gónadas. Para suspirar de alegría frente a un Joy necesitas dos ojitos.#

Esto es totalmente acertado pero en los casos en cuanto se le limita al espectador asistir a un lugar como una exposición de pintura solo por su aspecto o si se le aísla porque varios dicen – que va a saber este si no tiene educación para apreciar el arte- y sí, muchas veces existe razón en el “crítico insultante”. He conocido a varios compañeros dentro de la universidad y de otras carreras que no asisten a museos, a exposiciones, a obras, etc., desde hace años, y siempre se me pregunta como estudiante del Arte que qué significan esas manchas de colores a las que no les hayan chiste en la pintura contemporánea, o esa caja de zapatos, o la lata llena de excremento. Dicen – ¿porque eso es Arte? Hasta cierto punto el público si debe estar informado respecto a lo que va a apreciar: tener un contexto, datos del artista, fechas, etc., por eso existen las reseñas en cada exposición, las fichas en las obras, pero el problema también esta en que muchas de esas reseñas publicadas en una exposición de pintura, por ejemplo, son realizadas por un critico que tiene una forma de escribir y explicar el trabajo del artista que no parece alcanzable al entendimiento de una persona que no esta educada para el lenguaje, digámoslo, intelectual. Desde ahí hay una exclusión para el público de las mayorías.

No hay duda de que todo espectador tenga una experiencia estética, sin saber exactamente que es esto, pues al ver una obra le produce, horror, alegría, miedo, tristeza, entre otras sensaciones. Como dice el Pintor Optimista, solo el espectador necesita disfrutar de la sensibilidad que le produce una obra de arte pero, sin embargo, no basta en muchos casos, también el espectador necesita saber un poco de información del artista y su trabajo para que saliendo de la exposición pueda subjetivar y sacar sus propias opiniones sobre lo que fue a contemplar porque si va y no entiende nada generara disgusto y un vació que tendrá como consecuencia, tal vez, el no volver a querer ir o a desinteresarse por ese tipo de arte o por el trabajo de ese artista.

Sencillamente la información que rodea a la Cultura refinada no alcanza a los muchos para atraer a los suficientes. Tampoco tiene la constancia ni el plan para ir moldeando su curiosidad, para irla documentando y así profundizarla. Y menos para ir creando en el posible receptor un panorama de la Cultura en conjunto.#

Las limitaciones existentes en el público parecen en ocasiones absurdas pero aún así siguen existiendo. Sabina nos sigue contando de la exposición de Joy Laville:

La funcionaria a la que le pregunté también sobre la exposición desperdiciada de Joy Lavilla sacudió la cabeza.

-Mira-dijo. Siguió sacudiendo la cabeza-. Mira, es que la normatividad impide la difusión abundante. Te lo digo directo: la normatividad impide de verdad enterar a muchos de una exposición. Ya olvídate de una difusión sensibilizadota, formadora, que se realice durante años.# Entonces si ciertos motivos que deberían ser al contrario más promovidos en lugar de eso afectan tanto a la Cultura como al público, que se puede esperar si los mismos organismos o el Estado no hacen cosas buenas para la Cultura como es el caso del Cine. La bronca es ¡¡¡ el 60 por ciento!!!!!!# Si los lugares que proyectan las películas se llevan el 60% de la taquilla en México no les dejan lo suficiente a los productores para seguir generando más trabajo.

Tienen que realizarse por parte del Estado políticas Culturales para un mayor apoyo y también por parte de las organizaciones que difunden el arte. Tiene que haber más abertura de la que supuestamente existe más aceptación y menos discriminación que como dice Lucina hace mucho que el debate entre lo culto y lo popular como dicotomía se superó.#

La gestión artística con los públicos debe generar un vínculo importante. Que si existen discrepancias entre la libertad a la accesibilidad a la Cultura de cualquier individuo no depende del objetivo principal de la Cultura. Recuerdo en una ocasión, que en una clase un maestro presentó en el salón un video de un crítico y apreciador del arte que se comenzó a preguntar que tan bueno era que el Arte comenzará a ser vendido y subastado de una forma que ponía en duda el valor del mismo trabajo creativo. Si en nuestra época actual los artistas se preocupaban por generar fama y luego vender su obra a los más elevados precios en las grandes y exclusivas subastas, de alguna manera degenera eso a lo que llamamos y tenemos en una concepción tan alta como lo es el Arte. Sabemos que algunos empresarios acaudalados han tenido una afición al coleccionismo. Entonces este crítico apreciador comenzó a investigar y visitar las subastas y las propias casas de los coleccionistas que compraban el arte. Ya en último momento el crítico se desilusionó un poco y no logró concretar sobre este asunto. A que voy con esto, se supone que la Cultura la cual alberga todas las manifestaciones del Arte, sitia un tipo de público que a la vez coloca al otro, al de la mayoría, en pocas posibilidades de acceder a él. Los Artistas necesitan vivir de su arte, claro que sí, pero en algunos casos las ideologías que se tienen con la difusión del Arte a las masas, las tiene uno en un concepto muy puro.

Necesitamos un nuevo pacto social en puntos de enlace no sólo en torno al arte, sino a la cultura en todas sus dimensiones# El problema no es la obra, no es el elitismo sino la apertura a la creación de públicos, a su educación y a la apertura de espacios donde ciertos criterios no le afecten.

Pero también como dice Lucina hay muchos promotores culturales que trabajan por el público y encuentran su principal satisfacción no solo en su salario, que es bajo, sino en la sonrisa del público, en la sala llena, en constatar la posibilidad de la comunión del artista con sus públicos.#

Hay que redefinir los motivos ¿cuáles son las verdaderas funciones de la Cultura? Y ¿le conviene en este caso al poder que las masas se eduquen? Es bien sabido que la cultura y el arte tienen el poder sensibilizador y la ruptura de la ignorancia. He coincidido desde que entre en el conocimiento de las artes y la cultura con todos mis compañeros que desde que uno se inmiscuye en esto, no se siente uno igual, inclusive observas, interpretas y tratas de otra manera. No hablas de la misma manera, juzgas y aprecias distintamente. Inclusive cuidas más lo natural y sientes otro tipo de sensaciones. Por eso la Cultura es una gran herramienta para alejar a las masas de la corrupción, de la violencia y de la ignorancia. Al poder para nada le conviene que la gente sepa, sepa cosas, que se interese por saber. Por si así fuera, la gente tendría otro criterio que generarían revoluciones ideológicas, sociales, económicas y políticas que harían del todo algo mejor. La Cultura es un medio poderoso, fructífero para un cambio, ¿será entonces que por eso el Estado no ha generado políticas o que en alguna de sus reformas jamás se orille hacia la Cultura? No le conviene del todo al poder de México.

Nuevamente necesitamos generar más mundos posibles para no creernos el cuento de que los mundos de los poderosos son los mejores mundos para soñar# nos dice Lucina. Y ahora más en un México en el que el poder tan negativo genera bodrio social. La cultura es un gran arma para sanar la situación social. Vasconcelos es un ejemplo admirable de cómo el poder puede junto con la cultura generar prosperidad.

El público no debe estancarse, ni la Cultura debe poner fronteras con el. Aunque diversas manifestaciones de arte parecieran no ser masticables se tiene que trabajar en ello porque en la gestión artística y de públicos no hay fórmulas, certificados de autenticidad o sellos de garantía. Estamos ante un espacio de complejidad o déficit en materia de financiamiento, de búsqueda de nuevos esquemas de gestión y con muchos hoyos en la conexión con los públicos.#

El cuidado de nuestra sociedad, de nuestro medio ambiente, de nuestros recursos naturales y culturales generará un bien total. La cultura es un medio infalible para la comprensión e identificación de las esperanzas a la solución de algunos problemas sociales. La cultura entraña la aceptación de la voluntad del cambio. #

En conclusión los beneficios que acarrea la cultura en todas sus extensiones genera en la educación la esperanza del progreso. La educación necesita del arte para ampliar las inteligencias, la creatividad y habilidades para exaltar las posibilidades de pensamiento crítico, nos dice Lucina, y esto es extraordinariamente cierto.

Aunque exista pobreza física y mental la cultura y el arte ayudan a que los hombres se traten humanamente, disminuyen el oscurantismo como paso en la Edad Media hacia el Renacimiento, de una época tan bélica pasa a ser una época intelectual, curiosa, llena de arte, este como medio principal y motor en la búsqueda del conocimiento.

La cultura influye en todo lo material e inmaterial del ser humano, en las relaciones con sus semejantes, con su medio ambiente, con otras sociedades y hasta en lo espiritual.

La cultura y el arte bien manejado solo pueden traer cosas positivas. Simplemente es de vital importancia que se proyecten, Lucina nos brinda un maravilloso ejemplo:

Lo dijo un niño en el Bronx de Nueva York hace diez años, cuando se intentaba devolver la educación artística a la escuela primaria: “cuando pinto, siento que me nacen alas y que puedo volar por encima de todos mis problemas, pienso que soy capaz de mover el mundo”.# Viéndolo de esta manera, el arte y la cultura son un recurso infalible para la educación en las escuelas. Actualmente la educación artística es muy floja y débil en las escuelas de México y en algunos casos se podría decir que es casi nula. Hoy con tantos cambios desfavorables en las actitudes humanas, se ha presentado un problema entre el alumnado llamado “bullying”. Entre los jóvenes existe un alto grado de discriminación hacia los que se les considera inferiores, débiles o diferentes. A éstos se les cataloga, se les humilla y se les orilla a la depresión y hasta la desvaloración misma de los agredidos y del agresor. Este problema no es reciente pero ha generado un alto nivel de agresividad y violencia que terminan en algunos casos con la muerte.

Pensando en este problema, el arte es un medio infalible y sensibilizador en la educación desde las escuelas, si se pensara en ello podríamos ver un cambio notorio y hasta radical en el trato al otro.

La cultura y las artes siempre traerán bienestar social. Fluyen y generan independencia, liberan, instruyen, capacitan, alimentan, sanan, conquistan y fortalecen a una sociedad. Dan los elementos necesarios para el disfrute, para ver la vida desde otra perspectiva.

En fin, la Democracia Cultural nos dice Sabina es una multitud de formas de generar, distribuir y difundir una gran diversidad de eventos para que una oferta muy diversa de Cultura llegue a enriquecer la vida de muchos. #

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