El Caballero De La Triste Figura - Don Quijote De La Mancha

El Caballero De La Triste Figura

Y si de novelas del renacimiento hablamos Miguel de Cervantes Saavedra es sin duda uno de los mayores y mejores exponentes de tal época con su gran obra literaria Don Quijote De La Mancha. Escrita en el año 1605

Para dar una breve introducción no es más que suficiente el comienzo del libro.  “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivió un noble caballero de escaza fortuna. Tenía en su casa un ama que pasaba los cuarenta, una sobrina que nos llegaba a los veinte y un mozo que bien podía ensillar el caballo como cuidar el jardín.”

Esta obra nos relata las grandes aventuras que vivió Alonso Quijano más bien conocido como Don Quijote De La Mancha que a consecuencia de la lectura de caballerías perdió el buen juicio. Tan obsesionado estaba por los libros que vendió propiedades suyas para poder comprar más novelas de caballeros. Siguiendo los pasos de los grandes personajes de sus libros Don Alonso Quijano quiso ser uno y decidió disfrazarse de uno para así emprender un largo recodado en busca de grandiosas aventuras por vivir, buscó entre sus antigüedades una vieja armadura que para sus ojos era la mejor, como tal caballero era indispensable un caballo de grandes galas pero como se contaba con uno así, Don Alonso se conformó con uno viejo y flaco que tenía, al cual llamo Rocinante. Como último requisito paso días buscando un buen nombre para su persona, llegó a la conclusión de nombrarse Don Quijote de la Mancha en honor a su ciudad pero sabía que le faltaba una cosa más, una doncella quien dedicar todas las victoria y pensó  en una joven labradora que apenas si conocía, la llamo entonces su amada Dulcinea. Una vez terminada su presentación de caballero emprendió su primer viaje, en el camino un señor  le aconsejó que un buen caballero debiera tener un leal escudero. Ante esto nuestro imaginativo personaje paso un rato buscando a un digno acompañante y encontró en su camino a un labrador de la zona a quien convenció de ir en busca de tesoros y aventuras, leal fue este personaje a quien nombro Sancho Panza. Así pasaron grandes riesgos de los cuales no mucho salieron del todo bien, ya que Don Quijote no estaba obviamente cuerdo, llego a confundir en una ocasión unos molinos de viento con unos  gigantes.

Tengo que decir claramente que si dudé en cuanto el estado de Don Quijote porque en esta bella novela se difunde lo real y lo irreal, lo hiperreal era lo que sucedía, y realmente no sé si pensar que nuestro protagonista estaba realmente loco pues a decir verdad tal vez se cansó de la rutina, quiero pensar que se aburrió de leer tantas historias asombrosas que envidia le causó, quiero imaginar que el realmente no confundía lo real en cambio creo que veía tantas cosas de otra perspectiva, yo creo que llega un momento en el que la rutina aburre, y hay veces en las que deseamos cambiar las cosas, yo vi esto en Don Quijote y tal vez este equivocada pero cada quien ve las cosas de distinta manera.

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