Ensayo Quien Se Ha Llevado Mi Queso

“Quién se ha llevado mi queso”

Para comenzar el ensayo sobre este gran libro, quiero destacar lo que llamó mi atención primeramente: lo preciso, asertivo y actual de la lectura. Considero que es muy llevadero, simple, no cae en lo repetitivo, es entretenido y que a pesar de jamás hablar de organizaciones o de la vida diaria de los seres humanos, inevitablemente quien lo leyera, automáticamente podría asimilar la historia con su vida personal y/o laboral.

Creo que tiene absoluta relación con los temas de desarrollo organizacional vistos en clases, puesto que trata varios tópicos como el cambio, la adaptación a estos, las diferencias y dificultades al enfrentarnos a lo desconocido, el miedo, los procesos que vivimos ante la pérdida de algo, las motivaciones, etc.

Personalmente, al igual que los dos libros antes leídos en clases, la lectura me hizo reflexionar y alertar algunos pensamientos que mantenía en reposo, o que más bien evitaba por el momento. Estando en la última etapa de mi carrera, empezando con la tesis y habiendo pasado unos pocos días de la toma de mis últimos ramos de la carrera, sentí terror con las palabras que inevitablemente fluían en mi cerebro mientras avanzaba con el libro. Atrás quedó el verano de tres meses recorriendo Chile, la niñita universitaria que no maneja muchos temas aún, que la única preocupación sea la universidad y el poder almorzar algunos días de la semana son siesta incluida en la casa.

Esta etapa de la recta final es parecida a cuando los hombrecitos y ratoncitos quedaron sin queso, y claramente, el miedo, en este momento, no me deja ser representada por los ratones, sino más bien por los temerosos personajes que se achican frente al cambio, la inestabilidad y a la inseguridad de ver por finalizada una etapa fácil, de satisfacción y despreocupación.

Como enseña el libro sé que debo mirar hacia adelante, enfrentar con la cabeza en alto las nuevas etapas y transcender sin mayores cuestionamientos sobre lo incuestionable, aceptar, vivir, ver el vaso medio lleno, para así encontrar mi queso, mi felicidad, mi plenitud. Además, como vimos en otra lectura, no hacer las cosas esperando algo a cambio y con eso evitar las trancas, obstáculos y quedarse finalmente solos en un lugar del laberinto que ya fue dejado por todo el resto de los participantes de este mundo.

Quiero ser Haw en esta historia personal, aprender a llevar los cambios de la manera correcta, aunque me demore más que otros y a no sensibilizarme tanto o quedarme pegada en la etapa anterior, a llevar la nostalgia cargada en los hombros y que ésta no me estanque en el lugar donde alguna vez fui feliz, o más bien donde estuve resguardada. Quiero, porque ya no espero, también disfrutar de lo nuevo, guiarme por quienes están llenos de motivación, ser proactiva y estar orgullosa de mis nuevos proyectos, reflejar esto y ser finalmente

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