Detectives Salvajes

Esta historia comienza contando la vida de un joven de 17 años llamado Juan García Madero, él era huérfano y vivía con sus tíos en el DF. Estudiaba derecho ya que sus tíos querían que fuera abogado, pero lo que el en realidad quería era estudiar letras, así que entro a un taller dedicado a la poesía por las tardes. Al comienzo Juan era un buen joven, un muchacho bastante centrado, que se portaba bien para complacer a sus tíos, pero en el transcurso de la historia su actitud y su forma de vida comienzan a cambiar, sus intereses y sus metas a lograr ya no eran las mismas a las de un comienzo. Esta parte hizo que me identificara mucho porque muchas de las veces al tomar una decisión por mínima que sea cambiamos mucho, al dejar un grupo de personas y unirnos a otro cambia mucho nuestra forma de pensar y de actuar, por que las situaciones por las que pasamos no son las mismas.

En este taller Juan conoce a una “pandilla” de supuestos poetas que se hacen llamar los “real visceralistas” los cuales comúnmente frecuentaban el bar de la calle Bucarelli, con ellos se juntaban para comentar acerca de los poemas y libros que leían, aquí también conoce a Rosario y a Brígida (meseras del lugar) al empezar este cambio de amistades y de lugares frecuentados en su vida también van cambiando muchas cosas más. Su relación familiar, su responsabilidad y hasta su aseo personal empiezan a modificarse por las cosas que van pasando en su vida.

Un día fue a buscar a su pandilla al bar aquel donde solían reunirse, pero no se encontraban, se puso a platicar con la mesera Brígida, la cual lo llevo a la bodega y le hizo un “güaguis”, lo cual fue nuevo en su vida sexual, Juan tuvo que salir por la puerta trasera de este lugar debido a que casi son cachados, llega al baño donde están dos sujetos fumando marihuana y le ofrecen, el los rechaza diciendo que no fumaba, no podía ver sus rostros pero cuando se acerca más logra reconocerlos, eran dos de los integrantes de su pandilla.

Juan comienza a tener tan buena relación con los real viceralistas hasta que llega un punto en que no le gusta estar sin ellos, comienza a buscarlos y pasar demasiado tiempo junto a ellos, un día su amigo pancho le dijo que lo acompañara a visitar a Angélica Font (una chica con la que tenía amoríos). Al llegar a su casa los recibió el padre de ambas, Quim, un seños bastante sobre protector con sus hijas pero aún más con Angélica que aún era virgen. Juan fue presentado con la hermana de Angélica, una joven llamada María, con la cual empieza un amorío como en la cuarta ocasión que la ve, ellos empiezan a pasar tiempo juntos porque cada que iban a su casa a visitar a Angélica, Pancho y Angélica se quedaban solos en la habitación y ellos iban a sentarse en las sillas del jardín, es aquí donde se dan cuenta de que tienen varias cosas en común, su gusto por la poesía era uno de ellos, Angélica pintaba pero por lo narrado en la historia no era muy buena en eso. Juan pierde la virginidad con María en su “casita”, aquí es cuando pasa la primera noche fuera de su casa e inicia una “relación” con María pero simplemente basada en sexo. Este día Juan amanece en casa de María y desayuna con su familia, el padre de ella lo empieza a aceptar porque piensa que es un buen niño, así que le ofrece una camisa (porque lo ve muy descuidado) y dinero para invitarle un refresco a María, al principio no lo acepta pero al final termina aceptándolo. Este día María le presenta a Lupe que era una prostituta amiga suya.

El entorno en el que vive y la gente con la que empieza a relacionarse hacen que Juan se vuelva una persona bastante irresponsable, ya que es aquí cuando deja de llegar a su casa sin avisar que pasara la noche fuera, sus tíos empiezan a preocuparse bastante por él, incluso le

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