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El Hombre


Enviado por   •  21 de Agosto de 2014  •  3.341 Palabras (14 Páginas)  •  195 Visitas

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CONCLUSIÓN PERSONAL

A mi me parece que el hombre es libre, aunque a medida que va creciendo va perdiendo libertad, se le van cerrando caminos por donde ir. Aunque también pienso que puede ser al contrario, ganar libertad que es a lo que todo hombre aspirar, a poseer el mayor grado de libertad posible.

10- CONCLUSIONES PERSONALES

Me parece muy difícil dar una definición total de lo que es el hombre, es algo tan complejo que es imposible meterlo en unas cuantos folios. Además es más difícil todavía debido a que tiene innumerables facetas a contrastar, podríamos estar escribiendo días y hasta años y no llegaríamos a una definición completa y mucho menos válida.

Lo que más me ha llamado la atención ha sido las numerosas opiniones de filósofos contradicciéndose a través de los años. No había una cosa aceptada definitivamente cuando ya había otro filósofo diciendo lo contrario. Esto me recordaba a Heráclito y su devenir a causa de los opuestos, y me hacía pensar en que nunca llegaremos a saber lo que es en definitiva el hombre.

El Hombre, Espíritu encarnado con un propósito evolutivo.

Si han depreguntarme cuál es mi opinión sobre la cuestión ¿qué es el hombre?, yo respondería sin titubear, “No lo sé”. Y es que después de analizarlo detenidamente puedo darme tan solo una idea de lo que es, entenderpor ejemplo algunas cuestiones sobre su comportamiento o las motivaciones que tiene para hacer tal o cual cosa.

En cuanto deducciones lógicas, puedo observar que el hombre es algo que tiene un cuerpo(organismo biológico) y que también piensa o mejor dicho por Descartes, el hombre es “Una cosa que duda, que conoce, que afirma, que niega, que quiere, que rechaza, y que imagina y siente”1, sinembargo ninguna de estas deducciones puede puntualizar de facto ¿Qué es el hombre?.

Con mi corto entendimiento sobre la cuestión en sí, puedo argumentar una sencilla teoría que comparto, “El hombre esun espíritu encarnado que tiene como propósito evolucionar”. Para puntualizar conceptos cito a Ferrater Mora cuando define evolución. El dice “En las dos últimas décadas se ha abierto paso, entrebiólogos y filósofos de la Naturaleza, la idea de que el concepto de evolución en los organismos biológicos es parte de un concepto más general de evolución que afecta asimismo a la naturaleza inorgánicay que culmina (pero no necesariamente termina) en el hombre y en la cultura e historia humanas. […]La evolución humana (Julian Huxley), es el proceso de la cultura y la posibilidad de una «filogeniade formas culturales». Si hay o no «propósito» en esta evolución, es asunto muy discutido y discutible. Por lo general, no se admite hoy día una teleología en el proceso evolutivo, pero se admite laposibilidad de procesos teleonómicos, esto es, de procesos que poseen su propia «dirección».”2

Para desglosar esta aseveración, “El hombre es un espíritu encarnado

¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestro origen? ¿Acaso somos seres netamente materiales cuya existencia acaba con la muerte biológica? o ¿somos creación de un plan divino? Interrogantes con fuerte componente filosófico y que a lo largo de los siglos casi nunca han dejado de inquietar a los pensadores y científicos, los cuales los han estudiado por separado con connotaciones o biológicas, o religiosas, o filosóficas, siempre dando primacía sólo a un aspecto.

Los teólogos, basándose en la Biblia, con razón, han puesto el énfasis en que el hombre es la obra de Dios, de cuerpo material y de alma espiritual. Las teorías evolucionistas se han enfocado más en la explicación biológica del origen del hombre y han intentado buscar eslabones entre el hombre y otros primates. Las teorías científicas han generado interminables debates debido a muchas incertidumbres. Después ha surgido la teoría de las causas actuales que sostiene que la historia geológica de la tierra se ha desarrollado lentamente pero de manera uniforme y no rechaza la existencia de catástrofes pero siempre que no se trate de catástrofes de amplitud planetario. Luego esa teoría se ha sustituido por las teorías catastrofistas (Cuvier). Se ha implicado que la evolución geológica de la tierra se puede derivar de una evolución biológica de los seres vivos. Otros investigadores han procurado constatar la evolución biológica a partir de los estudios de fósiles. En el siglo XX el abanico de las teorías filio-biológicas se ha ampliado más y el número de pruebas de la uniformidad en el ciclo reproductivo, las de carácter paleontológico y embriológico, etc. también.

En ese laberinto de las teorías lo único que queda claro que la búsqueda del origen humano y del comienzo del universo no es un asunto nada fácil y no puede ser exclusivo de una disciplina académica, que la ciencia sola no es capaz de dar respuesta a un problema tan metafísico, y para obtener un resultado fidedigno y no contradictorio es menester abordarlo desde diversos enfoques interdisciplinares: científico, filosófico y religioso. Es decir, que estas tres formas del saber humano (ciencia, filosofía y religión) dialogaran abiertamente. A mi entender, es ese el mensaje nuclear de Mariano Artigas y Daniel Turbón, autores de «Origen del hombre: ciencia, filosofía y religión» (EUNSA, Pamplona, 2007). De hecho en múltiples ocasiones los eruditos realzan la idea:

Comp.: «La armonía entre ciencia, filosofía y religión es el camino para conseguir una auténtica sabiduría capaz de dar sentido a los problemas humanos» (p.145); «Las teorías científicas de la evolución no resuelven los interrogantes filosóficos y religiosos» (p.75); la perspectiva científica «es sólo una perspectiva, que no sólo no se debería oponer a las perspectivas metafísica y teológica, sino que más bien las exige, al menos se desea obtener una idea completa de los problemas» (p.78).

Otro elemento clave en que los autores hacen especial hincapié es que «Dios no compite con la naturaleza y los planteamientos que contraponen a Dios y a la naturaleza se basan en equívoco» (p.80). Insisten en que no se debería formular el problema como una competencia entre Dios y la evolución para la explicación de la finalidad natural. La acción divina debe servir de fundamento a todo lo que existe. «Dios es diferente de la naturaleza y la transciende completamente, pero a la vez, como Causa Primera, es inmanente a la naturaleza, está presente dondequiera que existe y actúa la criatura, haciendo posible su existencia y su actuación. Además, para la realización de sus planes Dios cuenta con las causas segundas, de tal modo que la evolución resulta muy coherente con esa acción concertada de Dios

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