El Obispo "Chicheñó"

Este ensayo proporciona un análisis psicológico del personaje Ramón en la obra “El obispo ‘Chicheñó’ de Ricardo Palma. Lima como todos los pueblos ha tenido y tiene un gran surtido tipo de extravagantes, mansos y locos; por los años 1870 nació un niño llamado Ramoncito.

Ramoncito al pasar de los años se volvió un hombre de pocas palabras ya que para su mala suerte padecía de tartamudez, que a todo contestaba si señor pero al pasar por su boca se escuchaba ‘chicheñó’; todo la ciudad ya había olvidado su verdadero nombre y empezó a ser llamado ‘chicheñó’.

Una de las cosas que lo caracterizaban era su ingenuidad, era considerado muy manipulable. En el pueblo se había inaugurado una joyería hace ya 8 días, 3 hombres se la ingeniaron para robarla influenciando a Ramoncito para que participara en aquel hurto. Ramoncito acepto y fue disfrazado de obispo mientras sus 3 acompañantes disfrazados de secretarios.

Los comerciantes empezaron a hacer lo suyo y sacaban todas sus joyas para enseñarle al obispo alegando que ellos no vendían gato por liebre, cada vez que le enseñaban algo Ramoncito vestido de obispo decía chicheñó e inmediatamente todo era cargado al carruaje.

Al momento del pago los secretarios dijeron que se dirigirían al palacio arzobispal donde supuestamente se alojaba el obispo; los 3 ladrones sin consideración dejaron a Ramoncito como seguridad de pago en la joyería.

Los comerciantes invitaron al obispo a almorzar y les pareció extraño que no bendiga los alimentos ni rece en latín e intentando conversar con el la única respuesta que obtenían era ‘chicheñó’.

Como la joyería quedaba a una cuadra del palacio arzobispal y ya se estaban tardando mucho el comerciante decidió ir en busca de los secretarios; llegando al lugar se dio cuenta que todo era mentira ya que el verdadero obispo se encontraba en la diócesis.

Ramoncito fue dirigida a chirona de donde fue liberado tiempo después.

En mi opinión el personaje Ramón por su ingenuidad era muy manipulable e influenciable y fue convencido a ser cómplice de un acto delincuencial del cual él fue el único perjudicado; esta obra nos deja una gran moraleja ya que no debemos confiar en personas que no conocemos ya que nos pueden llevar a cometer errores en la vida y hacernos daño a nosotros mismos.

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