ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

Todo empieza cuando un hombre en sus rutinas habituales pierde la vista al estar en su auto esperando la luz verde de un semáforo intempestivamente se queda sumergido en una visión totalmente blanca que lo deja sin poder tener la posibilidad de valerse por si mismo, en un caso así este hombre tiene que esperar algún gesto de solidaridad por parte de algún semejante para ayudar a éste a enfrentar el problema, valiéndose después de la oportunidad que la situación le presenta para robarle el coche. En este pequeño relato podemos ver que a veces ciertas situaciones de oportunidad que se le presentan al ser humano pueden lograr que rompamos con nuestros más inculcados principios éticos.

El caso del ciego, sin explicación alguna por parte de la ciencia, pronto se empieza a propagar de manera significativa entre los habitantes de la ciudad, lo que genera decisiones de aislamiento por parte del gobierno, para así evitar lo que se pensaba era un brote de epidemia, un manicomio abandonado, es donde mientras se le da solución al problema tendrán que esperar las pocas personas que han contraído el mal, lo cual no es mayor problema ya que el espacio es demasiado amplio y eso hace que las condiciones de estancia sean a excepción de su problema visual no tanto incomodas, solo basta irse acoplando a su nuevo mundo. Después de haberse acomodado en sus espacios individuales surge la necesidad de localizar los sanitarios para satisfacer las urgencias fisiológicas del organismo lo que hace que emprendan la búsqueda de los mismos dándose en ese momento el primer altercado que se suscitó entre la fila que formaron en cadena, uno tras otro, una joven dama sintió que el hombre que estaba detrás condujo sus inquietas manos buscando sus partes sexuales a lo que la mujer contestó con una fuerte patada con el tacón de sus zapatos que dejó herido al abusivo ciego. Aquí podemos ver otra de las oportunidades que condujeron al hombre bajo la circunstancia de que los demás no lo estaban viendo a sacar sus obscuros modales que en otro momento obstaculizado por testigos hubiera pensado dos veces antes de actuar con ese inapropiado comportamiento.

Conforme pasaba el tiempo, seguían llegando al encierro más y más personas con el mal blanco, lo que ocasionaba un desequilibrio en el orden y en la capacidad de alojamiento con la que contaba el manicomio para alojar ala crecida población que necesitaba de más recursos para su subsistencia y debido a que estos eran escasos mucha gente sufrió de hambre incluso pasaban el día o la tarde sin probar bocado alguno, sin importarle a la demás gente que si lo tenía pero no lo compartía como aquellos que en el mundo de los que si ven que teniendo riqueza no quieren ver la terrible pobreza de otros y

así cerrando sus ojos se hacen de la vista ciega para no dar al que le pide, pero aunque hay pocos los que son generosos con el prójimo los hay todavía, y en la lectura se nos da el ejemplo, como la bondad de la chica de las gafas negras que racionando su comida lograba dejar algo de su comida a un niño que le causaba tristeza quizá por su corta edad, con tanta juventud y padeciendo la misma desgracia, y además sin su madre a la que tanto aclamaba, cuando en cambio debería estar jugando con sus amiguitos uno y varios juegos.

El hecho de imaginar un lugar tan lleno de basura, envolturas y residuos de comida, pero sobre todo la suciedad de quienes encontraban en cualquier rincón despejado, la oportunidad de evacuar u orinar sin importar las repercusiones de esos actos para su propia salud me hace pensar en la inmensidad de personas que, si ven lo que hacen y en cambió arrojan cientos de desechos de todo tipo, desde pañales desechables hasta restos de comida que mantienen a tantas

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