Desarrollo Del Pensamiento
stcordova17 de Septiembre de 2012
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DESARROLLO DEL PENSAMIENTO
CONCEPTOS BÁSICOS EN EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES DE PENSAMIENTO (HP)
INTRODUCCIÓN
Se da por hecho que el hombre es un animal pensante, sin embargo existe una gran diferencia entre lo que puede ser llamado pensamiento natural y aquel deliberadamente desarrollado y entrenado. Un estudiante puede convertirse en un profesionista de primer orden; sus dotes hereditarias pueden permitirlo perfectamente, pero en la ausencia de un desarrollo y entrenamiento adecuados, puede que nunca se haga realidad. De aquí la importancia del desarrollo de las habilidades de pensamiento.
Estas habilidades de pensamiento deben permitir al estudiante relacionarse con la diversidad cultural, darle una mayor capacidad para lograr los objetivos que pretenda, adquirir la madurez en donde sea capaz de realizar propuestas, presentar alternativas de solución con originalidad y creatividad que puedan responder a los constantes cambios de este mundo complejo y multicultural.
REFLEXIONES A CERCA DEL PENSAMIENTO
¿Es posible aprender a pensar? Primeramente se debe aclarar a que tipo de pensamiento se refiere y que se entiende por pensar; pues la palabra “pensar” se emplea con distintas acepciones dependiendo del contexto y del propósito con el que se use.
Cuantas veces se escucha de padres, maestros o amigos la palabra ¡Piensa! o bien ¡Piensa antes de hacer y no hagas para después pensar en lo que ya no puedes remediar! o ¿Qué piensas de tu infancia?
Pero ¿A qué tipo de pensamiento se refieren las anteriores afirmaciones? En los dos primeros casos a lo que se invita es a analizar, a reflexionar, a argumentar, a justificar con razones fundamentadas una decisión; en el segundo caso lo que se pide es que se recuerde cómo fue la infancia. Lo anterior muestra que la palabra pensar suele estar asociada a recordar, exponer una idea, dar una opinión, analizar, reflexionar, argumentar.
El aprender a pensar de manera analítica, crítica, creativa y además ser consciente de ello, es una habilidad que se aprende y que es posible perfeccionar con el apoyo de estrategias y de la práctica constante. Existen ciertas habilidades de pensamiento que se activan de manera automática ante una situación.
Estas habilidades pueden darse o activarse de manera inconsciente en el sentido de que el sujeto no se da cuenta ni de cómo se activan o de cómo hace uso de ellas, esta inconsciencia no permite que se haga un uso autorregulado de las habilidades de pensamiento.
Para comenzar a tomar consciencia de cómo se piensa, es conveniente ser inquisitivo y que el sujeto se haga preguntas como las enlistadas a continuación:
1. ¿Qué hago mientras pienso?
2. ¿Cuál(es) método(s) utilizo para ayudarme a pensar?
3. ¿Qué conocimientos tengo acerca de mi forma de pensar?
4. ¿Cuál(es) actitud(es) asumo cuando pienso o tengo que pensar?
5. ¿Cuál(es) habilidad(es) de pensamiento estoy poniendo en práctica?
Se puede afirmar que hay razones suficientes para aprender a pensar, que es posible aprender a pensar de manera analítica, crítica, creativa y sobre todo es importante ser conscientes de los procesos y métodos implicados en estos tipos de pensamiento, a fin de autorregular y usar con consciencia los conocimientos, habilidades y actitudes para pensar de manera selectiva y contextualizada a las demandas de una situación o tarea específica tanto de la vida académica, como profesional y personal.
¿Para qué aprender a pensar? Desde una perspectiva amplia, aprender a pensar es fundamental para el desarrollo de variadas actividades, tanto profesionales como personales, como por ejemplo:
Tomar decisiones.
Considerar prioridades.
Buscar alternativas de solución.
Escuchar diferentes puntos de vista.
Opinar sobre algún hecho.
Resolver problemas.
Tomar la iniciativa.
Trabajar en equipo.
Ser operativo (saber hacer).
Comunicar de manera efectiva y eficaz.
Vivir con plenitud y capacidad de gozo.
Cambiar la manera de pensar.
Con base en lo anterior, se puede afirmar que es importante y fundamental aprender a pensar y con una buena actitud, lograr cambios importantes en el comportamiento individual y colectivo, ya que el mundo se ha hecho más complejo y con él sus desafíos; los cambios son más rápidos y la necesidad de tomar las mejores decisiones y enfrentar los retos del mundo de hoy es más apremiante que en el pasado.
FACULTADES DE PENSAMIENTO
1.- La memoria almacena la información, privilegia la acumulación irreflexiva de datos, la repetición tal cual del objeto de observación.
2.- La imaginación inventa y suele deformar la información, implica la actividad mental que hace uso de la evocación de imágenes, colores, olores, sensaciones táctiles, visuales o auditivas.
3.- La emoción siente, privilegia los sentimientos dejando de lado la objetividad, la emotividad. Puede ser tal que nos hace ser inatinentes y puede constituirse en un obstáculo para observar o dejar de observar.
4.- El intelecto desmenuza, analiza las partes, permite razonar y fundamentar.
Las facultades han de auto regularse de acuerdo a las circunstancias mediante la voluntad, para favorecer y no entorpecer el desarrollo de las habilidades analíticas que demanda el trabajo académico. La voluntad decide y es capaz de integrar a las cuatro facultades dándonos distintas dimensiones del objeto de observación y/o autobservación, y por tanto, una mirada holista de dicho objeto de observación.
Cada individuo por distintas circunstancias suele usar más alguna de estas facultades, generando así una mirada parcial de su objeto de observación, obedece a su propio interés, dando lugar al aprendizaje significativo. En el nivel pre reflexivo las personas suelen no darse cuenta de cómo usan sus facultades.
ACTITUDES COMO ELEMENTO CLAVE EN EL DESARROLLO DE LAS HP
La actitud se define como una conducta postural y/o situacional que manifiesta la ponderación de un valor, es decir, cada actitud refleja un juicio de valor que se refiere a lo que cada persona considera como bueno o malo respecto del objeto de actitud.
“Los valores son objeto de estudio, pues son la base para entender las actitudes, las motivaciones y por qué influyen en nuestra percepción. Todos los valores que cada persona posee provienen de fuentes diversas, tales como la familia, los amigos, la escuela, los maestros y compañeros, la cultura del país donde se vive; pero los valores que se muestran más a menudo son los adquiridos en los primeros años de la vida”.
“Los valores forman parte de la personalidad de cada quien, lo que representa que este tipo de convicciones estarán presentes durante toda la vida y que éstas manifiestan una visión de lo correcto e incorrecto desde el punto subjetivo de la persona. Los valores universales son aquellos suficientemente seguros y defendibles más allá de las circunstancias y las creencias propias de cada persona.
Son universales porque su cumplimiento es altamente deseable para todos, en todo tiempo y lugar, por ejemplo, la preservación del ambiente o los valores expresados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
“Las actitudes no son lo mismo que los valores pero están interrelacionados; al igual que los valores, las actitudes las adoptamos de los padres, grupos sociales, maestros. Nacemos con cierta predisposición y a medida que vamos creciendo, tomamos las que vemos de las personas que respetamos, admiramos o incluso de las que tememos, así vamos moldeando nuestras actitudes. Se dice también que las actitudes son más inestables, ya que son moldeables a la conveniencia de personas o empresas obteniendo de ellas un comportamiento deseable”.
Cuando se habla de hacer una universidad a la medida de los estudiantes y que los prepare para la vida, se refiere a que la formación del estudiante como persona no puede ser olvidada por la escuela. El logro y la profundización de actitudes y valores requiere de individuos autónomos, tanto intelectual como moralmente. Ello quiere decir que no basta que los estudiantes adquieran información, sino que nuestra sociedad demanda jóvenes inteligentes, sensibles y morales, por lo que los valores deben ser considerados en la formación del estudiante.
El aprendizaje de los valores y de las actitudes es un proceso lento y gradual, en el que influyen distintos factores y agentes. Aunque los rasgos de personalidad y el carácter de cada quien son decisivos, también desempeñan un papel muy importante las experiencias personales, el medio donde crecemos, las actitudes que nos transmiten otras personas significativas, la información y las vivencias escolares, los medios masivos de comunicación, etcétera.
¿Por qué es importante estudiar las actitudes?
Estudiar las actitudes es importante porque:
Constituyen un elemento para la predicción de la conducta
Protegen nuestro Yo
Filtran nuestra manera de ver la realidad
Son la base de la interacción humana
Condicionan nuestro actuar
Condicionan nuestro bienestar
Propician el desarrollo de HP
En general, la universidad pretende propiciar valores y actitudes
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