El escenario de desarrollo del concepto de trabajo en niños y niñas.
Kenneth RamirezDocumentos de Investigación25 de Octubre de 2016
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- El escenario de desarrollo del concepto de trabajo en niños y niñas.
La infancia y la adolescencia Colombiana aparentan ser; en términos de formalidad jurídica y programas de políticas sociales, unas de las más protegidas del mundo. El aparato legislativo de tutela de los derechos de la niñez es sumamamente articulado y de una impresionante densidad, ya desde el así llamado “ bloque constitucional”, hasta la puntual ratificación de varios tratados internacionales y de allí bajando en decretos y ordenanzas, fallos de cortes, sentencias jurisprudenciales, etc. Así mismo, las entidades y programas que se preocupan de la infancia, tanto desde la sociedad civil, como desde la institucionalidad estatal, desdibujan una geografía sumamente compleja y abigarrada, que pinta la imagen aparente de un país sumamente preocupado por su infancia. y, sin embargo, se trata de muchos casos de pintura de superficie, maquillaje barato de problemas económicos, sociales y políticos no resueltos..
Los datos demográficos nos dicen que en este país andino en 2009 había una población de 11’400.000 niños entre 5 y 17 años, lo que representa el 25,4% de la población total. Ello demuestra que todavía Colombia es un país muy joven en cuanto a pirámide generacional, aunque la tendencia es la de una reducción en porcentaje de este rango de edad. La mayoría de los niños colombianos viven en zonas urbanas (72,1%), mientras que solo el 27,9% vive en zonas rurales.
Es posible , entonces situar en varios escenarios a los menos que hacen parte de la sociedad Colombiana, así se da un margen colectivo de ocupación de involucra la incidencia de la extrema pobreza avalada en una tasa del 15,5%, lo referente a los índices de escolaridad que se posesionan en el 88,3% en zonas urbanas, la estrecha vinculación de las diferentes formas de violencia donde en especial la de tipo sexual asciende según la UNICEF a mas de 2´000.000 de niños victimas cada año en el territorio colombiano; cada uno de estos aspectos visibles en comun transcurrir de la sociedad colombiana, también se ven fuertemente influenciados por la realidad innegable del conflicto armado.
Así, la infancia colombiana se presenta en muchos aspectos afectada por una condición estructural de vulnerabilidad no coherente con la idea de un “estado social de derecho” que fue consagrado en la constitución política de 1991. los niños constituyen un excelente marketing de consenso político de parte de la opinión publica, pero en muchos casos todo se resuelve en palabras, retorica de sentimientos humanitarios, decorativismo nominalista de buenas intenciones, de estas mismas buenas intenciones de las que, se dice, esta empedrado el camino hacia el infierno, pues todavía, en muchos casos, niños colombianos, entre pobreza, violencia, desplazamiento, exclusión, autoritarismo, desamparo e insensibilidad frente a la violación de sus mas elementales derechos.
El tribunal internacional sobre la infancia afectada por la guerra y la pobreza, dedico su último informe justamente a este país andino, titulándolo “infancia colombiana en puertas del genocidio”. Este informe señala:
El hambre, la desnutrición, son crímenes de lesa humanidad contra la infancia.
El 68 % de la población de Colombia vive en la pobreza e indigencia. La concentración de la riqueza es escandalosa: Colombia es el 11° país con más desigualdad social del mundo (coeficiente gini), y es el país mas desigual del continente americano. hay 8 millones de indígenas y 20 millones de pobres. Mueren anualmente más de 20 mil niños menores de 5 años por desnutrición aguda. (Cifras UNICEF).
Nos preguntamos, frente a este dramático escenario, porque desde la construcción de una percepción colectiva, desde la construcción de una representación social hegemónica, se ha querido silenciar esta dramática situación que alude a un verdadero genocidio, para asumir como prioridad la lucha contra el trabajo infantil. Es evidente que bajo muchos aspectos problemáticos, sin embargo, no resulta ni lejanamente comparable con la violencia que se ha desatado por el conflicto armado, y también la violencia estructural que se sigue desatando por la conservación de los intereses de los grupos privilegiados y por el exceso de regulación que la defensa de estos intereses hace necesario, a costa de la transformación de la sociedad colombiana en una sociedad autoritaria y excluyente.
Conociendo ya, unos de los rasgos trascendentales dentro del marco de valoración del trabajo infantil en niños y niñas, es preciso conocer algunas de las cifras que nos aporta la OIT para dar paso al análisis de la influencia de dichos factores en la evolución y contemplación del trabajo infantil.
En Colombia, el marco legal del trabajo infantil fue definido por el Código de la Infancia y la Adolescencia establecido por la Ley 1098 de 2006, basada en diferentes convenios internacionales, en particular el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo y el Convenio 182 ya mencionado. La Ley 1098 fija los límites de la actividad laboral infantil. Los menores de 15 años sólo pueden trabajar, con un tope de 14 horas semanales, en actividades remuneradas de tipo artístico, cultural, recreativo o deportivo. Todas las demás actividades están prohibidas. Los adolescentes de 15 a 17 años tienen derecho de trabajar pero requieren la autorización del inspector de trabajo o en su defecto del ente territorial local. No pueden trabajar más de seis horas diurnas diarias (el trabajo nocturno está prohibido) y 30 horas semanales. Cabe anotar que la legislación colombiana otorga un régimen especial a los adolescentes indígenas: las autoridades tradicionales de la comunidad son las que autorizan el trabajo, basándose en sus usos y costumbres. Los menores de 17 a 18 años pueden ejercer libremente su actividad siempre y cuando no trabajen más de ocho horas diarias y 40 horas semanales. En todos los casos, los menores de edad no pueden ejercer ninguna actividad que sea parte de las peores formas de trabajo infantil.
El trabajo infantil en Colombia ha tendido a disminuir en los últimos años, como ilustra la gráfica 2. Según el Sistema de Información sobre Trabajo Infantil (SITI) del DANE (2006b), el número de niños, niñas y adolescentes trabajadores pasó de 1,5 millones en 2001 a 1,1 millones en 2005, es decir, se redujo el 30,5% en 4 años. Por su parte, la tasa de trabajo infantil en porcentaje de los niños de 5 a 17 años pasó del 12,8% en 2001 al 8,9% en 2005. Esta disminución de las cifras de trabajo infantil se debe esencialmente a los Planes Nacionales de Erradicación del Trabajo Infantil realizados desde 1996, como recalca el Comité Interinstitucional Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Joven Trabajador (2008).
Gráfica 2
Evolución del trabajo infantil en Colombia
[pic 1]
El cuadro 1 muestra la evolución de las tasas de trabajo infantil según la procedencia, el sexo y la edad. La proporción de niños y niñas que trabajan en el campo (16,8% en promedio entre 2001 y 2005) es mayor que en la ciudad (8,1%). Los niños (14,0% en promedio entre 2001 y 2005) tienden a presentar mayores índices de ocupación que las niñas (7,2%). Entre 2001 y 2005, el trabajo infantil disminuyó más en la ciudad (-36,4%) que en el campo (-22,7%) y más entre los niños (-33,3%) que entre las niñas (-24,1%). En cuanto a la edad y como se puede suponer, cuanto más crecen los niños y niñas, mayor es la tasa de trabajo infantil. En este sentido, se han registrado reducciones superiores al promedio nacional entre los jóvenes menores de 15 años, mientras que la disminución de dicha tasa entre los jóvenes entre 15 y 17 años fue tan sólo del 17,0% entre 2001 y 2005. El trabajo infantil también presenta diferencias entre regiones. En el Pacífico existen las mayores tasas de trabajo infantil (15,9% en promedio entre 2001 y 2005), mientras que en Bogotá las tasas son inferiores al promedio nacional (5,2%). La mayor reducción en las tasas de trabajo infantil se registró en el Atlántico (-57% entre 2001 y 2005).
Cuadro 1
Tasas de trabajo infantil en Colombia
[pic 2]
Como muestra el cuadro 2, la principal razón para que los niños colombianos trabajen es la obligación de participar en la actividad económica de la familia (29,3% en promedio), luego su interés por tener dinero propio (27,5%). En cambio, las razones "culturales" (el trabajo contribuye a la formación de los jóvenes) o con fines educativos (costearse el estudio) son minoritarias (7,8% y 4,6%, respectivamente). La diferencia entre "participar en la actividad económica de la familia" y "ayudar con los gastos de la casa" parece poco significativa a la hora de responder, lo que puede explicar las fuertes variaciones dentro de estas dos categorías. Pero en total, las razones puramente "económicas" (las dos mencionadas) representan más de la mitad de los motivos invocados (52,4% en promedio).
Cuadro 2
Distribución de los ocupados por razón principal de trabajo
[pic 3]
- Estado como agente garante de derechos de niños y niñas.
Teniendo en cuenta la investigación “TRABAJO INFANTIL Y PROCESOS LOCALES: Análisis desde un enfoque de capacidades y realización de derechos” realizada por el Grupo de Investigación en Economía, Política Pública y Ciudadanía, a pesar de que el enfoque investigativo es distinto, es posible obtener información general de los derechos de los niños y niñas y del papel de los agentes garantes (la sociedad, la familia y el Estado); puesto que en lo concerniente al cuidado y la protección de los niños y niñas, el deber del Estado es uno sólo, sin las particularidades que puedan aislar la situación particular de cada menor.
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