EL ESCRITOR QUE TRASCIENDE LOS TIEMPOS
Ari FassettaMonografía1 de Mayo de 2019
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EL ESCRITOR QUE TRASCIENDE LOS TIEMPOS
Escapar del entorno chato de un pueblo provinciano a través del cine. Eso fue lo que hizo Manuel Puig de su vida y de sus novelas a las que esa pasión, contagiada de su madre, dio la materia para construir una realidad a su medida. Por medio del siguiente trabajo acercamos una propuesta para entrar en su vida, sus pasiones y revoluciones.
“EL TALENTO ES EL HOMBRE EN LIBERTAD” (Luis A. Spinetta. http://vos.lavoz.com.ar/pop/rock/frases-celebres-luis-alberto-spinetta)
Manuel Puig (1923-1990), escritor y guionista cinematográfico, construyó en sus novelas una realidad libre de presiones y cuestionamientos, ya que se encontraba agobiado por un entorno que asfixiaba sus deseos de expresión y libertad. Para él, su pueblo1 fue un espacio muy cerrado, limitado y de mucha privación.
“El clima humano era también muy duro. Era muy especial…Era la vigencia total del machismo. Allí estaba aceptado que debían existir fuertes y débiles. Y lo que daba el prestigio era la prepotencia”. (Manuel Puig – A Fondo (1976). Manuel Puig es entrevistado por Joaquín Soler Serrano para el programa de televisión española “A fondo”).
Es considerado como uno de los principales exponentes en lengua española del pop-art2 literario y uno de los innovadores de la literatura hispanoamericana.
Para componer sus historias experimentó con distintos materiales y diversas formas de narrar. Escribió muchas cartas, novelas, obras de teatro y guiones de cine.
Tomaba de los géneros literarios los recursos, personajes y temas con los que hilaba sus narraciones. Esto lo podemos ver en muchas de sus novelas donde establece una relación o semejanza entre el género3 con el género literario.
Puig, irrumpe en la escena literaria en el momento del Boom latinoamericano4 y aprovecha todo aquello que éste le permitía como plataforma para sostener una narrativa muy experimental y aspirar a un público muy amplio.
Para varios críticos argentinos, la narrativa de Puig no se puede considerar de vanguardia5 dado que el autor, al estar desinteresado por las vanguardias clásicas, no realizaría un ejercicio consciente, producido por la voluntad de generar un cambio y una ruptura con la tradición.
En sus obras relata sus propias vivencias en General Villegas. Cada una de sus obras representa una denuncia hacia los prejuicios e hipocresías sobre los que se asienta la sociedad. Pero jamás se burló de nadie, estaba muy atento a los estímulos de la realidad.
“Yo busqué en el diccionario la palabra parodia y dice: “imitación burlesca”. Yo no me quiero burlar de nada. He parodiado géneros y a veces se parodian cosas para mostrar que por más que se las ridiculice, no se las puede matar”. (Catelli, Nora. Una narrativa de lo melifluo: Entrevista con Manuel Puig. En: Quimera: revista de literatura. Nº 18 (Barcelona, abril/82); p., 22-25).
EL ARTE DEL CHISME
Para escribir su novela “La traición de Rita Hayworth” (1968), Puig afirmó que buscaba combinar vanguardia con popular appeal6. Revistas, radioteatros7, folletines8, películas, tangos y boleros9 son elementos asociados a lo popular; experimentó con ellos y con todo lo que pudiese considerarse de mal gusto o cursi10 por los artistas y críticos de la época.
Los capítulos se arman solo con diálogos, sin que nadie guiara el relato y aclarase quién está hablando. Somos testigos de los chismes sobre las estrellas del cine y gente del pueblo.
- “Vi la última película de Carlos Palau.
- Mita la va a ver cuando la den en Vallejos.
- ¿Cuánto tiempo estuvo de novia con Carlos Palau?
- Nunca nos imaginamos que Carlos Palau llegara a triunfar.
- Nunca estuvo de novia con Carlos Palau, él la sacaba a bailar pero yo siempre aguantaba hasta el final del baile para volver con las chicas a casa.
- Él tiraba de las sogas detrás del escenario en el teatrico de la Municipalidad.
- Es el único galán bueno que tiene el cine argentino.
- El marido de Mita es idéntico a Carlos Palau, siempre lo dije”. (http://assets.espapdf.com/b/Manuel%20Puig/La%20traicion%20de%20Rita%20Hayworth%20(6158)/La%20traicion%20de%20Rita%20Hayworth%20-%20Manuel%20Puig.pdf)
Aunque hoy es considerada la obra máxima y una de las grandes novelas de la literatura argentina, en su momento no logró que se escriba alguna reseña sobre ella, nadie pareció enterarse de su novela.
El narrador de Boquitas Pintadas11 (1969) extrae y ordena fragmentos de radionovelas, informes de la policía y recortes de revistas e incorpora esas fuentes a la narración relacionándolas con lo que les ocurre a los personajes. Los paratextos12 de la novela funcionan como materiales externos que se unen a la narración.
Boquitas pintadas se divide en dos partes, cuyos títulos anuncian lo que sucederá. La primera se llama “Boquitas pintadas de rojo carmesí”, representa la seducción, la pasión, el melodrama; la segunda, “Boquitas pintadas azules, violáceas, negras”, nos da la idea del color de la boca de una persona muerta y se asocia al género policial13.
“No escribí Boquitas... como una parodia, sino como la historia de gentes de la pequeña burguesía que, como primera generación de argentinos, debía inventarse un estilo.” (Manuel Puig: Renace el folletín. Nota de Botnik, Aída en colaboración con Manuel Puig. Publicado en la revista Señoras y señores, N° 3. Octubre 1969. Buenos Aires Argentina).
La obra “The Buenos Aires Affaire” (1973) fue prohibida en esa época, acusada de pornografía, aunque la causa más probable fuesen los comentarios negativos sobre Juan Domingo Perón14.
Tras la muerte de Perón asume en el poder su viuda y vicepresidente Isabel Martínez, quien inicia un errático gobierno. La policía secuestra todos los ejemplares de esta obra y Puig recibe amenazas de la Triple A15. En ese momento abandonó para siempre Argentina y nunca quiso regresar.
“Gladys se preguntó a sí misma por qué estaba tan contenta con la caída de Perón: porque era un régimen fascista, se contestó, y era preciso recordad lo que Hitler y Mussolini habían sido capaces de hacer en el poder. Gladys además estaba contenta porque sin Perón no había riesgo de que otra vez cerraran la importación de revistas de moda y películas, y su madre no tendría más problema con el personal de servicio. Y se detendría la inflación.” (Puig; 2013; 40)
UN GUIONISTA QUE SEDUCE A LOS LECTORES
El propio Manuel Puig reconoció la influencia directa del cine, la fascinación que sentía por las estrellas de Hollywood16 la vemos de manera latente en sus obras como prueba de una fusión entre la vida, la literatura y el mundo del cine.
Se nutrió del cine de la década del ‘30, época de oro de Hollywood. Ese fue el cine con el que creció y que lo maravilló, la época del cine con la que se quedó por considerarla la mejor, es la era de actrices como Greta Garbo17 entre otras y de películas como “El expreso de Shanghái” y “La dama de las camelias”, por ejemplo.
Tanto sus novelas como las películas nos narran una historia. Ambas manifestaciones surgen de tres aspectos básicos de la comunicación: la historia que se relata, el modo de expresarla y un receptor.
En el plano cinematográfico, al ser la imagen el elemento primordial, es obvio que lo visual es lo que predomina; en cambio en lo lingüístico lo principal es la palabra. En la obra El beso de la mujer araña lo que destaca Puig es la vida de los personajes y, en este sentido, juega un papel importante la imagen, hasta tal punto que sus novelas suponen una variada serie visual que recrea las vidas de los personajes.
A partir de los años setenta se puede comprobar la presencia del cine como un importante factor de referencia en la escritura. Para Puig, el cine era un lugar donde soñar y la cultura popular un espacio donde distraerse.
Sus novelas nacieron de una fascinación inaudita hacia una serie de actrices, de su amor a los géneros llamados menores, a las letras de los tangos, de los boleros y las radionovelas; de su capacidad de memorizar diálogos banales con todos los errores que una mujer analfabeta comete a diario, y todo ello bajo una subordinación voluntaria a los elementos mediáticos por afán de convertirse en un personaje de ficción.
Sus obras que fueron llevadas a la pantalla grande son: La traición de Rita Hayworth; Boquitas Pintadas, dirigida por Leopoldo Torre Nilsson y protagonizada por Alfredo Alcón y Marta Gonzales; El Beso de la mujer araña, dirigida por Héctor Babenco y protagonizada por Raúl Juliá y William Hurt; Pubis Angelical dirigida por Raúl de la Torre y protagonizada por Graciela Borges.
SEXO, CENSURA Y POLÍTICA
En el año 1976 Manuel Puig, con la publicación y prohibición inmediata de la obra El beso de la mujer araña, se metió de lleno con dos temas tabú18 de la época, la sexualidad y la militancia19. Se presenta como un texto polémico ya que plantea diversas formas del compromiso político donde ingresa la relación entre sexualidad y política.
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