El perfil de la pobreza en Venezuela

El perfil de la pobreza en Venezuela

“La variable que más diferencia entre los niveles de pobreza es el grado de escolaridad”

La pobreza en Venezuela tiene un perfil marcado por la precaria condición de productividad de los activos de los hogares en el mercado laboral, la baja escolaridad, el área (urbano o rural) y el lugar de residencia. A todo ello se le debe añadir un contexto macroeconómico tan marcado por la recesión y la incertidumbre de los agentes económicos que difícilmente podrá hacerse algo a favor de reducir la pobreza en Venezuela, sino se replantea con sinceridad las relaciones sector público y privado y se ataca de una vez por todas los inmensos desequilibrios macroeconómicos que impiden mínimas certidumbres para la inversión.

Los perfiles de pobreza muestran que la proporción de pobreza aumenta considerablemente si se trata de hogares ubicados en las zonas rurales del país y, consecuentemente, en centros poblados de baja densidad poblacional. Mientras que en las zonas urbanas la pobreza es un poco menor al promedio nacional actual (48% de los hogares) en las rurales puede estar por encima del 70%. De igual forma, los hogares pobres en la capital de la República en ningún caso superan el 20% mientras que en los centros poblados del interior supera la mitad de la población. Estas proporciones son estructurales, ueden variar de un año a otro según sea el nivel de actividad económica. En la actualidad, en este deprimido año 2015, aún sin tener cifras (seguramente a final del año las universidades del país actualicen los datos recientemente dados a conocer por la Encovi 2014), la situación luce pavorosa.

Además del lugar de residencia, el tipo de ubicación en la fuerza de trabajo establece diferencias importantes entre los patronos, quienes son empleados formales o los trabajadores por cuenta propia. Pero la variable que más diferencia entre los niveles de pobreza es el grado de escolaridad. De esta forma, la pobreza entre los jefes de hogar que tienen 2 años de escolaridad o menos es el doble de los que tienen una escolaridad superior a los 12 años.

Otras características sociodemográficas que explican las diferencias de los hogares por condición de pobreza tienen que ver con la edad del jefe de hogar. Si el jefe es muy joven la probabilidad de ser pobre es mucho mayor a si su edad está comprendida entre 45 y 64 años. Igualmente, si el hogar está constituido por 6 ó 7 miembros, su probabilidad de ser pobre es de casi el doble a si el hogar está compuesto por 2 ó 3 miembros. Por último, las diferencias por sexo de los jefes de hogar diferencian, pero en mucho menor grado que las otras variables consideradas, la propensión a ser pobres en aquellos casos en que el jefe de hogar es mujer.

Una forma de jerarquizar las características poblacionales, como explicación de la condición de pobreza de los hogares, puede hacerse por medio de la anulación de las diferencias de ingresos que son atribuibles a las diferencias en las variables sociodemográficas que más diferencian los diferentes tipos de pobreza. El profesor Matias Riutort, quien en vida fuera uno de los investigadores que con mayor rigor se dedicó al calculo de los determinantes de la pobreza a partir de las encuestas por muestreo que realizaba

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