El Poder De La Simplicidad En Los Negocios

En la actualidad, y a lo largo de los años, a los altos directivos a la hora de resolver un negocio, cerrar un contrato y todo lo que concierne en la toma de decisiones, no les parece ser llamados simplistas o simplón, pues consideran que causa una impresión de ser una persona poco inteligente, o hasta cierto punto, estúpida, siendo esto interpretado de forma ofensiva. Esto provoca que las personas traten de ser más complicadas de lo que se puede y debe. Según estudios del psicólogo John Collard hay varios motivos por los cuales las personas temen a ser simples, pero uno en especial, el cual es el temor a pensar. Hoy día las soluciones a problemas que se presentan dependen de ideas que se le ocurren a terceros, esto debido a que las nuestras tal vez no nos parecen lo suficientemente buenas y caemos en el error de no querer expresarlas. Fácilmente nos vemos influenciados para evitar pensar por nosotros mismos.

Para este problema que afecta a muchas personas de las generaciones más recientes existe un antídoto muy sencillo de usar, algo que por lo general no utilizamos pues, como se mencionó anteriormente, ser simple es aparentar ser poco inteligente, lo cual no es cierto, sin más preámbulo, el antídoto es el sentido común. El sentido común es una verdad obvia, es una verdad que nos hacer ver lo simple de lo complicado, ver las cosas como realmente son, y no como queremos hacerlas ver. Por qué no como queremos hacerlas ver, porque siempre tratamos de adornar las soluciones a través de gráficas o diagramas que vuelven más complicado al problema y más difícil de entender, prolongando el tiempo de solución.

Dentro de estos diagramas y gráficos también solemos incluir un lenguaje poco comprensible, un lenguaje con el cual creemos hacernos ver más “inteligentes” o “significativos”. Sin embargo lo único que logramos es que nadie nos entienda.

Esto lo podemos ver de la siguiente forma a través de palabras del presidente de GE, Jack Welch, quien dijo lo siguiente en una entrevista que le hizo la Harvard Business Review: “Los directivos inseguros crean complejidad. Los directivos temerosos y nerviosos recurren a libros de planeación y embrollados, así como a transparencias saturadas con todo aquello que aprendieron desde niños. Los verdaderos líderes no necesitan tal desorden.”

Es decir, los verdaderos líderes son bastante seguros de sus conocimientos que a la hora de tomar una decisión no titubean tanto. Pero para ser un verdadero líder tenemos que tomar en cuento un dato muy importante, hacia donde vamos, y a donde queremos llegar, ya que no podemos dirigir una empresa si no tenemos claro el rumbo que queremos tomar. Peter Drucker describe el liderazgo en unas cuantas frases: “El fundamento de un liderazgo eficaz consiste en discurrir la misión de la organización, definirla y establecerla, clara y visiblemente. El líder fija las metas, fija las prioridades y fija y mantiene los estándares.”

Luego en cuanto a la dirección, hay que tener claro que por más que uno quiera tener grabado el mail, número de teléfono, dirección del domicilio, establecimiento, etc., de nuestros proveedores y clientes en la mente, no es posible. Hay que reconocer que no se puede absorber todo aquello que uno considera es necesario, luego de esto todo será mucho más fácil. Tenemos que conservar lo que realmente es importante, para todo lo demás existen asistentes, agendas electrónicas, entre otros.

Con una buena dirección y liderazgo, seremos capaces de enfrentarnos a nuestros competidores. Esto lo haremos a través de estrategias que cumplan ciertas cualidades que son bastante necesarias, para poder ganar la guerra de posicionamiento en el mercado. Tales cualidades son la flexibilidad para ajustar mi estrategia a la situación, cerrarme en algún momento a una idea para poder tomar una decisión, ser audaz, es decir con rapidez, decisión y determinación, tener un conocimiento previo de los hechos, y finalmente si se presenta una oportunidad como golpe suerte, tomarla y aprovecharla.

Ahora

...