Desapegarse sin anestesia

El libro “Desapegarse sin anestesia” es una muestra de cómo en ocasiones las personas comienzan a apegarse a cosas materiales y a seres vivos de una forma obsesiva y que hace que se pierdan de las cosas y momentos verdaderamente importantes en nuestras vidas y que muchas veces estamos tan segados que no nos damos cuenta del daño que estamos ocasionando al tener esta clase de apegos, la lectura consta de tres partes, que podrían ser las ideas principales, a) las definiciones de apego, desapego, etcétera, b) el cómo darnos cuenta que tenemos un problema y comenzar a identificarlo, sin que este sea más fuerte que nuestra voluntad y c) algunas de las razones de por qué nos apegamos a algo o alguien, además de algunos ejemplos o formas de apego.

Para comenzar hay que tener cuenta que un apego a algo o alguien no se refiere a querer o sentir algo especial por alguna persona u objeto, sino más bien a una manera obsesiva por tener algo consigo, la locura de hacer creer que sin este objeto o persona nuestra vida no tiene sentido y que giramos entorno a ella, sin embargo, nos encontramos en una línea delgada de tener un simple gusto a ser obsesivos y que muchas veces no nos percatamos de eso, también hay que tomar en cuenta que no para todos es tan fácil dejar ese apago y comenzar a ser libre, Walter Riso dice “para dejar de sufrir hay que comenzar a sufrir” es una frase totalmente cierta pues el estar atados nos impide generar nuevas experiencias, disfrutar de momentos, alejarnos de nuestras familias, amigos, pareja, etc. y en muchos casos, también deteriora la salud y es lo que en ocasiones hace que nos preguntemos si estamos haciendo algo mal o cuando nos afecta de una manera grave, es en ese momento que reaccionamos, pero será inevitable que durante el proceso de cambio no cause sufrimiento pues el desapegarse genera conflicto, una abstinencia  que nos hace tener una lucha interna donde tenemos que encontrarnos y hacer una retrospección de todo aquello que nos perdimos y lo mal que nos hacía ese apego, existen diversas formas a lo que nos podemos apegar por ejemplo; al trabajo, al dinero, internet, algunos objetos o bienes materiales, a la pareja, a los hijos, a la apariencia (cirugías, ejercicio excesivo, estar a la moda, etc.) un sinfín de formas clasificadas y no clasificadas, pero el punto aquí y lo que debemos entender es que nada es eterno y todo en algún momento se acaba, que la mejor manera de pensar y estar más alejados a un apego es no tener nada y no tiene que ser tan literal, sino a no adueñarse de algo y darnos cuenta que moriremos inevitablemente y que no nos llevaremos nada. Por otra parte, el estar apegado a una persona no es nada bueno, pues al igual que lo material te desvives por ella, sin embargo, ninguno de los dos puede crecer y eso habla de una inmadurez emocional, que podría tener muchas consecuencias más adelante. Nadie debe estar atado a cosas que ni siquiera tienen transcendencia en nuestras vidas y que solo crea una pérdida de tiempo y oportunidad de seguir viviendo. Entonces hasta cuando seamos capaces de decir no me interesas más, llamase objeto o persona será hasta ese momento cuando volvamos a tomar el control, a tener ese poder sobre nosotros mismos y nos sentiremos nuevamente libres, sin estrés, sin frustración que se apegó puede estar causando.

...