El lector.

El Lector

“La Segunda Guerra Mundial” o también conocido como el Holocausto; el cual fue la persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado y auspiciado por el Estado de aproximadamente seis millones de judíos por parte del régimen nazi. Bernhard Schlink basa su novela en la época pos-nazi es decir, en los años posteriores a la segunda guerra mundial con el fin de crear conciencia sobre los sucesos que se dieron en el Holocausto & las consecuencias que trajo.

Esta novela da para mucho y tiene, además, la virtud de mostrar y plantear una gran variedad de incógnitas y situaciones en unas pocas líneas; el amor, el egoísmo & el analfabetismo son los subtemas que marcan controversia a lo largo de toda la trama de la historia. Sin embargo en este ensayo me enfocaré en el analfabetismo, el cual, es la clave de elaboración de una culpa, colectiva pero también individual, que en “El Lector” adquiere, además, todo el peso moral de una generación que se encuentra con los sobrevivientes en los dos sentidos de la Segunda Guerra Mundial.

El autor nos pone frente a una realidad de los que tuvieron elección en un momento difícil y en el que acertar con lo correcto sólo podía ser juzgado desde la perspectiva de la época pos-nazi; el autor pone como ejemplo la vida de Hanna Schmitz, una mujer que cometió muchos errores llevada solo por la vergüenza que sentía por ser analfabeta y que muy aparte tenía una personalidad demasiado fuerte como para dejarse manipular o humillar por cualquier persona. Pero ¿será la ignorancia de Hanna o su fuerte personalidad el principal motivo que la conlleva a tomar decisiones erróneas?

Hanna Schmitz, una mujer con una personalidad manipuladora, pulcra, que lucha por su dignidad y sobre todo misteriosa con respecto a su vida. Quizás su personalidad la adquirió luego de pruebas fuertes que se le hayan presentado a lo largo de su vida, pero si de algo estamos seguros es que su analfabetismo fue una de ellas, dado que, está mujer se encontraba fuertemente influenciada por la vergüenza de no saber ni leer ni escribir, porque como ya sabemos el  perjuicio en aquella época era el pan de cada día.

En la trama de la novela podemos ver como a Hanna la ascienden de puesto en su trabajo, pero ella lo rechaza por el simple hecho de que no quería que sus jefes o compañeros se enteren de su analfabetismo; y es por esto que ingresa a trabajar a los campos de concentración, para así poder huir del perjuicio de los demás. Otra situación en la que podemos ver que Hanna se deja llevar por la vergüenza de ser analfabeta es en el juicio, en donde ella prefiere ir a la cárcel que revelar que es una persona ignorante. Y por último, la última situación de vergüenza en donde Hanna defiende su dignidad es en final de la novela, donde está mujer prefiere suicidarse a tener que vivir con el perjuicio de las demás personas y sobre todo con el conocimiento de que Michael ya solo la ayudaba por solidaridad y no por amor.

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