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El juego al revés Lección 15


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2017  •  Trabajos  •  2.642 Palabras (11 Páginas)  •  304 Visitas

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El juego al revés

Lección 15

Palabra generadora.

Identifica y encierra las palabras que inicien y terminen con la inicial de la palabra lora.

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Texto libre.

Se presentaran una serie de imágenes y los alumnos tendrán que inventar el cuento de manera grupal.[pic 21][pic 22]

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Conversación.

Se pedirá a los alumnos que debatan sobre la siguiente cuestión: ¿Les parecieron justos los tratos que hizo el pájaro carpintero con los demás animales?[pic 28]

El pájaro carpintero.

Estaban todas las aves del bosque reunidas un día debajo de un frondoso árbol, cuando de pronto escucharon un ruido.

Parecían martillazos, intrigadas salieron a curiosear. Vaya sorpresa, observaron a una pequeña ave, desconocida hasta entonces, la cual parada sobre el tronco de un árbol, martillaba con su pico insistentemente, el loro decidió acercársele y le pregunto:

-¿Hola pequeño amigo que estás haciendo?

Deteniendo por unos momentos su labor, el ave trabajadora le respondió:

-¡Estoy construyendo un nido para mi familia amigo!

El loro continúo la conversación:

-¡Es muy extraño lo que haces, nosotros construimos los nidos sobre las ramas de los arboles!.

Soltando la risa, el ave trabajadora respondió:

-¡Vaya error amigo, es por eso que se mojan cuando llueve y me imagino que también pasan mucho frío en las noches, amén del peligro que corren ya que están expuestos a que alguna fiera del bosque les haga daño mientras duermen, yo en cambio duermo muy protegido en este nido y mis polluelos no pasan frío y no se mojan, comprendes las ventajas que tienen estos nidos!

Sorprendido por aquellas palabras, el loro le propuso un trato:

-¡Caramba amigo reconozco que tienes mucha razón, te propongo un trato, si me construyes un nido como el tuyo, estoy dispuesto a pagar lo que me pidas!.

El ave trabajadora aceptó el trato y le respondió:

-¡Esta bien amigo loro, prometo entregarte este nido dentro de tres meses, para cuando comience el verano, mientras tanto deberás traerle comida a mi mujer y a mi hijo por el tiempo que yo esté ausente lejos de casa trabajando!.

Contento el loro acepto las condiciones y la pequeña ave continuo trabajando. Ansiosas las demás aves del bosque esperaban el regreso del loro, cuando este por fin llegó, la guacamaya se le acercó y le preguntó:

-¿Oye primo que fue lo que hablaste con esa extraña ave?

El loro respondió en voz alta para que los demás escucharan:

-¡No se preocupen, es un ave amiga y muy trabajadora, está construyendo un nido para su familia y llegue a un trato con él, prometió entregarme ese nido dentro de tres meses y a cambio me comprometí a alimentarle a su familia por el tiempo que esté ausente trabajando en el bosque!. La guacamaya exclamó:

-¡Es un trato justo, veré si puedo hablar con él. Pasaron unos días y ya la extraña ave había terminado de construir el nido y se encontraba cómodamente instalada con su pareja, en ese momento llegó hasta ellos la guacamaya y les preguntó:

-¿Buenas tardes como están por aquí, quisiera poder hablar con usted amigo, cuanto me cobra por construirme un nido como este?.

Saliendo por unos momentos del nido, la pequeña ave le respondió:

-¡Eso depende del tipo de nido y del árbol en que lo quieras amigo, mientras más duro sea el árbol, más caro te costará el nido!.

La guacamaya se quedó pensando por unos momentos, entonces la pequeña ave le dijo:

-¡Bueno hagamos una cosa, en vista de que he notado que eres una buena ave y has venido en son de paz a mi casa, prometo construirte un nido, si a cambio te comprometes a venir todas las tardes a entretener con tu canto a mi hijo mientras yo esté ausente!.

Complacida la guacamaya acepto el trato y regresando al bosque les contó a las demás aves lo sucedido. Transcurrieron los meses y la pareja de extrañas aves tuvieron su cría, el loro les traía comida todos los días y en las tardes la guacamaya los entretenía con su alegre canto.

Muy lejos de aquel lugar, la pequeña ave trabajadora construía el nido para la guacamaya, pero el fuerte ruido atrajo hacia el lugar a un enorme gavilán quien parándose sobre una rama preguntó:

-¿Se puede saber con qué permiso el amigo está construyendo un nido en este árbol?.

Sorprendido por la pregunta, la pequeña ave trabajadora respondió:

-¡Bueno que yo sepa el bosque no tiene dueño y en todo caso el amigo debería preguntarle a la guacamaya quien me contrato!.

Al escuchar aquella respuesta el fiero gavilán exclamó:

-¡Miren pues así que a usted lo contrato la guacamaya, que raro ella no me informó nada al respecto, bueno ya arreglaremos cuentas en su momento!.

El enorme gavilán continuó su vuelo vigilando el bosque mientras la pequeña ave continuo con su trabajo. A los pocos minutos llegó a su lado el tucán y le dijo:

-¡Escuche buen amigo tenga mucho cuidado con ese gavilán, es muy peligro soy de paso se cree el dueño del bosque!.

Al escuchar aquellas palabras de advertencia, la pequeña ave trabajadora tuvo más precaución y de vez en cuando quitaba los ojos del palo para mirar el cielo.

Transcurrido un mes termino de construir el nido y buscando a la guacamaya le hizo entrega de la nueva casa muy contenta esta le dio las gracias y dio por concluido el trato. Entonces la pequeña ave trabajadora regresó a su nido a dormir con su familia. Al día siguiente el loro se presentó con la comida y la pequeña ave le dijo:

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